CASO ANDRÉS FELIPE ARIAS: EL PATALEO DE SANTOS Y LAS FARC
Evidente también es el discurso doble de Santos: “Yo no estoy obligado a extraditar a los narcoterroristas de las FARC porque las leyes internas de Colombia anularon el Tratado de Extradición, pero ustedes si están obligados a extraditar hacia Colombia a Andrés Felipe Arias”. Apenas para un discurso de Cantinflas
Caso Andrés Felipe Arias: El pataleo de Santos y las FARC
Evidente también es el discurso doble de Santos: “Yo no estoy obligado a extraditar a los narcoterroristas de las FARC porque las leyes internas de Colombia anularon el Tratado de Extradición, pero ustedes sí están obligados a extraditar hacia Colombia a Andrés Felipe Arias”. Apenas para un discurso de Cantinflas
Por Ricardo Puentes Melo
Diciembre 17 de 2016
Inaudita la maldad que corroe los corazones de Juan Manuel Santos y su no menos ruin canciller, María Ángela Holguín, quienes, junto al embajador Juan Carlos Pinzón, se han empeñado en atacar ferozmente a Andrés Felipe Arias para destrozar su familia, llevándola al borde de la angustia, en búsqueda de aniquilar los últimos vestigios de esperanza que ellos aún conservan.
Fui testigo de primera mano del sufrimiento que han tenido que padecer tanto Andrés Felipe Arias como su esposa Catalina y sus dos pequeños hijos, Eloísa y Juan Pedro. Sufrimiento que podría justificarse como el pago a sus crímenes, si es que hubiera cometido alguno. Pero no, Andrés Felipe Arias no ha cometido más crimen que el de tener una intachable carrera profesional y haber pasado a ser el seguro sucesor de Álvaro Uribe Vélez en la presidencia de Colombia. El país amaba a Andrés Felipe Arias.
Pero como en toda historia perfecta nada es perfecto, Arias tuvo la mala fortuna de estar atravesado en las intenciones de Juan Manuel Santos, quien cual caballo de Troya de los Castro, llegó al uribismo de la mano de José Obdulio Gaviria con el firme propósito de tomar el poder y hacer lo que está haciendo: cedérselo a los terroristas de las FARC, lavar sus dineros del narcotráfico, y aniquilar a la oposición para establecer una dictadura al estilo venezolano en Colombia.
Andrés Felipe, criado en una familia tan sencilla como honesta, brillante y trabajadora, era demasiado ingenuo para avizorar lo que Juan Manuel Santos cocinaba para arrebatarle la heredad política y poder así cumplir esa tarea impuesta por Fidel Castro a mediados de los noventas. Yo sigo sospechando que el ex ministro Arias, al igual que Uribe, no cree que la maldad de la izquierda solo es comparable a su capacidad de espera para sus objetivos y venganzas.
Tal vez por esas dos razones, Juan Manuel Santos y sus cómplices, esos que planearon hacerlo presidente, no tuvieron ningún problema en tragarse vivo al promisorio joven que vio cómo de la noche a la mañana su vida se destruía como se destruyeron las torres gemelas por las acciones terroristas de otros dementes. En un proceso kafkiano, copiado al carbón para todos los enemigos de Santos, le montaron un proceso con falsas pruebas, y con la complicidad de los medios promovieron la idea de que Arias era un ladrón que robaba a los pobres para darle a los ricos, mientras, en la realidad judicial, la entonces Fiscal General Viviane Aleyda Morales, concubina de un guerrillero indultado del M19, lo sindicaba de un delito absurdo: haber celebrado un contrato con un Instituto de la OEA. Contratos que desde tiempos inmemoriales, desde otros gobiernos atrás, los Ministerios de Agricultura de Colombia celebraban con el mismo organismo de la OEA.
Tanto la Fiscal Viviane Aleyda Morales como el magistrado que aceptó dictarle medida de aseguramiento a Arias, tenían vínculos con sectores del narcotráfico, y ambos odiaban visceralmente a Álvaro Uribe Vélez.
(Puede leerse sobre este infame proceso acá:
ANDRÉS FELIPE ARIAS, OTRA VÍCTIMA DE JUAN MANUEL SANTOS https://www.periodismosinfronteras.org/andres-felipe-arias-otra-victima-de-juan-manuel-santos.html
ANDRÉS FELIPE ARIAS Y LA BANDA QUE LO PERSIGUE https://www.periodismosinfronteras.org/andres-felipe-arias-y-la-banda-que-lo-persigue.html )
Preso Arias, el camino de Juan Manuel Santos (y sus aliados dentro del mismo uribismo) hacia la presidencia fue muy fácil. Santos no les cumplió a quienes lo llevaron al seno del uribismo pero no olvidó vengar a sus compañeros ideológicos, que habían decretado el exterminio total de Arias, tan cercano al pensamiento y afectos de Álvaro Uribe Vélez. Golpear a Arias era golpear a Uribe.
El escarnio público contra Andrés Felipe Arias fue brutal. La Revista Semana, Caracol Y El Espectador, con Daniel Coronell y Yohir Akerman al frente, encabezaron la corte de asesinos morales que destrozaron el único bien que realmente tenía Arias: su reputación. Su esposa Catalina y sus pequeños hijos vivieron un viacrucis que fue agravado por el señalamiento de la opinión pública. Ella no podía ir a un supermercado porque de inmediato la señalaban con el dedo índice como “la esposa de ese desgraciado ladrón de Arias”, pero nadie habló del trauma de los hijos de Andrés Felipe cuando se aferraban llorando a las piernas y brazos de su padre a la hora de despedirse, negándose con angustia a separarse de él. Solo ellos saben lo que sufrieron. Solo ellos lo vivieron.
Salida hacia Estados Unidos y su captura en Florida. Cuando un juez lo dejó en libertad provisional, Andrés Felipe tomó a su esposa e hijos y salió
hacia Estados Unidos con la esperanza de que le concedieran el asilo. El gobierno norteamericano aceptó la petición e inició el proceso de estudio con la certeza de que el caso de Arias estaba motivado por cuestiones políticas. Pero la izquierda no perdona ni olvida. El sadismo del régimen lo llevó a filtrar la información de que Arias sería extraditado. Ernesto Yamhure, del Portal Los Irreverentes, y Yohir Akerman, de El Espectador comenzaron a publicar en las redes sobre la inminente extradición del ex ministro. El ambiente de terror vivido por Arias y su familia se fue acrecentando día a día.
La información de Yamhure y Akerman resultó cierta. Así que justo el mismo día en que Juan Manuel Santos anunció su acuerdo con las FARC (terroristas enemigos de Arias) unos agentes federales irrumpieron a la casa de Andrés Felipe y lo arrestaron en presencia de su esposa y sus pequeños hijos que revivieron el horror que creían ya superado.
Los agentes federales cumplían una orden que se originó en la solicitud de extradición hecha por Juan Manuel Santos a través de la canciller María Angela Holguín y el embajador en USA Juan Carlos Pinzón. Trataron a Arias como si fuera un narcotraficante y lo llevaron a la prisión mientras tramitaban la extradición. Por fortuna, un grupo de amigos de la familia Arias se apersonó del asunto y se logró conseguir el mejor bufete de abogados posible.
Pero la campaña del gobierno de Santos contra Arias seguía inclemente. Y varios días antes de que el Juez O‘Sullivan le concediera la libertad provisional, Yamhure y Akerman aseguraron que contaban con información privilegiada sobre el asunto, y que esa petición de libertad provisional y asilo sería negada por el juez. El cómo obtuvieron esa información que solo posee el gobierno y el sistema judicial de Estados Unidos, es algo que sigue siendo un misterio. (1)
Afortunadamente, la información de Yamhure y Akerman era falsa. El juez O´Sullivan decidió dejar en libertad bajo fianza a Andrés Felipe Arias hasta resolverse la cuestión de la extradición.
Como David Markus y su equipo demostraron que no había un Tratado de Extradición vigente entre Estados Unidos y Colombia, que pudiera obligar a USA a cumplirlo, Juan Manuel Santos y -nuevamente- María Ángela Holguín y Juan Carlos Pinzón lanzaron una renovada ofensiva descomunal contra Andrés Felipe Arias.
Yohir Akerman publicó un artículo donde insinuaba cosas acerca de alguna fortuna escondida por Arias con la cual seguramente se estaría pagando a sus prominentes y costosos abogados, escondiendo arteramente la verdad: que se hizo una gran colecta pública, y que los abogados de Arias accedieron a trabajar por una tarifa muchísimo más baja, movidos por la indignación que esta injusticia contra Arias les causó. (2)
Como el juez norteamericano les había dicho a los representantes del gobierno colombiano que “consíganme un documento legal colombiano donde se
compruebe que sí hay Tratado de Extradición bilateral entre Colombia y Estados Unidos, y les daré la razón”, la Cancillería de Colombia, por orden de Santos, expide un documento donde dice así, chambonamente, que sí hay ese Tratado bilateral.
¿Sí hay un Tratado de Extradición vigente bilateral entre Estados Unidos y Colombia? La respuesta es un rotundo NO. Colombia tiene tratados de extradición bilaterales vigentes con: Bélgica, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, España, Francia, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda (con aplicación en Canadá). Pero no existe ningún Tratado de Extradición bilateral entre Estados Unidos y Colombia. (3)
Sin embargo, mediante este oficio emitido hace pocas horas por la Cancillería colombiana y entregado por la oficina del embajador Juan Carlos Pinzón a John Kerry (Secretario de Estado y avalador de los diálogos entre Santos y FARC), Juan Manuel Santos solicita de nuevo la extradición de Andrés Felipe Arias hacia Colombia.
En dichos documentos, el gobierno de Santos asegura que sí hay un Tratado de Extradición vigente entre los dos países, y que Andrés Felipe Arias no es un perseguido político sino un delincuente común y corriente.
Con la única prueba de que alguna vez existió ese tratado bilateral, y mencionando que no es vigente debido a que las leyes colombianas lo derogaron, en una lógica extraña, la Cancillería dice que el hecho de que ese tratado haya sido anulado por las leyes colombianas, no exime al gobierno de los Estados Unidos de cumplirlo. ¡Así como lo leen! Pura lógica fariana: “Tú estás obligado a respetar y cumplir las leyes, pero nosotros no”
Cita también la Cancillería colombiana el ejemplo de Mauricio Pardo Hasche, el colombiano acusado del secuestro y asesinato del suegro del ex presidente Andrés Pastrana (capturado en USA en el 2000 y extraditado en el 2006), como una prueba de que, al Estados Unidos aceptar extraditar hacia Colombia a Pardo, implícitamente está reconociendo la existencia de un Tratado de extradición bilateral. Alegato infantil que cualquier juez puede derrumbar fácilmente. Un error de apreciación de un determinado juez no puede sentar jurisprudencia cuando la ley la contradice claramente.
Leyendo, pues, estos documentos donde el gobierno de Santos alega que si hay un tratado bilateral, se puede uno dar cuenta de la torpeza y la desesperación de Santos por cumplir con una de las exigencias de la banda narcoterrorista de las FARC: la cabeza de Andrés Felipe Arias.
Evidente también es el discurso doble de Santos: “Yo no estoy obligado a extraditar a los narcoterroristas de las FARC porque las leyes internas de Colombia anularon el Tratado de Extradición, pero ustedes sí están obligados a extraditar hacia Colombia a Andrés Felipe Arias”. Apenas para un discurso de Cantinflas.
Acá está el extracto donde alegan eso:
Lo que quieren esconder Santos y sus amigos de las FARC, es que, caso contrario al de Arias, los cabecillas de las FARC sí pueden ser extraditados hacia Estados Unidos u otros países, en virtud de los Tratados de extradición multinacionales que aplican para ese tipo de delincuentes.
¿Será capaz John Kerry, aliado ideológico de las FARC y de Santos, de tramitar alguna trampa para capturar de nuevo a Arias y extraditarlo a Colombia para que las FARC lo asesinen? No se descarta esa posibilidad, pero prima el hecho de que en Estados Unidos sí hay separación de poderes.
¿Será capaz el presidente Obama, nuevo mejor amigo de la tiranía de Cuba, de secundar una eventual trampa para satisfacer los deseos de La Habana? Parece improbable que pueda hacerlo.
Aunque no deja de ser inquietante que esta solicitud se haya hecho casi simultáneamente a la entrega del Premio Nobel de Paz a Santos, y a la reunión convocada por Bergoglio, a la cual invitó a Juan Manuel Santos y a Álvaro Uribe, tenemos plena confianza en que habrá justicia en el caso Arias, y que se evidenciará ante el mundo que el régimen de Juan Manuel Santos y las FARC sí persigue a sus adversarios políticos.
La verdad es que Juan Manuel Santos, la canciller Holguín, el embajador Pinzón y los cabecillas de las FARC están muertos del susto frente al anuncio del presidente electo Donald Trump de ir a donde sea para capturar a los terroristas.
Sí. Colombia tiene todavía una esperanza y, por lejana que parezca, debemos aferrarnos a ella.
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com
_______________________________________________
(1) CASO ANDRÉS FELIPE ARIAS: ¿SE HA VIOLADO LA LEY ESTADOUNIDENSE? https://www.periodismosinfronteras.org/caso-andres-felipe-arias-se-ha-violado-la-ley-estadounidense.html
(2) http://www.elespectador.com/opinion/el-abogado-del-diablo
(3) http://extradicion.com.co/tratados-extradicion-colombia/
Comentarios