EL POST CHAVISMO

El post-chavismo

Por Viviana Padelin – Frater América

Octubre 14 de 2012

El nombramiento de Nicolás Maduro como vicepresidente denota la precariedad de la salud de Chávez. El bolivariano presidente ha cumplido: llegó como le fue posible a las elecciones y las ganó; asegurando no sólo la continuidad del régimen neocomunista en Venezuela; sino consolidándolo en toda Latinoamérica y más aún, dando nuevos vientos a los hoy alicaídos gobiernos aliados.

Maduro fue hasta el momento el mejor discípulo y exégeta de Chávez, conoce a la perfección el proyecto, se ha vinculado a los demás referentes políticos del Foro de Sao Paulo y lo más preciso: su confiabilidad, fidelidad y disposición absoluta a los mandatos castristas.

Pero, Maduro no tiene el carisma del futuro ex- presidente, ni es capaz de sumergirse en retóricas ni largas cadenas de discursos, no tiene la sagacidad ni la intuición en la toma de decisiones; ni tendrá la convocatoria en la arenga chavista. Eso sí, sabe obedecer órdenes y cumplirlas del mejor modo. Tal vez, en él, no haya ni siquiera convicción ideológica; lo que lo hace aún menos candidato.

Por esta razón, es probable, que en un posible escenario de sucesión presidencial; no sea él quien lidere el proceso de consolidación del Socialismo del Siglo XXI en Latinoamérica.

Quienes podrían ser estos actuales candidatos inspirados por Castro? Quienes podrían apuntalar a Santos en su “Proceso de Paz” que es el nombre con el que se pretende dar a la amnistía y posterior legitimación política a las Farc?  Descartado por ahora el proceso hacia el indosocialismo liderado por Evo Morales y Ollanta Humala: el primero por la altísima conflictividad de su gobierno; el segundo no ha demostrado hasta el momento un compromiso claro hacia el proceso  (si bien se empeña……).

Pepe Mujica no inspira gran confianza en Castro; es incapaz de maquillar los crecientes hechos de corrupción de su gobierno, y trastabilla entre la economía de mercado y los “beneficios” socialistas.

Quedan tres presidentes: Rafael Correa, Dilma Rousseff y Cristina Kirchner. Esta última ha hecho muchos méritos en estos últimos años para ocupar el lugar que podría dejar Hugo Chávez en el liderazgo latinoamericano.

Si bien Argentina hoy enfrenta una alta conflictividad social, C. Kirchner sabe cómo sortearlos judicialmente y con una extraordinaria política comunicacional; empoderando a su égida con la liturgia socialista del siglo XXI . Además, la amplia mayoría de los argentinos verá con buen grado tener el otrora protagonismo peronista olvidado,  con una nueva y renovada Evita, volviendo y siendo millones: una lideresa regional. Después de todo, la revolución bolivariana no termina y bien puede ser también “Sanmartiniana”; el proyecto es la “Patria Grande”.

El ciclo de Chávez se nota agotado pero ya hay sucesor: la cabeza de una revolución que no encuentra una firme oposición en ningún país de América.