GENERAL MEJÍA FERRERO, ¿CÓMPLICE DEL ENEMIGO?
El viejo sueño de Reyes, el Mono Jojoy y Tirofijo se está cumpliendo. Su propósito de penetrar ideológicamente a nuestro glorioso Ejército Nacional y volverlo fiel a la causa criminal cubana, está concretándose. Y condición prioritaria para firmar el adefesio, es el asesinato o el encarcelamiento de Álvaro Uribe Vélez
General Mejía Ferrero, ¿cómplice del enemigo?
El viejo sueño de Reyes, el Mono Jojoy y Tirofijo se está cumpliendo. Su propósito de penetrar ideológicamente a nuestro glorioso Ejército Nacional y volverlo fiel a la causa criminal cubana, está concretándose. Y condición prioritaria para firmar el adefesio, es el asesinato o el encarcelamiento de Álvaro Uribe Vélez, que ha permitido que esto suceda.
Por Ricardo Puentes Melo
Octubre 6 de 2015
Escuchar al general Alberto José Mejía hablar sobre la reestructuración del Ejército es igual que escuchar sobre el mismo tema a los cabecillas de las FARC. Ambos discursos no son otra cosa que el cumplimiento de los propósitos de los terroristas aglutinados en el Foro de Sao Paulo que, desde 1992 dejaron bien claro que para expandir el modelo comunista en Latinoamérica era necesario “reestructurar el Ejército”, “redefinir la misión del Ejército” al mismo tiempo que reeducarán a los soldados para introducirlos en la ideología marxista. Como bien lo aseguró la declaración final de este ente criminal en su cuarta conferencia de 1993 en La Habana: “las Fuerzas Armadas constituyen una de las amenazas más serias a la construcción de la democracia política en Latinoamérica”. Tomas Borge, sandinista y miembro del FSP dijo que “los ejércitos sólo sirven para dar golpes de Estado y para reprimir al pueblo.. son un cáncer en nuestros países… no hay razón para que sigan existiendo..”
El general Mejía, en una entrevista concedida al exministro y periodista Fernando Londoño, repite como fiel discípulo los mismos enunciados:
1.”Hay que reestructurar el Ejército”.
2.Que al reestructurarlo, “será una fuerza más poderosa al servicio de los colombianos”.
3.Que dentro de esta reestructuración hay tres grandes líneas: Plan Diamante, Plan Minerva y Plan Damasco. Estos tres se resumen en que se acabará con la doctrina militar de nuestro Ejército. “No tendremos doctrina política, no estudiaremos doctrina entre izquierda y derecha. No se tocará eso del comunismo..” “El Ejército no puede quedarse con la doctrina del pasado”.”No se estudiará nada de FARC ni de lo que haga Timochenko”. (2)
El general Mejía pretende embolatarnos con palabrería. Un ejército “reestructurado” como lo piden los bandidos comunistas, es –sin eufemismos- un ejército destruido, aniquilado, sometido a los caprichos de los terroristas, anulado para que no pueda seguir defendiendo la democracia en esta patria. ¡Ya sabemos lo que significa “reestructurar” para los narcotraficantes marxistas de las FARC, general Mejía.. No nos engañe…!
Los tales “planes” (Diamante, Minerva y Damasco) son, en lenguaje claro y diáfano, un cambio de doctrina, un giro total hacia la izquierda, tal y como lo planea el Partido Comunista desde que empezó a delinquir en Colombia; tal y como lo ha venido trabajando el PCC junto a las FARC y los demás terroristas, y tal como lo planteó de nuevo el Foro de Sao Paulo en 1992.
Mejía dice que no habrá doctrina ideológica en nuestras Fuerzas Militares porque eso es “pasado de moda”, que el “comunismo es cosa del pasado”, que las FARC no son comunistas ni nada malo.. En fin, en otras palabras, el general Mejía dice que los narcos marxistas de FARC, ELN y otros no son enemigos ideológicos de la democracia, sino apenas un invento de “perros” que ladramos contra lo que se trama en La Habana.
Asegura socarronamente el general Mejía que la doctrina militar no incluirá, ni mucho menos, el tema de la Seguridad Nacional. “la tal doctrina de Seguridad Nacional, yo no sé lo que es eso”, se burla Mejía.
Y cómo va a saber lo que es Seguridad Nacional este general vendido, si, como él mismo reconoció, Alberto Mejía es el “arquitecto”, el ideólogo de este golpe al Ejército Nacional, y que empezó a trabajarlo en forma hace casi cinco años, justo para la época en que el camarada Juan Manuel Santos se posesionó como presidente. Un plan macabro que fueron apuntalando los generales Mantilla, Lasprilla y Rodríguez para entregárselo de nuevo a Mejía, ya como comandante del Ejército. ¡Obvio, todo lo tenían planeado desde Cuba..!
La idea es, como lo ordenan desde Cuba, inyectar la doctrina marxista en nuestros soldados. A eso se refiere Mejía Ferrero cuando dice que “nuestro Ejército será un ejército democrático al servicio de los más altos intereses de la nación”.
¿Cuáles son esos “más altos intereses”, señor general Mejía..? ¿No son acaso los intereses del alto gobierno y de los altos cabecillas terroristas..?
Para algunos de nosotros no fue coincidencia que Timochenko y el general Mejía Ferrero se pusieran de acuerdo para hacer el mismo anuncio de “reestructuración del Ejército” en diferentes escenarios pero a la misma hora. Timochenko desde La Habana y “el Mono Mejía” desde un foro.
Si el “mono Jojoy” estuviera vivo, seguro que estaría abrazándose con el “mono Mejía”, porque un ejército que desconozca al enemigo, sin duda será un ejército arrodillado cuando menos, inútil en la defensa de los colombianos, cómplice de los enemigos de la democracia.
El “Ejército moderno” que está reestructurando Mejía Ferrero no es otra cosa que el establecimiento de las bases para un ejército en poder de los narcotraficantes de las FARC, un ejército de mercenarios que se dedicarán seguramente a cuidar los cultivos de coca de las FARC y a utilizar sus aeronaves de combate para el transporte de droga hacia el exterior. Un ejército comunista, al mejor estilo de Cuba y Venezuela, al servicio de los capos mayores.
El viejo sueño de Reyes, el Mono Jojoy y Tirofijo se está cumpliendo. Su propósito de penetrar ideológicamente a nuestro glorioso Ejército Nacional y volverlo fiel a la causa criminal cubana, está concretándose.
En 1982, Tirofijo dijo que había que “atraer a una parte del Ejército, la Armada y la Aviación hacia la lucha popular”. Para el cabecilla terrorista, quienes se oponían a estos planes era un grupo de Generales dirigidos por Fernando Landazábal Reyes: Lema Henao, Hernando Hurtado, Rodríguez Botiva, Miguel Antonio Guerrero Paz y Forero Delgadillo. Marulanda Vélez aseguraba que estos generales estarían dispuestos a dar un golpe de Estado si Belisario Betancur cumplía su promesa de hacer una paz con impunidad con los narcoterroristas marxistas y entregarles el poder.
Por otro lado, dice Tirofijo en las conclusiones de la Séptima Conferencia de esos bandidos, que para contrarrestar el
grupo de Landazábal las FARC cuentan con el general Nelson Mejía Henao, afín a los propósitos y objetivos marxistas. “Es que no todos los altos mandos son fascistas..”, dijo Tirofijo en 1982, rematando con las palabras que usaría 11 años después el sandinista Tomas Borge, miembro del FSP: “(el ejército) sólo sirve para dar golpes de Estado y para reprimir al pueblo.”
Hace cerca de año o año y medio, tal vez un poco más, nuestro contacto infiltrado en las FARC nos dijo que el hombre llamado a reestructurar el Ejército para convertirlo en un cuerpo armado al servicio de los bandidos, era el general Alberto José Mejía Ferrero, alias “el mono Mejía”, cercano a la ideología marxista y bien apreciado entre los cabecillas de las FARC, igual que su padre Nelson Mejía. Me pareció tan absurda esta afirmación que, por primera vez, pensé que mi fuente estaba suministrándome información errada. En ese tiempo “el mono Mejía” no sonaba ni para jefe de logística. Pero tenía toda la razón.
El plan del Foro de Sao Paulo, que no es otro que el de destruir nuestro Ejército para poder establecer la mafia narcotraficante comunista en nuestro país, está saliendo adelante.
Desde estas páginas hemos advertido, también desde hace años, que para esto los terroristas necesitan además a Uribe muerto o en la cárcel; afirmación que despertaba algunas sonrisas incrédulas incluso entre amigos cercanos. Pero las evidencias cada vez más nos dan la razón. Y el asesinato o el encarcelamiento de Álvaro Uribe es condición prioritaria para que las FARC y Santos firmen el adefesio.
Y con el Centro Democrático, partido creado para salvar a Colombia de las fauces de estos malditos, infestado de marxistas agazapados que esperan el momento adecuado para traicionar la mano que les ha extendido Álvaro Uribe, nos quedan dos últimas esperanzas: Alejandro Ordóñez Maldonado y Fernando Londoño Hoyos.
¡Sálvese quien pueda..!
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com
(1) EL FORO DE SAO PAULO, UN PELIGRO PARA LA DEMOCRACIA https://www.periodismosinfronteras.org/foro-sao-paulo-peligro-para-democracia.html
(2) Entrevista del general Mejía Ferrero en La Hora de la Verdad http://www.ivoox.com/entrevista-general-alberto-mejia-29-de-audios-mp3_rf_8681236_1.html?autoplay=1
CODA: Al momento de publicar este artículo, la Comisión Primera del Senado acababa de aprobar las facultades extraordinarias para el camarada Juan Manuel Santos, muy al estilo de Hugo Chávez. Colombia, cada vez más cerca de convertirse en una republiqueta de los Castro. Los senadores del Centro Democrático, José Obdulio Gaviria, Alfredo Rangel, José Amín Hernández y Paloma Valencia, junto con los del Polo Democrático, se retiraron temprano de la discusión permitiendo la aprobación del adefesio, sin dar la pelea hasta el final
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