LA PATRIA Y EL EJÉRCITO ESTÁN SIENDO TRAICIONADOS POR UN GENERAL DE LA REPÚBLICA
LA PATRIA Y EL EJÉRCITO ESTÁN SIENDO TRAICIONADOS POR UN GENERAL DE LA REPÚBLICA
Nos llega otro importantísimo testimonio de un miembro del Ejército. En éste nos aclara muchas dudas de lo que está sucediendo en el interior de la Institución. El correo que nos llega es como sigue:“Señor periodista: Soy militar y me siento orgulloso de serlo. Para muchos compatriotas civiles es difícil de entender estas palabras y el profundo significado que tienen en la vida de los verdaderos soldados de Colombia. Pero le diré que gracias a este honor que llevamos en la sangre, es que no abandonamos nunca el juramento que hicimos de defender nuestra querida Patria.
Quiero explicar un poco más en detalle, y para que los colombianos nos entiendan, lo que significa ser militar. Le agradezco que publique lo que los grandes medios de comunicación no quieren o no les conviene difundir.
En la adolescencia cuando muchos jóvenes desean una vida llena de aventuras libres y con más ganas de divertirse que de servirle a la patria, algunos pocos jóvenes, imberbes aún, toman la decisión de estudiar para trabajar y servir a la patria; ellos sacrifican la vida rutinaria de universidades, los fines de semana, las comodidades que les brindan en el hogar materno, y deciden ingresar al alma mater del EJÉRCITO NACIONAL, después de una estricta selección donde se estudian los valores morales, de familia, sociales, académicos. Son muchos los llamados y pocos los escogidos en la ESCUELA MILITAR DE CADETES. Al decir del ex presidente Alberto Lleras Camargo, se seleccionan “…los mejores, los más rectos, los más justos” para que sean ellos quienes “establezcan el equilibrio cuando sea menester”. Por eso, ser cadete es un magnífico nombre que demanda luchar y vencer, “libremente escógelo el hombre que en su orgullo no supo temer”.
Una vez se ingresa a la Escuela Militar a la par de que se enseñan los más profundos valores religiosos, como es el respeto a Dios sobre todas las cosas, también se enseña, inclusive antes de aprender a marchar, el Código de honor del cadete y la hermosa frase que con la que se identifica a nuestro Ejército Nacional: PATRIA HONOR Y LEALTAD.
Con este código de honor y con el lema de nuestro Ejército se forma al cadete para ser un excelente subteniente y ya con este su primer grado como oficial del Ejército se empieza a hacer realidad el sueño que se tuvo cuando se tomó la decisión de ingresar a la Escuela Militar de Cadetes. La meta es llegar después de tres décadas a alcanzar el futuro laurel que lo identifique como General de la República de Colombia.
En este largo recorrido de treinta años el oficial hace carrera y se distingue entre sus compañeros. Algunos sacrifican su propia vida defendiendo la patria y continúan su carrera con Dios, el Dios de los Ejércitos; otros sucumben en el intento y toman la decisión de retirarse, mientras que otros más, por muchos motivos, son retirados de la institución y varios son víctimas de la guerra jurídica que azota al país. Pero muy pocos llegan al último año del grado de Coronel y, en una selección estricta efectuada por quienes han sido sus superiores a lo largo de los 30 años, en pocas palabras, por selección de quienes han alcanzado el grado de General, después de un análisis minucioso de toda su hoja de vida, de toda su trayectoria militar, familiar y social son seleccionados para ingresar al curso de Altos Estudios Militares, un muy pequeño pero selecto grupo Coroneles los cuales después de este año de estudio también presentan al Honorable Congreso de la Republica, su hoja de vida donde, si es aprobado por el congreso pasa a sanción presidencial la aprobación de ascenso al Grado de Brigadier General. Como se ha explicado, son treinta años de carrera para llegar hasta este solemne momento.
Después de describir brevemente cómo se llega a ser un señor General, no tiene explicación alguna que una persona que ha entregado su vida a la patria, al Ejército al que juró servir desde que inició la carrera militar desconozca el Código de Honor del cadete y la misma frase que identifica al Ejército Nacional y con la cual se le hacen Honores a los señores Generales PATRIA, HONOR, LEALTAD.
Es por ello que no se entiende en el interior del Ejército, es una verdad de a puño y un secreto a voces entre los oficiales, suboficiales de todas las graduaciones, soldados y civiles, cómo el Señor CARLOS ARTURO SUÁREZ BUSTAMANTE, hoy ostente el grado de Mayor General. Nadie se explica cómo fue seleccionado en su momento por los señores Generales que recomendaron su ingreso al Curso de Altos Estudios Militares y, lo más inexplicable, cómo este individuo sin importar su condición ha hecho que el Ejército le sirva a sus intereses personales y familiares antes que el servirle él a la Institución.
Nadie entiende cómo una persona respetada en el Ejército, y no precisamente por su liderazgo y pulcritud (la cual es bastante dudosa), sino por el temor ampliamente fundado y con sus actuaciones de deslealtad hacia la fuerza pública, hacia sus integrantes y, hoy, hacia la misma patria que un día juró defender.
Nadie se explica cómo el señor Mayor General Suárez, se prestó para firmar un informe redactado y escrito por los enemigos de Colombia, por los enemigos del EJÉRCITO, por un grupo de mamertos que defienden a los narcoterroristas de las FARC. Nadie entiende por qué Suárez Bustamante plasmó su firma en un documento que no tiene un solo argumento para inculpar al Ejército Nacional en actividades ilegales. Nadie entiende por qué Suárez Bustamante apoyó con su firma este documento que sirvió como soporte para atribuir a 27 militares la autoría de los mal llamados “falsos positivos”, frase acuñada por los narcoterroristas de las FARC después de los duros golpes recibidos por parte del Ejército Nacional al mando del señor GENERAL MARIO MONTOYA URIBE. Bajo el liderazgo del General Montoya se lograron las capturas, entre otros, de alias Sonia, de alias Simón Trinidad, alias Rodrigo Granda, la muerte de alias negro Acacio, de alias Martin caballero, alias Raúl Reyes, del mismo alias Tirofijo, además de la siempre recordada y gloriosa OPERACIÓN JAQUE. Ante estos duros golpes, las FARC tenían que hacer algo parar esa arremetida que como lo decía el señor General Padilla los puso en la puerta del Fin del Fin.
Es por eso que los narcoterroristas de las FARC tenían que inventarse algo y como militarmente no podían y estaban destrozados, buscaron frenar las operaciones del Ejército Nacional en contra de sus escasos militantes y de su fuente de financiación: el narcotráfico. Consecuente con esto, los ideólogos de las FARC apoyados por un grupo de mamertos, se inventaron la frase de “falsos positivos” para desmoralizar al Ejército.
Ante el rechazo General del país hacia estos terroristas, tenían que buscar a alguien, a un idiota útil que desde el mismo seno del Ejército denunciara y acuñara esta frase para hacerla creíble ante la opinión pública nacional e internacional, y quien más, tenía que ser un General en actividad, un General que se dejara influenciar, una oficial desleal, una persona deshonesta, un hombre a quien alabándole su propio ego se dejara inflar como globo y fuera capaz de vender su alma al diablo con el fin de lograr sus propios intereses en una actitud sin duda maquiavélica.
Es por ello que es válida la pregunta en el seno del Ejército, los de antes, los de ahora y los que vienen en las escuelas de formación: ¿Por qué el señor CARLOS ARTURO SUÁREZ BUSTAMANTE es hoy Mayor General..? Yo agregaría otras:
-¿Cómo hizo para que lo ascendieran a subteniente si quedo retardado de su propio curso siendo alférez..?
¿Cómo no tuvieron en cuenta sus recordadas faenas de subteniente y teniente en estado de embriaguez..?
¿Cómo no tuvieron en cuenta que, cuando en el grado de capitán y de mayor en la Escuela Militar, llegaba borracho a las 02:00 de la mañana a levantar los alféreces y cadetes haciendo un espectáculo bochornosamente reprochable, ridiculizando el uniforme y las insignias de un oficial del Ejército..?
¿Cómo no recordar que cuando fue comandante de dos unidades de Infantería en el Magdalena Medio, se reunía (esas reuniones hoy siguen siendo comentadas en la zona) con distinguidos jefes de autodefensa hoy encarcelados, o mejor aún extraditados..?
¿Por qué no se investigó que en sus periodos de comandante de Batallón no dio resultados con dos unidades de combate..?
¿Por qué no se investigó cómo hizo para reportar la baja de un bandido del ELN, en el mes de septiembre de 1996 cuando era comandante del Batallón Bárbula, por qué no se investigó cómo hizo para encontrar éste guerrillero del ELN en Puerto Boyacá a quien dieron de baja portando un revólver..?
¿Por qué nadie ha investigado cuando, siendo Coronel, tomó por su cuenta la contratación en la escuela de suboficiales, en el centro nacional de Entrenamiento y todo se compraba adjudicando a dedo los contratos a un amigo suyo de grado sargento retirado, con contrataciones hechas con base en la autoridad y respeto que le da al comandante así no fuera el Ordenador del gasto…?
¿Por qué nadie ha investigado cómo, siendo Brigadier General, presentó los peores resultados al mando de la Brigada Contra el Narcotráfico..?
¿Será que no le interesaba combatir al narcotráfico ni tampoco a las FARC, al ELN, ni a la autodefensas, y se dedicó a cuidar el puesto sin arriesgar, exigiendo a todos los subalternos cumplir al pie de la letra todos los manuales y reglamentos de guerra, presentando las proyecciones de las operaciones en power point ante un escenario que, al terminar, suministraba completamente esta información al enemigo…?
¿Por qué no se ha investigado cómo, cuando era Comandante de la Quinta División, daba órdenes sobre a quién se le debía comprar todo lo que necesitaban las unidades de su jurisdicción..?
¿Sería por esto, que un fotógrafo terminó vendiendo repuestos de automóvil y que el famoso sargento amigo de Tolemaida vendía los víveres y elementos de incorporación mediante contrataciones directas, mientras que el señor Luis Enrique Aranzalez, reconocido vendedor de fritanga en la plaza la 28 de Ibagué terminó vendiendo la ropa que se le suministra a los soldados en los licenciamientos…?
¿Por qué no se ha investigado cómo el señor CARLOS SUAREZ, padre del Señor General en la cuarta Brigada de Medellín, recibió hasta el momento de su muerte todos los servicios médicos de la mejor calidad y en las mejores clínicas de Medellín, cuando este señor no tenía derecho a ello por ser una persona pensionada…?
Además, ¿Por qué el Batallón Bárbula presta seguridad a una finca de una señora que supuestamente invadió en 1996 predios del Batallón con autorización del comandante..? ¿ Por qué nadie investiga la razón por la cual hoy, por orden de ese mismo comandante hay que cuidar esa finca por las varias centenas de cabezas de ganado (incluyendo búfalos), que todo el mundo sabe son de propiedad del señor General Suarez..?
Es menester recordarle al señor General que el líder habla con los subalternos, el comandante habla con sus hombres y no los envía a la guillotina después de decirle “amigos”.
¿Cómo es posible escuchar de boca un General de la Republica, propiamente del General Suárez Bustamante, la frase: “Cuando una unidad presenta a un terrorista dado de baja en combate con un revólver es muestra que no hubo combate…”
¿Acaso todos los terroristas andan con fusiles, señor General..?
Hay que recordarle al señor General que las FARC, el ELN y las autodefensas son grupos irregulares, y que Colombia vive un conflicto no convencional. O es que el disparo de un revólver o de una pistola o, peor aún, de un arma ‘hechiza’ o changón, de las que usan estos grupos terroristas, no causan heridas..? ¿No hiere una mina antipersona ni ha matado tantos y tantos soldados..? Sería bueno, señor General Suárez, que visitara el panteón militar o el batallón de sanidad y averiguara cuántos de los soldados de Colombia han muerto o han sido heridos por armas no convencionales mientras que sólo una minoría ha sido afectada con armas convencionales.
Es muy desconcertante escuchar al General Suárez Bustamante cuando asegura que todo militar que tenga una investigación en la fiscalía o procuraduría debería ser destituido. Desconcertante, porque él bien sabe que, cuando se presenta una muerte en combate, toda la patrulla que participó en la operación debe ser investigada, lo cual no significa que los hombres sean condenados. Según este concepto, quienes dieron de baja a alias RAÚL REYES deben ser destituidos, o los pilotos de los aviones de la FUERZA AÉREA que bombardearon el campamento de las FARC el 31 de diciembre deben ser retirados y condenados.
Es sintomático, señor periodista, que la revista Semana asegure que este señor es el único General pulcro y lo alabe, cuando lo que está haciendo en su mentalidad maquiavélica es traicionar al país, vender al Ejército y vender su alma al diablo con el fin de lograr ser comandante del Ejército Nacional, lo cual muy seguramente lo será pero no por merecimiento, no por respeto, no por autoridad moral sino por un favor que le hizo a las FARC: Prestarse en medio de su ignorancia para atacar jurídicamente a sus subalternos, a quienes lo han llevado al sitio donde está hoy.
Es inconcebible que esta misma revista Semana describa al General Suárez Bustamante como un héroe, atribuyéndole la coautoría de la Operación Jaque y la Fénix, ¡cuando este señor ni idea tenía de eso…! Estos fueron logros, sin duda y sin objeción porque a ‘todo señor todo honor’ y ‘al cesar lo que es del cesar’, del General Montoya.
Yo quiero decirle al General Suarez que un Comandante nunca abandona a sus hombres, y también quisiera recordarle que un día, al preguntarse: “Juráis a Dios y prometéis a la Patria defender esta bandera hasta perder por ella vuestras vidas, y no abandonar a vuestros jefes, compañeros y subalternos en acción de guerra y en cualquier otra ocasión ?” él dijo que “si juro..!”. ¿O sería que no asistió a esta ceremonia en la escuela por haber perdió materias y estar retardado, como siempre…?
Lo mejor que les puede suceder a las FARC es que al General Suarez lo nombren Comandante del Ejército, ya que de inmediato una gran cantidad de excelentes oficiales se retirarían y, además, los que quedan no combatirían por temor que su propio comandante los envié a una cárcel por 40 años gracias a esa guerra jurídica de la cual el General Suárez se vanagloria en sus comentarios diciendo que es él quien ha hecho retirar al mayor número de oficiales y suboficiales del Ejército en toda su historia, sin previa investigación alguna claro está, sin motivo o por no haberse prestado a cumplir sus ordenes en cuanto a contratación se refiere.
Sería bueno recordar al señor General Suarez el código de Honor del soldado
1.Como Soldado de la Patria: me comprometo solemnemente a profesar lealtad y fidelidad a Colombia y a mi Ejército, en defensa de la República, la libertad y la democracia.
2.El honor será mi primera virtud militar y mi fuente de inspiración. Observaré disciplina en todo lugar y circunstancia.
3.Por vocación, soy y seré un Soldado leal con espíritu de servicio. ¡Mi Ejército nunca se avergonzará de mí!
4.Seré justo en mis decisiones y prudente en el uso de la fuerza.
5.Cultivaré la honradez y la sobriedad, y seré vigilante, frugal y trabajador constante en mis deberes y asuntos.
6.Jamás divulgaré información que me haya sido confiada, y guardaré silencio y reserva sobre los asuntos del servicio.
7.Combatiré con valor, coraje y ánimo sereno, y sin esperar más recompensa que la de saber que cumplo la voluntad de Dios, lograr la grandeza de mi Patria y la gloria de mi Ejército.
8.No abandonaré a mis superiores, compañeros o subalternos en acción de guerra ni en cualquier otra ocasión.
9.Seré magnánimo en la victoria y orgulloso en la derrota honrosa.
10. Seré moderado, generoso y compasivo con el enemigo rendido o capturado. De caer prisionero o ser secuestrado, continuaré resistiendo por todos los medios disponibles y haré todo lo posible por escapar y recuperar mi libertad.
Gracias, señor periodista, por publicar esta carta. Como le dije antes, a los grandes medios de comunicación no le interesa o no les conviene que esto se conozca..”
Enero 7 de 2010
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