LA TERCERA VÍA SIGUE HUMILLANDO AL EJÉRCITO COLOMBIANO

LA TERCERA VÍA SIGUE HUMILLANDO AL EJÉRCITO

Nos extraña que ni el ministro Rodrigo Rivera ni su viceministro Rafael Guarín, quien se proclama como defensor del ejército en derecho, se hayan manifestado en contra de este ignominioso golpe a la moral de la tropa

Por Ricardo Puentes Melo

Octubre 11 de 2010

Yo no me explico cómo ciudadanos bien informados votaron por el doctor Juan Manuel Santos, heredero no reconocido de Alfonso López Michelsen, un viejito sinvergüenza que se defecó encima del partido Liberal guiándolo hacia los laberintos del comunismo que, cual medusa, tiene su cabeza llena de cientos de serpientes de diversos nombres, uno de los cuales es el MRL lopista, y otro –evidentemente- la Tercera Via, santista ella y con genes de Tony Blair. (¡Pregunten en el Reino Unido que opinan hoy de la tercera vía…! ¡También pregunten a los españoles..!)

El argumento con el que me consuelo por tamaña idiotez, es que hasta el mismísimo Álvaro Uribe fue engañado por el camaleónico candidato. Por supuesto, por vainas de la política que entiendo pero no comparto, el ex presidente no enfrentará a Santos de manera abierta, a menos que sea absolutamente necesario.

El regreso de Uribe puso a temblar a Santos y a Juan Camilo Restrepo, quienes vieron tambalear su “Ley de Tierras” que pronto entrará a discusión en el Congreso y que será destinada –ojo con esto- a quitarles tierras a los enemigos del gobierno Santos, y a dejarles quieticas las que pertenecen a los de la cofradía del póker, es decir, a los amigos del poder. Ya muchos sabemos de las enormes extensiones que en la sabana de Bogotá tienen el doctor Juan Camilo Restrepo (quien fuera candidato propuesto por las FARC) y su digna señora, la periodista javeriana María Teresa Herrán, reconocidísima antiuribista, igual que su digno esposo.

Pero nuestro asunto de hoy no es sobre los latifundistas que no serán tocados durante el gobierno de Santos. Lo de hoy es sobre nuestra idiotez y las humillaciones que el gobierno de Santos le sigue propinando a nuestro ejército nacional.

No le bastó nombrar a Sergio Jaramillo, el amiguito del guerrillero Ploter, en un superpoder inventado exclusivamente para que este señor –junto con su amiguito, el guerrillero desmovilizado- sigan haciendo de las suyas en contra de las fuerzas militares y a favor de su propio pecunio.

Tampoco fue suficiente con ratificar al general Suárez Bustamante, ficha de Piedad Córdoba, Iván Cepeda y, en general, de la izquierda en el Ejército.

Resulta que todos los años, para el mes de octubre, los generales de las Fuerzas Armadas se dan cita en Bogotá para seleccionar los coroneles que harán curso para generales, en el CAEM. De 30 ó 40 coroneles, se escogen 8 ó 9.

Los generales escogen sus candidatos, los pasan al comandante general, y éste al ministro. Los elegidos entran al CAEM, de donde saldrá –en cinco o seis años- el próximo comandante del ejército. Hasta ahí, todo normal.

Lo anormal… lo aberrante del asunto, es que este año, el 15 de octubre, quien presidirá la reunión del ejército no será el general Navas, a quien le correspondería este honor, sino Carlos Suárez Bustamante, el gran calumniador del ejército, el que ha entregado a nuestros soldados y oficiales a la ignominia que les montó el comunismo para vengar sus golpes a la guerrilla y el narcotráfico, y para seguir las directrices del Foro de Sao Paulo acerca de “purgar” a los ejércitos latinoamericanos de hombres patriotas, y reemplazarlos con serviles del socialismo, como lo es Suárez Bustamente, alias La Machaca.

Esto significa que quien escogerá a los próximos generales del ejército, Suárez Bustamante, se asegurará de elegir muy bien a coroneles de su línea de pensamiento afín al Socialismo del siglo XXI.

Consultamos a varios analistas militares, y ellos nos confirmaron que el hecho de que Carlos Suárez Bustamante presida la reunión, no solamente es un evento muy extraño, sino que lo calificaron de totalmente monstruoso y humillante para quien debería tener ese honroso deber: el general Alejandro Navas.

¿Quién puso a La Machaca en ese inmerecido trabajo? Obviamente el presidente Juan Manuel Santos, quien siempre ha protegido al general Suárez y quien lo mantiene en servicio activo a pesar de que ya debería haber sido llamado a calificar servicios (otro fenómeno que patrocinó Santos).

Nos extraña que ni el ministro Rodrigo Rivera ni su viceministro Rafael Guarín, quien se proclama como defensor del ejército en derecho, se hayan manifestado en contra de este ignominioso golpe a la moral de la tropa, otro golpe que se suma a paliza que le viene propinando Santos desde sus tiempos de ministro.

Octubre 11 de 2010