Bajo el proceso de paz de Juan Manuel Santos, con las Farc en Cuba en presencia del inefable negociador Humberto de la Calle, por todo el centro de la calle, en una de las primeras reuniones se puso al mapa de Colombia como si fuera una tabla de yahé, esparcieron un polvo blanco con una pócima sobre todo el mapa con el objetivo de adormecer al ingenuo pueblo colombiano.
Recientemente Comfama, una tradicional caja de compensación familiar en Antioquia bajo la dirección de su director el Dr. David Escobar Arango, convocó a un evento de brujería ancestral. A una feria de brujería ancestral. La reacción en Antioquia ante esta blasfemia y adefesio ha sido sorprendente porque el origen de las cajas de compensación fue, y es, precisamente, la defensa y protección de la familia con el objetivo que esas familias pudieran acceder a la educación, salud, vivienda y, hoy en día, turismo y bienestar familiar.
La bazofia de Petro permanente realiza eventos de brujería ancestral en la misma casa de Nariño de tal forma que a todo funcionario que ingresa al Petro caos es obligado a un rezo ancestral. Durante la primera semana de su gobierno, la entonces decreciente ministra de Minas y Energía Irene Vélez realizó una olla con toda clase de pócimas comunitarias en el Congreso de la República.
En la plaza de Bolívar permanente se ven rezos ancestrales.
¿Recuerdan el día de la posesión de Duque, el ventarrón que ocurrió?
Por lo anterior, me pregunto si a Colombia se le metió el diablo o estamos ante un escenario donde las fuerzas del mal le están ganando la partida a las del bien.
Desde el primer día del 2026 y antes de que la casa sea habitada por el nuevo presidente, el padre Chucho deberá ser invitado a realizar un exorcismo a la Casa de Nariño.
Puntilla: ¿Se acuerdan de Chávez, su santería con Bolívar y de cómo terminó?