LOS DESPILFARROS DE LA PANDILLA DE LA GENTE ‘DIVINAMENTE’ DE COLOMBIA
De la pandilla Santos-Furmanski también son miembros activos Alberto Casas, quien promueve la candidatura de Iván Duque, antiguo amigo y discípulo de Juan Manuel Santos. También está María Emma Mejía, todos de esa izquierda gourmet, que es la verdadera izquierda, la de la cúpula, la causante de todos nuestros males
Los despilfarros de la pandilla de la gente ‘divinamente’ de Colombia
De la pandilla Santos-Furmanski también son miembros activos Alberto Casas Santamaría, quien promueve la candidatura de Iván Duque, antiguo amigo y discípulo de Juan Manuel Santos, y María Emma Mejía, todos de esa izquierda gourmet, que es la verdadera izquierda, la de la cúpula, la causante de todos nuestros males
Por Ricardo Puentes Melo
Diciembre 30 de 2016
Mientras los niños guajiros se mueren de hambre y sed, la pandilla de Juan Manuel Santos sigue mamando el erario ante la vista de los colombianos que no se dan cuenta de que los despilfarros de los gobernantes y su camarilla de sinvergüenzas son pagos por cada bolsillo de cada colombiano.
Nadie se asombró demasiado cuando “Tutina” de Santos se compró (con nuestro dinero) cortinas por valor de más de 600 millones de pesos. Tampoco el escándalo pasó de twitter cuando se supo que el presidente estaba regalando a sus invitados almendras que había adquirido a 15 millones de pesos. Y ahora seguro que la cosa de los 12.400.000 en veinte pisapapeles, a razón de 620.000 cada uno, no pasará de ser una anecdótica travesura de nuestro presidente camarada Nobel de paz. (Ver contrato acá: galena-contrato-pisapapeles)
Este contrato de los pisapapeles se hizo con Galena,S.A, empresa a la que ya han contratado para cosas como asesoría en “los servicios profesionales y de apoyo a la gestión, para el diseño, producción y empaque de obsequios protocolarios”, por valor de 37 millones de pesos en 15 días. O este otro de “apoyo a la gestión” para la misma cosa, por valor de 5 millones de pesos en 8 días. Es decir, a esta gente le pagan casi dos millones de pesos diarios para que asesoren al presidente sobre cómo debe empacar los regalitos para sus amigos. (Ver los contratos acá: galena-37-millones-15-dias y galena-5-millones-8-dias)
Galena S.A. es de propiedad de los Furmanski; Alberto, nombrado embajador en España, y su esposa Aida Vivian Lechter de Furmanski, quien antes también fuera nombrada por Santos como gerente de Artesanías de Colombia. Galena comenzó como una empresa de responsabilidad Limitada, teniendo como socios a Elsy Grossman, esposa de Mauricio Grossman, y éste, a su vez, familiar cercano de Isaac Lee, presidente de Noticias de Univisión. Los Grossman se retiraron de la sociedad hace mucho.
Los Furmanski y los Santos han sido amigos de toda la vida. Junto a Ernesto y Daniel Samper Pizano, John Sudarski y su esposa Aseneth Velásquez, los Amaral, Patricio Samper Gnecco (primo de Ernesto y Daniel) y su esposa Genoveva Carrasco de Samper (ambos fallecidos; ella, trágicamente), y otros más, conformaban el grupito de amigotes que salían juntos para todo lado y se la pasaban para arriba y para abajo agarrados de la mano. Al grupillo se integrarían poco después Julio Sánchez Cristo y su esposa Letty Martelo, Andrés Jaramillo y su esposa Stella Ramírez. Andrés Jaramillo es el de “Andrés Carne de Res”, quien cuenta que fue disparado a la fama por Felipe López, el dueño de la Revista Semana, cuando la verdad es que él ya formaba parte de esa gente ‘divinamente’ por su amistad con Furmanski y Grossman. Nuestra fuente nos dice que Jaramillo era socio con Furmanski y Grossman en “Up and Down” y otros negocios varios. En Up and Down era donde llegaban todos los narcos de esos años ‘mágicos’ en Colombia.
Allá a ese bar llegaba una comitiva de enanas a hacer shows pornos para los clientes exclusivos, y esa ramplonería les causaba enorme placer erótico a los asistentes traquetos del bar, asiduos de la red de prostitución que, bajo cuerda, se movía en esos lugares y tiempos. Por supuesto, los esmeralderos amigos y socios de Furmanski iban por allá también. Ese cuentico chimbo de Andrés Jaramillo, de que levantó su negocio de la nada y que empezó muy pobre y como en una enramada, todavía causa divertidas risotadas a la pandilla de la gente divinamente.
(NOTA ANEXADA) Andrés Jaramillo nos dijo lo siguiente al respecto: “Lamento comunicarle que tal inspirador (de Up and Down) sólo tiene nexos con el suscrito en cuanto podríamos ser algo así como tocayos: el señor Andrei Peter Farkas es el único y verdadero gestor de dicho lugar amenizado con las delicias que usted relata. Su fuente miente: jamás he sido socio de Farkas ni Furmanski. Grossman fue socio en un porcentaje muy pequeño por una corta temporada al final de los 90s en “Andrés”, en razón a la búsqueda de unos pesos que me permitieran salir del país, en caso dado, por las particulares condiciones de inseguridad que vivimos en esos años donde todos los colombianos éramos presa de chantaje en mensajes enviados desde las cárceles por los malandros de la época. A los pocos meses recompré dichas acciones. He sido amigo de Farkas, Furmanski y Grossman, casi nada con De la Rosa, y de algunos de los mencionados por usted en su panfleto, con algunos de abrazo y con otros de beso que no entiendo porqué (sic) razón llama usted “pandilleros de izquierda gourmet”, como si usted perteneciera a alguna asociación de hermanitos de la caridad que no permite pensar diferente“. Y agrega que Furmanski “es mi amigo del alma“.
El asunto es que la balacera en Up and Down se debió a que un hampón le agarró las nalgas a la mujer de otro bandido y se armó el tiroteo, con muertos y todo. Desde ahí, el bar empezó a decaer y surgieron problemas entre los socios. Se cerró la sociedad y vendieron el bar. Julio Sánchez aún no formaba parte del combo -llegaría a finales de los 80 y principios de los 90-, y los lazos se darían por la amistad de Letty Martelo con Aida Furmanski. A Julio, los Furmanski le enviaban regalos costosos, le hacían invitaciones, lo consentían como se debe consentir a un periodista prestigioso y poderoso.
Furmanski y sus hermanas heredaron enormes terrenos en los cerros orientales de Bogotá. Él siempre atendió a los presidenciales y a los candidatos a la alcaldía de Bogotá para que le ayudaran a urbanizar Sierras del Chicó y Chicó Oriental No. 2, que abarcan todos los cerros desde el Cantón de Caballería hasta el Seminario Mayor, enormes extensiones de tierra en el más selecto y exclusivo sector de Bogotá que no se han podido urbanizar como Furmanski quisiera porque la Sociedad de Ornatos y Mejoras de Bogotá no lo ha permitido aduciendo que es el pulmón de Bogotá. Habrá que esperar y ver si meten sus fichas ahí, porque ningún Alcalde pudo colaborarle a Furmanski en eso. Ni Jaime Castro, ni Pastrana, ni Mockus, ni Sammy Moreno (De Peñalosa, dice el amigo de los Furmanski que “No recuerdo si también a Peñalosa lo ayudaron, pero sí recibió plata del grupo Sanford, relacionado con Furmanski”). Tampoco pudieron ayudarlo los presidenciales a quienes aportó a sus campañas. La firma de abogados para todas estas cosas de la urbanización era la de Juan Manuel Prieto, amigo desde la infancia de Juan Manuel Santos y, también, de Carlos Umaña, éste, a su vez, socio y director de Brigard Urrutia, de donde ha sido socio también Francisco Uribe Noguera, hermano del pedófilo violador y asesino de la pequeña niña Yuliana Andrea Samboní. Toda gente divinamente.
Como se ve, los Furmanski han sido gente ‘divinamente’, muy queridos en la sociedad criolla, faranduleros a morir. Dicen nuestras fuentes que ellos ayudaban en esos años 80 a Juan Manuel Santos y a Ernesto Samper con colectas y subastas de obras de arte. Con amigos esmeralderos y de otros “negocios varios” la ayuda no sería tan difícil de conseguir. Se calcula que para Santos y Samper se llegaron a hacer colectas de hasta 50 mil dólares mensuales para cada uno. El destino de estos dineros no los conocemos, pero todo eso lo manejaba Patricio Samper.
La pandilla de gente ‘divinamente’ lleva más de 30 años nutriéndose unos a otros, ayudándose, dándose embajadas, emisoras, medios, publicidad y contratos de todo tipo con dineros públicos. El primero de ellos en llegar a la presidencia fue Ernesto Samper, aunque ya otro de la cuadrilla de Furmanski lo había logrado: Alfonso López Michelsen.
Durante el gobierno de Samper, mientras Enrique y Juan Manuel escribían en contra del narcopresidente, los fines de semana o cuando la ocasión lo ameritara, se iban a tomar whiskey o decían: “¿A dónde nos vamos a escuchar vallenato hoy?” y agarraban en un avión privado para Montería, Valledupar o la Guajira. Ni durante la presidencia de Samper ni ahora en la del otro de la pandilla, han salido de Hatogrande ni de la Casa de recreo presidencial en Cartagena. Los helicópteros de las FFMM son usados por “tutina” y las señoras ‘divinamente’ para ir de paseo a Caño Cristales o a donde se les antoje, en cualquier lugar exótico de Colombia, hacer un picnic, tomar unos ‘drinks’, y hablar de los ‘tinieblos’ de aquellas que los tengan.
Las reuniones de la pandilla ‘divinamente’ eran de toda índole. Y hace años las hacían en la casa de Furmanski. Allá iban los Santos con sus esposas, excepto Felipe. Fue en la alcoba de Alberto y Aida donde Enrique pidió a sus amigos que le aconsejaran cómo decirle a su hermano Felipe sobre la traición que le venía propinando. Tan de confianza era la pandilla de la gente ‘divinamente’, que allí en esa habitación, con whisky untado con otras cosas, mientras oían música, decidían qué hacer y qué no hacer con las personas. Allí se definía la ruina y el éxito, la ayuda o el ataque, hasta la vida y la muerte.
Con el tiempo también llegaron al combo Fernando Lastra Aritio, quien fuera gerente del grupo Santillana y ahora de los directivos del Grupo Prisa (Santillana, Diario El País de España, Carvajal, Editorial Norma, Caracol, etc), e Isaac Lee, de Univisión. El amigo de ellos nos cuenta que Isaac llegaba siempre armado la oficina del centro, donde manejaban la exportación de esmeraldas, y “desde el piso noveno apuntaba a los que él llamaba “desechables”, es decir, recicladores humildes, y riendo, hacía mímica de dispararles”. Por la misma época se hicieron íntimos con Yamid Amat, tanto que hoy en día Amat Jr. es del combito de Martín, el hijo malandrín del camarada Nobel.
De la pandilla ‘divinamente’ de Furmanski-Santos también son miembros activos Alberto Casas Santamaría, quien promueve la candidatura de Iván Duque, antiguo amigo y discípulo de Juan Manuel Santos, y María Emma Mejía, todos de esa izquierda gourmet, que es la verdadera izquierda, la de la cúpula, la causante de todos nuestros males.
Así que no es de extrañar estos contratos torcidos. De extrañar sería si en Galena S.A., no metieron a las señoras ‘divinamente’ de Julito, de Enrique Santos, Andrés Jaramillo, Grossman, y hasta del mismísimo Juan Manuel Santos, con tercerías, por supuesto.
Si se mira el contrato de estos pisapapapeles, así como los de las asesorías para empacar regalos, vemos la rúbrica de Gloria Inés Muñoz Manrique. Ella fue
toda su vida asistente de Furmanski, y posiblemente la pusieron ahí a firmar los chanchullos de este gobierno ratero y ramplón.
De esos años puede venir la amistad de Santos con el otro esmeraldero, Víctor Carranza. Y de esos años ha podido ser la relación con Mancuso, con quien iba a casar patos y patas en Montería. Uno de los acompañantes recuerda que Santos hasta para eso era tramposo. “No cazaba ni un pato. Todos los mandaba comprar y los tenía listos para mostrar al final de la jornada. Lo mismo hacía en España, cazando venados..”
Pues bien. Como lo mencioné en un artículo anterior, ser robado por gente “divinamente” es un honor que cuesta, y los colombianos parecen estar agradecidos de ser pisoteados por esta pandilla con alcurnia de medio pelo.
¿Y la oposición? Nada. Sacando adelante la candidatura del delfín de Santos, el infante de la Fundación Buen Gobierno, el que defiende los intereses de George Soros en Colombia: Iván Duque.
Ruego a Dios para no aparecer en el temido computador de Alberto, en la lista de quienes luego aparecían fallecidos. !Qué susto!
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com
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(1) http://www.semana.com/edicion-30-anos/articulo/andres-jaramillo/263379-3
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