LOS PACTOS DE LA IZQUIERDA, POLÍTICOS Y MAFIA

Juan Manuel Santos, un político liberal de poca monta que llegó a ser presidente gracias a la unción de Álvaro Uribe Vélez, se aliaría con el cartel de drogas más peligroso y poderoso del mundo: Las FARC. Colombia siempre ha estado al borde del abismo. Pero todo indica que esta vez la oposición será la que nos dé el empujón final al infierno castrocomunista

Santos, Angelino y Petro. Angelino fue, también parte del proyecto político del M-19

Los pactos de la izquierda, políticos y mafia

Juan Manuel Santos, un político liberal de poca monta que llegó a ser presidente gracias a la unción de Álvaro Uribe Vélez, se aliaría con el cartel de drogas más peligroso y poderoso del mundo: Las FARC. Colombia siempre ha estado al borde del abismo. Pero todo indica que esta vez la oposición será la que nos dé el empujón final al infierno castrocomunista

Por Ricardo Puentes Melo
Agosto 1 de 2017
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

Cuando se esculcan los orígenes de los males en nuestro país, encontramos indefectiblemente que la falta de valores, promovida y patrocinada por las ideologías de izquierda, siempre han estado ligadas a las desgracias de Colombia.

Durante muchos años, la historiografía que controla los textos de enseñanza en escuelas y universidades, se ha encargado de glorificar a quienes precisamente tienen la mayor cuota de responsabilidad en la lamentable situación del país.

Luis Carlos Galán, aliado de bandidos del ELN, Eduardo Mestre Sarmiento (del proceso 8.000) y Alfonso López M., otro cómplice y beneficiario de la mafia

No es gratuito que la mayoría de presidentes en Colombia hayan sido aliados de las izquierdas marxistas que, a su vez, sembraban de violencia los campos y ciudades. No es tampoco casualidad que esa ideología amoral, patrocinadora del “todo es válido” haya recurrido a la combinación de todas las formas de lucha para lograr establecer el sueño buscado de un poder totalitario que, al mejor estilo soviético y cubano, se apropie de los recursos naturales de un país y de los destinos y libertades del pueblo para transferirlos a un pequeño y selecto grupo de aristócratas comunistas que, una vez llegado al poder, se mantendrá en éste hasta que pueda, mediante la fuerza y el engaño.

El comunismo llega a Colombia en los años 20 y logra penetrar al Partido Liberal que, en ese entonces, encarnaba la rebeldía, la renovación, la reivindicación de las libertades personales. El adoctrinamiento de los comunistas llega a jóvenes que luego se convertirían en los dirigentes políticos de la nación, varios de ellos en presidentes. Ahí estuvieron, entre otros, Enrique Olaya Herrera, Alfonso López Pumarejo y Eduardo Santos Montejo.

Alfonso López Pumarejo, Enrique Olaya Herrera y Eduardo Santos Montejo. Los tres responsables del inicio de los crímenes del comunismo en Colombia

Después de años de control político del Partido Conservador, el comunismo hace un pacto con el Partido Liberal y, al mismo tiempo que infiltran dividiendo el partido del gobierno, arrancan una campaña de desprestigio que lleva a la victoria del Partido Liberal, con Enrique Olaya Herrera a la presidencia. Una vez conseguida la victoria, el Partido Comunista empieza a llamarse como tal y recibe la personería jurídica que le permitiría actuar en la legalidad. Sabiendo que para lograr sus propósitos es necesario destruir las Fuerzas Militares, se da inicio a una sistemática serie de acciones encaminadas a eso. Se reduce el número de efectivos, se les desarma, se les quita el derecho al voto y se les retarda los salarios y la comida para minar su voluntad.

El gobierno de Alfonso López Pumarejo (1934-1938) continuó con ese propósito de desarmar al Ejército y fortalecer al Partido Comunista. En una alianza entre López y el PC encabezan el Frente Popular Antifascista, junto con liberales radicales. En su III Congreso en 1938, nombran como Secretario general al sindicalista Augusto Durán, que lo convierte en Partido Socialista Democrático PSD., y se genera una pequeña disputa interna con Gilberto Vieira hasta el V Congreso de 1947 cuando Vieira es designado Secretario General y retoma la designación de Partido Comunista de Colombia mientras el grupo encabezado por Durán se convierte en Partido Comunista Obrero de Colombia.

Fidel Castro, García Márquez y Alfonso López Michelsen, cómplices del baño de sangre en Colombia

No hay que olvidar que, en los terribles sucesos del 9 de abril de 1948, el Partido Comunista se vinculó con sectores liberales en las manifestaciones populares y una de sus máximas realizaciones fue el intento de instaurar un “soviet” en Barrancabermeja. Y los actores de izquierda dentro del Partido Liberal se aliaron también en el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. López Pumarejo no era querido por los militares y por ello hubo una intentona de golpe de Estado que no culminó con éxito.

El hijo de Alfonso López Pumarejo, Alfonso López Michelsen, fue protagonista de varios escándalos de corrupción y tráfico de influencias, como el escándalo de la Handel que, sin duda, precipitó la renuncia a la presidencia de López Pumarejo.

Este mismo escándalo hizo que López Michelsen sólo comenzara su vida política ya cerca de sus 40 años. En 1959 López Michelsen funda el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) junto a cabecillas del partido Comunista que ya estaban diseñando la creación de las guerrillas marxistas de las FARC, el ELN y el M19, así como del MOEC y otros.

El MRL se declara solidario de la revolución cubana y, en el ataque del Ejército a Marquetalia, se une a sectores del Partido Liberal para protestar contra esa operación.

“Tirofijo” y “Jacobo Arenas”, cabecillas narcotraficantes de las FARC, copartidarios políticos de Afonso López Michelsen

En las filas del MRL militaron bandidos marxistas de las FARC como Juan de la Cruz Varela, que fue congresista y segundo renglón de López Michelsen. Allí estuvieron también Manuel Marulanda Vélez, “Tirofijo”, el cabecilla máximo de las FARC, Jacobo Arenas, otro cabecilla de las FARC; Jaime Bateman Cayón, cabecilla del M.19, los hermanos Vásquez Castaño, cabecillas del ELN, los Larrota, cabecillas del MOEC.

En la creación del MRL también estuvieron ideólogos de izquierda como Gerardo Molina, Indalecio Liévano y el economista de Harvard, Rodrigo Botero quien sería el creador de la famosa “Ventanilla Siniestra”.

Gerardo Molina en su campaña de 1982 con el frente Firmes-M19. Con Adalberto Carvajal, Carlos Pizarro Leongómez,Antonio Navarro,Angelino Garzón y Carlos Bula

Cuando López Michelsen llega a la presidencia (1974-1978) se había ya acusado a su campaña de recibir dineros procedentes del narcotráfico. Sin embargo, para esa época hablar de un problema de “narcotráfico” era un tema más bien bizarro, solo conocido por la CIA, agencia que le manifestó a Henry Kissinger sus preocupaciones para que fueran comunicadas a López Michelsen.

Fue durante este gobierno que Rodrigo Botero, ministro de Hacienda, crea la “ventanilla siniestra”, por medio de la cual se lavaron millones de dólares de la bonanza marimbera y del tráfico de cocaína. Ese flujo de capitales se enmascaró en el mercado del café. El trámite era sencillo: Los dólares obtenidos del tráfico de coca y marihuana financiaban también el contrabando y alimentaron las divisas oficiales del gobierno de López. Para mover el dinero, López prácticamente acabó con los préstamos oficiales, así que los industriales colombianos no tuvieron otra salida que pedir préstamos a los narcotraficantes; a su vez, estos depositaban sus ganancias en la famosa “ventanilla siniestra” del Banco de la República.

En esta “ventanilla siniestra” los narcotraficantes vendían sus dólares sin necesidad de explicar su procedencia. Fueron los años dorados para la mafia, que estaba feliz de la colaboración de los marxistas de élite, ya entronizados en las instituciones.

El capo Pablo Escobar en una sesión del Congreso, junto a César Gaviria Trujillo, otro cómplice

Gracias a la ventanilla siniestra, capos de la mafia como los Ochoa Vásquez, Pablo Escobar, Rodríguez Gacha, Carlos Ledher y Evaristo Porras se convirtieron en los hombres más ricos del país, a pesar de no contar más de 28 años de edad. Fue también durante el gobierno de López, que sus parientes, los Dávila Armenta controlaron totalmente el tráfico de marihuana y dieron el salto al tráfico de cocaína.

Los Ochoa Vásquez, durante el gobierno de López se convirtieron en los dueños de la sexta fortuna más grande del mundo, gracias al tráfico de cocaína hacia Estados Unidos.

Fue también durante el gobierno de López Michelsen que el M19 nació como banda marxista y usó el narcotráfico para su proyecto ideológico, afín al del presidente. Igualmente, las FARC y el ELN se lucraron de esa bonanza, gracias a la ventanilla siniestra, que permitió que los grandes y nacientes capos de la droga les financiaran la ideología comunista a cambio de protección y facilidades para el negocio.

Fidel Castro con el narcopresidente colombiano (hoy Secretario General de Unasur) Ernesto Samper y su familia, en 1995

Tan agradecidos estaban los capos con López Michelsen, por haberlos enriquecido con la “ventanilla siniestra”, que, en las presidenciales de 1982, para la cual se volvió a presentar, los narcotraficantes le aportaron poco más de un millón de dólares a su campaña presidencial. La confesión la hizo Carlos Ledher, quien contó que, además, Ernesto Samper Pizano, siendo coordinador de la campaña, había recibido ese dinero. También contó Ledher que Pablo Escobar había designado a López Michelsen como el padrino político del cartel de Medellín.

Por supuesto, el ex presidente Alfonso López Michelsen negó las acusaciones de Ledher en una carta al diario La Prensa, en mayo de 1995. Pero siempre le quedó muy difícil explicar la presencia de dineros de Pablo Escobar en su campaña, confesión hecha por el propio capo del Cartel de Medellín y, al mismo tiempo, furibundo seguidor y admirador de López Michelsen.

Años después, Ernesto Samper Pizano también recibiría dineros procedentes de los capos de la droga, pero esta vez de los del Valle, los Rodríguez Orejuela. Luego vendría Juan Manuel Santos, un político liberal de poca monta que llegó a ser presidente gracias a la unción de Álvaro Uribe Vélez, y que se aliaría con el cartel de drogas más peligroso y poderoso del mundo: Las FARC.

Y así se relacionan la mayoría de los “padres de la Patria” que pregonan ser “demócratas cristianos”, socialistas, progresistas, furibundos de la Tercera Vía, centro-izquierda, y otros motes más que, a la final, usan todas las formas de lucha -incluidas las armas o el narcotráfico- para llegar a su objetivo: la toma del poder.

Colombia siempre ha estado al borde del abismo. Pero todo indica que esta vez la oposición será la que nos dé el empujón final al infierno castrocomunista.

 

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