MOCKUS Y EL GRAN ATRACO A BOGOTÁ
Esto fue un atraco. El equipo que estuvo metido en esto se embolsilló casi 4 billones de pesos salidos de nuestros bolsillos
MOCKUS Y EL ATRACO A LA EMPRESA DE ENERGÍA DE BOGOTÁ
Al propio MOCKUS lo han oído decir que mientras él se va a encargar de la
educación ciudadana, BARRAGÁN se va a dedicar a administrar. MOCKUS
va a ser el presidente y BARRAGÁN el primer ministro
Revista Semana
No.662 del 10 de enero de 1995
Por Ricardo Puentes Melo
Mayo 6 de 2010
Vimos en el artículo pasado, cómo Rudolf Hommes relaciona a Mockus con César Gaviria, y cómo y dónde transcurrieron las reuniones para planear las privatizaciones que habrían de concretar los neoliberales. Lo extraño del asunto, que nadie más menciona, es que Pepe Douer –el amiguito de César Gaviria y quien le regaló el apartamento donde transcurrían las famosas reuniones- estaba acusado de meterle a sus negocios millones de narcodólares y de evadir impuestos. Claro, con su amigo de presidente, esto era mucho más sencillo. Douer, dueño de Pat Primo, revista Gatopardo, Noticias CM&, Noticias UNO y otros, reconoció haber lavado dinero de los narcos y pagó una multa ínfima por ello; también es amigo de Fabio Villegas el que fuera ministro de Gaviria y luego presidente de Avianca. Ya con el cuadro completo de los amigos de Mockus, Salomón Kalmanovitz, Chaparro, Isaza, Sánchez, Flórez y demás. Mockus es impulsado a la rectoría de la Nacional sin tener los méritos suficientes para ocupar ese cargo que, por derecho y tiempo, le pertenecía a otros hombres inteligentísimos que llevaban varios años en la lista de espera para la ocupar ese puesto.
Cuando Mockus es colocado en la rectoría de la Universidad Nacional, designan a Raúl Barragán como su asesor. Barragán, de hecho, ya venía acompañando a Antanas desde la Vicerrectoría. Barragán, como se mencionó antes, fue siempre considerado como el Rasputín de Antanas. Era su “otro yo”, su sombra y quien manejó totalmente las decisiones de Mockus tanto en la rectoría como al frente de la alcaldía.
Así que mientras se desarrollaban las reuniones para privatizar la banca y los servicios públicos en Colombia –según las directrices de los Rothschild decididas en 1989 para toda América Latina, Mockus empezaba a ser manejado publicitariamente para colocarlo en la Alcaldía de Bogotá. En 1990, César Gaviria anuncia que privatizará Telecom y nombra a una firma subsidiaria de los Rothschild para concretar su promesa, fatídica para los intereses del país.
Ya definido el camino y la persona idónea para lograr la privatización de los servicios públicos de Bogotá –Mockus-, empiezan repentinamente los espectáculos caricaturescos de Antanas: le muestra el trasero a los estudiantes que lo chiflaban por ‘elitizar’ la universidad, enseña sus genitales a otro grupo en Manizales, se mete al Palacio de Nariño con una espada rosada de plástico. La idea era mostrar a la opinión pública un hombre irreverente pero, ante todo, con apariencia de honesto e íntegro. Muy atractivo para una masa ávida de superhéroes, así sean cantinflescos. El genio detrás de esta estrategia fue –hay que repetirlo- Raúl Barragán, un ex asesor de Planeación Nacional, consultor del PNUD, consultor del Banco Mundial y otras organizaciones supranacionales con intereses concretos en privatizar los recursos colombianos.
Entonces, ya determinado que Mockus sería el hombre, deben hacerle todo el boom publicitario para visibilizarlo ante la ciudadanía, fuera de los límites de la Universidad Nacional. Barragán era un maestro para eso.
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