MOVIDAS CHUECAS, ILUSIÓN DE DEMOCRACIA
Sergio Jaramillo, quien se gozó vilipendiando al ejército con el montaje de los “Falsos Positivos de Soacha”, también es muy conocido porque es amigo muy íntimo de “Ploter” un guerrillero de las FARC
MOVIDAS CHUECAS, ILUSIÓN DE DEMOCRACIA
Sergio Jaramillo es autor de otro golpe mortal contra nuestro ejército: la mañosa tesis de Responsabilidad Indirecta, gracias a la cual la Machaca y Padilla de León hicieron su montaje para que los 27 militares salieran del ejército
Por Ricardo Puentes Melo
Septiembre 24 de 2010
Con el discurso de posesión del presidente Santos, con el que le pegó el guantazo en el rostro a Uribe, quedó muy claro que se le estaba dando a beber en público la cicuta execrable de la traición a quien lo llevó a la presidencia con una votación histórica que siempre fue de Álvaro Uribe, a pesar de que Petro diga lo contrario
Si esto hubiera sido la Roma del 44 antes de Cristo, Juanma Junio Brutus le habría asestado a Uribe las 23 puñaladas bien profundas contando con la ayuda de varios miembros del Senado, entre ellos, Tulio Cimber Benedetti.
Afortunadamente esto no es la Roma Imperial precristiana. Aunque aún no se sabe si peores que las puñaladas hayan sido el par de discursitos que el duo Benedetti-Santos planearon para abofetear públicamente al mejor presidente que ha tenido este pobre país.
Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, reza el sabio refrán. Y en menos de un mes Colombia empezó a lamentar no haberse parado de frente contra la corrupta Corte que se limpió el trasero con la voluntad de los colombianos que queríamos nombrar a Uribe para un tercer periodo. A mí no me quitan de la cabeza que poderosas familias de tahúres estuvieron detrás de toda esa jugada.
Las movidas de Santos evidencian mucho. Su reunión con Chávez, el declarar conjuntamente con el tirano que no hubo, ni había, ni habrá FARC en Venezuela; la invitación y traída del juez Baltasar Garzón, la retirada del proyecto de reforma a la justicia, el nombramiento de profarianos y amigos de narcos en su gabinete (todos enemigos de Uribe), el darle la razón a Correa sobre los hechos de la Operación Fénix, la alianza con Lulla da Silva, padrino del Foro de Sao Paulo; también la supuesta calidad de “inexequible” del acuerdo con Estados Unidos sobre la presencia de militares gringos aquí para la ayuda contra el narcotráfico. Ciertamente la operación que dio de baja al “Mono Jojoy” le da un remozado aire al gobierno de Santos. La opinión pública, de mayorías borreguiles, juran que esta operación se planeó durante este gobierno ignorando que fue obra de la Seguridad Democrática de Uribe, y que fueron los militares –y no Santos- quienes diseñaron la Operación y la ejecutaron. Como a todo señor, toda honra, se debe reconocer que Juan Manuel Santos puso de su parte al aprobar que las Fuerzas Armadas siguieran adelante. Bien por eso.
Igual, excelente el acompañamiento de Rodrigo Rivera a las Fuerzas Militares. Ha mostrado que quiere acercarse a los uniformados.
Por ello, nos sentimos perturbados. Mientras hacen unas cosas bien, otras las hacen con la mano izquierda. Por un lado, Santos ataca a la guerrilla, pero por el otro la apoya. No solamente nombra en su gabinete a un par de ministros con relaciones extrañas, sino que su nueva amistad con Chávez ha ocasionado darle la espalda a la ayuda de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, hoy prácticamente en manos de la guerrilla.
También desconcierta a muchos que Santos haya ratificado a su amigo el general Carlos Suárez Bustamante, alias La Machaca, como Director de Derechos Humanos, asesorando directamente al ministro Rodrigo Rivera. La Machaca, enemigo del ejército, es célebre por haber humillado a 27 militares acusándolos falsamente de asesinos, autores de masacres y asesinatos, cargos que no pudo jamás comprobar. También es famoso La Machaca, por sus extraños amigos y por haber tenido que vender más de 500 búfalos, negocio que se vio obligado a finiquitar y por el cual me dicen que no anda muy contento con este servidor a quien anda buscando para demostrar su “agradecimiento”. Aquí estoy, general. A su mandar.
No contento con esto, Santos decide también nombrar como Alto Comisionado para la Defensa Nacional, a otro turbio personaje: Sergio Jaramillo, un amigote de Juan Manuel a quien Santos llevó a trabajar como su viceministro de Defensa; Sergio Jaramillo es autor de otro golpe mortal contra nuestro ejército: la mañosa tesis de Responsabilidad Indirecta, gracias a la cual la Machaca y Padilla de León hicieron su montaje para que los 27 militares salieran del ejército. La tesis dice que si un soldado cualquiera comete un acto innoble o un delito, el culpable es el alto mando. Todos, por línea de mando, serán culpables. Hasta el mismísimo Álvaro Uribe.
Obviamente, Santos, aunque fue ministro, goza hoy de la inmunidad presidencial. Pero Uribe está en la mira de la justicia mamerta, sin duda alguna, y con estos personajes en el Ministerio de Defensa, sumando la otra tesis del viceministro Rafael Guarín y su jefe de Justicia Penal Militar, de que existen “HOMICIDIOS EN COMBATE”, que nuestros soldados son homicidas, asesinos (asunto que nadie del ministerio nos ha querido aclarar), pues tenemos todos los elementos para inferir que van tras la cabeza de Uribe.
Sergio Jaramillo, quien se gozó vilipendiando al ejército con el montaje de los “Falsos Positivos de Soacha”, también es muy conocido porque es amigo muy íntimo de William Alfonso Forero Pinilla, alias “Plotter” un guerrillero de las FARC, desmovilizado, con el cual manejaban el dinero del Programa de Atención Humanitaria al Desmovilizado.
Este programa, mucho más rentable que la lotería, tiene la gran ventaja de que no sufre fiscalización sobre el manejo de los recursos financieros ya que con la excusa de “el secretismo por el bien del desmovilizado”, no se sabe a ciencia cierta el destino y monto de las bonificaciones y recompensas a los bandidos que deciden abandonar la guerrilla. Todo este programa es un negociazo; un banquete para los corruptos.
A mí no es que me interese mucho la “amistad” rarófona de Jaramillo y Plotter. Ni tampoco me preocupa que Jaramillo gritara como loca histérica a generales y coroneles activos, como si los superara en rango y hombría, al mejor estilo de Platoon en versión rosa. No me trasnochan las preferencias sexuales del guerrillero Plotter y el viceministro Jaramillo –algo que es de cada quien-, ni me asusta que Jaramillo haya estado detrás del nombramiento de Karina como gestora de paz seguramente obedeciendo instrucciones de su amiguito Plotter. Lo que me da pavor es que Jaramillo tendrá superpoderes sobre todo el ejército. Podrá hacer muchísimo más de lo que ha hecho para aplastar nuestras fuerza militares.
Es triste comprobar que muchos colombianos siguen esperando con los brazos cruzados a ver si es cierto que Santos traicionó a Colombia; todavía hay quienes echan cilicio sobre sus cabezas a ver si pueden conjurar la triste realidad de que el presidente es afecto a la izquierda y desea negociar con Cano para facilitar el ingreso de los capos narcoguerrilleros a la vida política del país. Mucha gente quiere tratar de negarse a la realidad de que Juan Manuel Santos es artífice de la humillación del ejército por parte de la mal llamada “Justicia”, y de los grandes medios de comunicación, que su familia controla casi totalmente.
El Ejército Nacional está a punto de recibir su estocada final de manos de los esbirros de Chávez. Sin ejército que nos defienda, la patria caerá rendida ante el tirano de Miraflores y nos encaminaremos –ya estamos en eso- por la Tercera Vía socialista que proclamó Santos en su grosero y antipatriota discurso.
¿Por qué razón, frente a esta contundente victoria de nuestros militares, nadie –ni el presidente ni los ministros de Defensa y Justicia- se manifiesta para regresar y fortalecer el Fuero Militar? ¿Por qué nadie habla de los militares encarcelados injustamente por hacer lo que hicieron con Jojoy, esto es, combatir el terrorismo..?
¿Dr. Uribe, no le parece que es hora de regresar..?
Septiembre 22 de 2010
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