SANTOS PERDIÓ, Y DEBE RENUNCIAR
El NO de los colombianos significa que hay que terminar el proceso con las FARC, pedirles la renuncia a Santos y su gabinete, y convocar a elecciones adelantadas
Santos perdió, y debe renunciar
El NO de los colombianos significa que hay que terminar el proceso con las FARC, pedirles la renuncia a Santos y su gabinete, y convocar a elecciones adelantadas
Por Ricardo Puentes Melo
Octubre 4 de 2016
No tenían prevista la derrota. Incluso Raúl Castro, quien estaba escéptico sobre la conveniencia de hacer un plebiscito en Colombia, se dejó convencer por Juan Manuel Santos y los cabecillas de las FARC, y dio su aprobación a lo que ellos pensaban que era un triunfo indudable gracias a la maquinaria de fraude que montaron en Colombia. Estaban seguros de que se repetiría el robo electoral con el cual Santos ganó la reelección (1).
Yo también estaba seguro de que el Sí ganaría por estrecho margen. Pero con lo que no contábamos los escépticos era con la votación masiva -a pesar de la abstención de más del 60%- de quienes están cansados de los terroristas y de las mentiras y maldad de Juan Manuel Santos y su equipo. Una votación masiva que hizo imposible ocultar el triunfo del NO. Cálculos tímidos aseguran que se ganó con una ventaja de más de 1.500.000 votos que los expertos cubanos no tuvieron manera de ocultar. Historia similar a la que se vivió en Venezuela.
Juan Manuel Santos, como buen tahúr, arriesgado en apuestas cuando avizora el triunfo, se aventuró para conseguir una victoria que no tuviera un ápice de duda en la comunidad internacional. Y perdió. Tenía sus cartas marcadas, tenía al casino entero a su favor y quiso aplastar al oponente -el pueblo colombiano- que estaba a favor del NO. Pero no lo consiguió.
Como tahúr. Él sabe que perdió una mano pero no ha perdido el juego. Él sabe que aún queda mucha apuesta sobre la mesa que él se puede llevar al final de la jornada. Y por eso madrugó ayer a estudiar alternativas para salvar ese ignominioso acuerdo. Desde Cuba le dieron instrucciones a la bancada oficialista para que saliera a los medios a decir que el plebiscito tenía consecuencias políticas pero no jurídicas. Igual argumento expuso la cúpula de bandidos de las FARC y sus áulicos, en tanto que la Corte Constitucional no tuvo más remedio que apoyar lo que había dicho pocos días atrás: que los resultados del plebiscito deberían respetarse.
Yo no confío en traidores ni mentirosos. Por eso, estoy seguro de que en los próximos días el gobierno y los terroristas buscarán la manera de burlar el resultado del plebiscito para poder continuar adelante con el plan criminal que montaron pasando sobre la voluntad de millones de colombianos y sobre la sangre de millares de soldados y policías que han ofrendado sus vidas para defender la Constitución y la ley que hoy los criminales y sus pares en el gobierno pisotean y usan como pañuelo para limpiarse sus suciedades.
Una de las maneras es, como lo advertimos en estas páginas, vincular al expresidente Álvaro Uribe a las negociaciones de La Habana ya que él ha manifestado su intención de replantear lo acordado.
Así que de la manera más respetuosa y afectuosa le pedimos al presidente Álvaro Uribe Vélez que no permita que se manosee de nuevo la voluntad del pueblo. Que no permita que los mismos que llevaron a Juan Manuel Santos al círculo suyo tiren línea sobre las concesiones que se le harán a los criminales.
Colombia voto NO a los acuerdos de La Habana. Y NO significa eso: NO. No a la impunidad, no a la participación política, no a la entrega del territorio nacional. NO a repetir los mismos errores cometidos con el M19 a quienes se les indultó llenándolos de regalos y sobornos cobardes para que no siguieran asesinando y secuestrando colombianos.
Los colombianos de bien estamos hartos de la impunidad. Estamos hartos de la “Alta Política” de aquellos agazapados en el uribismo que, a la sombra del Álvaro Uribe, buscan posicionamientos políticos que les permitan los contratos y los torcidos; son esos mismos que, como cortesanos, andan revoloteando alrededor suyo adulándolo con palabras y rituales iguales a los celebrados en medio de la pelanga, la cerveza y el tamal, mientras espantan de su entorno a los verdaderos guerreros de la democracia condenándolos traicioneramente al ostracismo, al exilio o la cárcel. Los guerreros del presidente Uribe están hoy en las cárceles o segregados del Centro Democrático, Partido que ha sido tomado en asalto por los mismos que han sido aliados activos o pasivos marxistas del terrorismo y a quienes no les importa el país sino su propio pellejo. Solo le daré unos nombres de aquellos que han abandonado el anonimato servil para ser enemigos frenteros de Uribe; nombres que le demuestran esta verdad: Oscar Naranjo, Villegas, Frank Pearl, Sergio Jaramillo, Francisco de Roux, Mora y, por supuesto, el mayor traidor de todos: Juan Manuel Santos.
Por otro lado, en las cárceles o a puertas de ellas están sus guerreros: el General Rito Alejo del Río, Jorge Noguera, Miguel de Narváez, María del Pilar
Hurtado, Andrés Felipe Arias, Bernardo Moreno, César Mauricio Velásquez, Diego Palacio, y varios más. Todos olvidados, todos sacrificados por servir al país, traicionados y entregados en bandeja de plata a los tribunales de bandidos como mártires expiatorios para que los intocables vestidos de oveja gocen hoy de buena salud y finanzas boyantes.
El NO de los colombianos significa que no queremos tratos con bandidos ni tomaditas de tinto con Juan Manuel Santos. El NO de los colombianos significa que queremos una paz basada en justicia y no en acuerdos y componendas bajo la mesa.
El NO de los colombianos significa que queremos ver a los terroristas en la cárcel y a sus víctimas reparadas. El NO de los colombianos significa que queremos justicia y que no creemos que la paz está por encima de aquella.
El NO de los colombianos significa que queremos una oposición real y no una que transe a cambio de puestos y contratos, y que use el mandato de los votantes para abandonar los debates en el Congreso -por miedo o por pactos oscuros- para irse a disfrutar el erario en compañía de amigos y amantes de francachela mientras el país se derrumba.
El NO de los colombianos significa que queremos ver libres a nuestros militares y demás combatientes de la democracia que han sido condenados injustamente por los tribunales al servicio del terrorismo.
El NO, queridos colombianos, hay que seguirlo defendiendo tal y como lo han hecho Uribe, Alejandro Ordóñez y varios congresistas del Centro Democrático -¡Claro que sí!- que no están dispuestos a traicionar los votos con los cuales fueron elegido, yendo, incluso, en contravía de los agazapados que siguen usando la intriga para desacreditarlos y sacarlos del camino porque les estorban a sus planes.
El No de los colombianos significa que el proceso de diálogo con las FARC debe terminar de inmediato, tal y como Santos prometió que sucedería si ganaba el NO. (2)
El NO de los colombianos significa que hay que pedirles la renuncia a Santos y su gabinete, y convocar a elecciones adelantadas.
El NO de los colombianos estuvo por encima de los partidos. No hay que traicionar esa voluntad. ¿Será mucho pedir?
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com
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(1) EL SÍ GANARÁ EN EL PLEBISCITO, DECRETAN SANTOS, LOS CASTRO Y FARC https://www.periodismosinfronteras.org/el-si-ganara-en-el-plebiscito-decretan-santos-los-castro-y-farc.html
(2) Entrevista de BBC a Santos donde éste promete que el proceso con las FARC terminaría si ganaba el NO:
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