ESPAÑA: LAS “MATRIOSKAS” DE LA COMPLUTENSE, MONEDERO Y EL ÉXITO POLÍTICO DE PODEMOS
Monedero, como buen marxista-leninista que es, aprovechó esta crisis del sistema, el “momento propicio” de la estrategia leninista que llevó al triunfo de la revolución soviética, para pescar en río revuelto
Las “matrioskas” de la Complutense, monedero y el éxito político de Podemos
Monedero, como buen marxista-leninista que es, aprovechó esta crisis del sistema, el “momento propicio” de la estrategia leninista que llevó al triunfo de la revolución soviética, para pescar en río revuelto
Por Ricardo Angoso
Febrero 2 de 2015
Conocí a Juan Carlos Monededero en el año 1986 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología y el día del fugaz encuentro estaba desempeñado el papel que mejor ha representado en su vida: el de profesor. Eran los primeros días de curso, en dicha facultad donde me había matriculado, y los estudiantes de los cursos superiores interpretaban el papel de duros profesores ante los atónitos novatos. La actuación de Monedero estuvo entre floja y mala y no resultó creíble al cabo de unos minutos, abandonando la sala los verdaderos alumnos y dejando solo al falso profesor, quizá el verdadero papel en el que siempre mejor se encontró y actuó.
De como un profesor de la Complutense, sin grandes méritos académicos ni publicaciones -ni dos páginas de su escasa obra pasarán a la historia de la academia y, ni mucho menos, a los anales de la Ciencia Política-, ha pasado convertirse en uno de los líderes de la que ya seguramente es, en términos sociológicos, la primera fuerza política de España, es una asunto no baladí y que presenta cierta complejidad explicar a los neófitos.
En aquellos años, una vez pasada la Transición democrática y llegado el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) al gobierno, la mayor parte de las universidades de humanidades y ciencias sociales estaban tomadas por la extrema izquierda. En la Facultad de Ciencias Políticas lideraban esa corriente ideológica, por llamarla de alguna forma, personajes como Roberto Mesa, que llegó a escribir un libro sobre el conflicto de Oriente Medio casi rayano al antisemitismo, Ramón Cotarelo, Enrique Curiel, José María Maravall -mucho más moderado que en los anteriores y exhibiendo una clara militancia socialista-, el prosoviético Juan Moral Santín, que había pronosticado el final del capitalismo occidental, y, mucho más tardíamente, el antiguo nacionalsocialista reconvertido al neocomunismo más feroz, el inefable Jorge Vestringe. Pero no quiero aburrir con muchos nombres, aunque hay más y fuera de la Complutese también abundaban esos perfiles.
De aquellas caducas “matrioskas”, viejas glorias abandonadas después por la normalidad democrática, salieron esta nuevas que ahora amenazan con derrumbar a esta “hedionda” democracia liderada por una “casta” vil y corrupta. Pero detrás estas acusaciones a nuestro actual sistema político, junto con otros argumentos bastante discutibles, hay muchas medias verdades y también algunas mentiras. Ya el ministro de Propaganda del nazismo, Joseph Goebbels, había dicho que “una mentira contada mil veces equivale a una verdad”, ¿será así?
Más cerca de lo que parece de la casta. Monedero fue un analista político -nunca un ideólogo como ahora pretende presentarse- muy cercano a la Izquierda Unida (IU) de Gaspar Llamazares. El papel de Monedero no fue protagónico, pero aquella IU fue de fracaso en fracaso electoral y en las elecciones generales de 2008 casi queda convertida en un partido extraparlamentario. Así las cosas, su veterano jefe, Llamazares, fue sacrificado en el altar de las derrotas y acabó sus días defenestrado, de tal forma que Monedero fue, en cierta medida, responsabilizado por algunos de aquel naufragio político y se fue alejando, paulatinamente, de aquella IU en la que tanto había creído en su momento. Es decir, que estaba en la pomada política y pertenecía, sin lugar a dudas, a eso que ahora denomina como la “casta”.
Luego, entre los años 2005 y 2010, es cuando da el gran salto ideológico, pasando de las tesis del socialismo democrático abanderadas por los antiguos comunistas de IU al “socialismo del siglo XXI”, una patochada ideológica ideada por el difunto Hugo Chávez que no deja de ser un híbrido de la fracasada ideología castrista, el comunismo de corte soviético y cuartelero y el discurso “antiimperialista” de las viejas (y fracasadas) guerrillas latinoamericanas. Monedero, bien tratado y recibido por un dictador que seguramente no entendió tanta adulación a una causa que era un fracaso absoluto se mire por donde se mire, le elevó a la categoría de intelectual orgánico del régimen . Y Monedero se tragó el cuento, como se dice por estas tierras, elevando sus plegarias al difunto Chávez y entregando el alma al Diablo a cambio de unos centenares de miles de euros, todo hay que decirlo. ¿Qué más quería?, tenía prestigio intelectual, dinero y una sólida base para lanzar un movimiento que rivalizase con su antiguo partido ya abandonado a su suerte para siempre.
Abril, 2014, Bogotá, un mes antes del éxito de Podemos en las elecciones Europeas. Me encontré casualmente con Monedero en un bar de la capital colombiana, nos saludamos afectuosamente, como siempre hemos hecho cuando nos encontrábamos en las calles de Madrid,y me cuenta que está en Bogotá para presentar uno de sus soporíferos libros, sonrió, me mira y nos reímos juntos. Siempre fue un actor genial, es una lástima que le diera por dedicarse a estos negocios políticos, Holywood no sabe qué intérprete se perdió para la historia.
Le preguntó directamente por Podemos. Le digo que si no era el movimiento que él iba a fundar con el antiguo
Coordinador General de IU, Llamazares, y me dice que sí, que es cierto, que la idea inicial era crear una corriente dentro de la coalición de izquierdas o, llegado el momento, si no les hacían mucho caso, irse de IU con la misa a otra parte y crear “algo nuevo”. “¿Pero por qué Llamazares no dio el paso?”, le interpeló casi con urgencia. “No tiene cojones”, me dijo lacónicamente Monedero. O sea, que diga lo que diga Monedero, la intención inicial era refundar uno de los partidos de la casta y jugar con sus reglas de juego para hacerse un hueco en la sociedad española.
Monedero, más olfato político que genio intelectual. Pero de lo que no me cabe la menor duda, es que Monedero tiene un notable olfato político, como también le ocurre a Pablo Iglesias, lo cual no es poco, y eso es algo muy loable en alguien que pretende vivir de ese “negocio”. Aprovechando el descontento social contra los ajustes del gobierno popular, Monedero e Iglesias, junto con otros, crearon inicialmente Izquierda Anticapitalista, embrión heterogéneo e izquierdista que después dio paso a Podemos, en el 2014. Su discurso contra los recortes, como se vio, les granjeó un notable éxito en las últimas elecciones europeas (8% de los votos, cinco eurodiputados).¿Y por qué está ocurriendo este fenómeno? No hay credibilidad en las fuerzas tradicionales y el sistema político actual nacido de la Transición democrática está agotado, hace falta una reforma y una reactualización del mismo. Luego la corrupción reinante y galopante ha sido la guinda de la tarta.
Monedero, como buen marxista-leninista que es, aprovechó esta crisis del sistema, el “momento propicio” de la estrategia leninista que llevó al triunfo de la revolución soviética, para pescar en río revuelto, y nunca mejor dicho, e intentar llegar al poder aprovechando ese torbellino de descontento creciente. Pero que nadie se equivoque, si ganan algún día y llegan al gobierno, el remedio puede ser peor que la enfermedad. Y de la “matrioska” que representa Podemos pueden salir todos los grandes males que la izquierda más trasnochada suele aplicar. Que no se engañe nadie.
@ricardoangoso
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