VISCA CATALUNYA… A POR EL MUNDIAL
Lo único que queremos los catalanes es que nos dejen decidir libremente nuestro futuro, amar nuestras tradiciones y defender nuestros valores sin menospreciar los de nuestros vecinos
VISCA CATALUNYA. PODEMOS… A POR EL MUNDIAL..
Por Pepe Cánovas Franch*
Este fin de semana los catalanes tenemos una buena oportunidad de demostrar al mundo parte de nuestras cualidades de convivencia, civismo y buenas maneras que no siempre han sido correctamente entendidas en el resto de la nación española.
Un día antes del que puede ser seguramente el mejor día, colectivamente hablando, del deporte español, los catalanes vamos a salir a la calle con educación y “seny” a decir “Basta”. No quiero entrar en polémicas ni discusiones acaloradas pero estamos hartos de que se nos menosprecie y no se nos deje hablar, ni tengamos la potestad de poder escoger libremente nuestro futuro.
La gran mayoría de catalanes no somos separatistas ni independentistas, estas palabras no me han gustado nunca. Es más, entendemos que en un mundo globalizado no se puede ir solo contra el destino, sino que necesitamos por un igual al Estado español, al francés, a los europeos y latinoamericanos. Nuestro trozo de mar Mediterráneo, que baña nuestras costas, nos ha conferido un carácter afable, negociador, educado y cortés. Solamente quiero recordar la afabilidad y amabilidad con la que fuimos anfitriones de los JJOO del glorioso 1992, año en que cambió la mentalidad de España, si bien no tanto la catalana, ya que nosotros ya manifestamos lo que sentíamos.
Que bueno, bonito y rico es poder expresarse en la lengua materna de uno. Uno expone sus sentimientos y su interior de una manera clara. Por suerte tengo unos padres que me han educado en unos valores de compresión, afecto y diálogo. Se preocuparon de formarnos y de que fuéramos responsables y libres para tomar nuestras decisiones, con humildad y respeto. He tenido la suerte de conocer bastante Latinoamérica; de hecho, estoy prácticamente trabajando en Bogotá y casi soy tan cachaco como ellos y mi perspectiva respecto a estos queridos países me ha cambiado sustancialmente.
Con el tiempo he hecho unas buenísimas amistades, de las que duran, las de toda la vida. Me han ayudado en mis momentos, y su perspectiva de la vida, entusiasmo y ganas de conocer y compartir me han cautivado. Les he hablado de mi tierra, de Catalunya y Banyoles, de Barcelona. Me han pedido que les hable catalán y les explique el porqué de nuestras reivindicaciones. Generalmente he encontrado compresión y cariño y me han vuelto más sensible y me han enseñado a valorar las pequeñas cosas que nos rodean, a nuestro entorno, a la tierra de uno. Sin pedir, me han entregado.
Nosotros los catalanes somos buena gente, negociantes, anteponemos el raciocinio a la maldad, queremos que nos quieran por lo que somos. Somos humildes y trabajadores. El sábado lamentablemente no podré acudir a la manifestación para poder expresar con educación, cortesía y respeto lo que sentimos y pensamos, pero mi corazón y espíritu estarán allí.
El domingo, España juega por primera vez la final del Mundial de Fútbol. Nunca hasta ahora, la selección española había tenido tantos jugadores catalanes ni otros tantos que si bien no son nacidos allá, saben que somos buena gente, dispuestos al sacrificio, al trabajo, a la querencia de la gente, acogedores con los que nos visitan. No estaré ni en Sudáfrica ni en España sino en Bogotá y desde aquí sufriré porque los nuestros ganen a la temible y afable Holanda.
Lo único que queremos los catalanes es que nos dejen decidir libremente nuestro futuro, para enriquecernos más si cabe de nuestra cultura, amar nuestras tradiciones, defender nuestros valores sin menospreciar los de nuestros vecinos. Sin aspavientos ni rencores. No somos revanchistas ni queremos ventaja. Sólo pedimos que podamos libremente ser nosotros mismos.
El domingo apoyaré a España con mis fuerzas desde Bogotá y desearé que gane por los jugadores, tanto los catalanes como los que no lo son porque, como decimos en Catalunya, el trabajo bien hecho lleva al triunfo y al reconocimiento. Y me sentiré más catalán que nunca, porque amo mis tradiciones y costumbres. El martes regreso después de dos meses sin ver a mi familia, a casa, a mi Banyoles, a ver L’Estany (lago), a ver a mi gente. Y lo voy a hacer con orgullo de ser catalán, y espero que con el título de campeones.
Por ultimo espero que Pau Casals no sea el único ciudadano catalán que tenga el honor de hablar ante la ONU en su lengua materna.
VISCA CATALUNYA y a por ellos PODEMOS.
Para finalizar pido perdón si mis palabras han podido ofender a cualquiera que lea esta reflexión. Más lejos de mi realidad.
Julio 09 de 2010
*Consultor catalán
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