HÉCTOR GALLEGO: COLOMBIA Y SUS 44 AÑOS DE OLVIDO
Es tiempo de que Colombia ayude a buscar a un hijo que escogió Santa Fe de Veraguas, donde fue secuestrado y a la fecha no aparece. ¿Por qué Colombia se ha olvidado de Héctor Gallego?
Héctor Gallego: Colombia y sus 44 años de olvido
Es tiempo de que Colombia ayude a buscar a un hijo que escogió Santa Fe de Veraguas, donde fue secuestrado y a la fecha no aparece. ¿Por qué Colombia se ha olvidado de Héctor Gallego?
Por Alexis Sánchez
Junio 9 de 2015
Recientemente, tuve que atender, por recomendación de un conocido, a un oficial joven del Ejército de Colombia, pues buscaba información sobre Arnulfo Arias Madrid. Sorpresa me causó que era específicamente sobre la vida del doctor Arnulfo Arias. Luego de proporcionarle bibliografías que pudiese adquirir, le pregunto: ‘¿Sabes que aquí en Panamá fue secuestrado y desaparecido un cura colombiano y, en Santa Fe de Veraguas, los residentes hablan de él como si estuviera vivo y todavía lo buscan?’.
Su sorpresa fue tal que me pidió que le ampliara más detalles, como en un acto de conspiración, porque antes el miembro de la Policía Nacional que lo acompañaba había ido al baño.
En otras ocasiones algunos colombianos, jóvenes y mayores, a quienes les hablo del tema, quedan sorprendidos, lo que me lleva a la conclusión de que Colombia se olvidó de un hijo nacido en Montebello, Salgar, departamento de Antioquia, el 7 de enero de 1938.
¿Y por qué un seminarista colombiano escoge su interés por Panamá?
A los 27 años se entera por medio de un compañero de clases, llamado Plinio Mojica, panameño que en la Diócesis a la que pertenecía, fundada un año antes, solo habían nueve sacerdotes para atender a 160 000 almas y que algunas parroquias no tenían sacerdotes.
Conoce a monseñor McGrath en Medellín, en 1965, en una reunión del Consejo Episcopal Latinoamericano del cual era directivo; el seminarista Gallego obtuvo permiso para hablar con monseñor McGrath, y expresarle su deseo de trabajar con él en su Diócesis en Veraguas. Con estas explicaciones a los colombianos cuando hay oportunidad, todos concluyen: ‘¿Y qué han hecho los sucesivos Gobiernos de Colombia, desde su secuestro, en todos estos años para encontrarlo?’. Hasta donde sé, nada.
Se cumplen cuarenta y cuatro años desde su secuestro en Santa Fe, Veraguas. Un breve análisis desde el secuestro de Héctor Gallego hasta que fueron encontrados seis restos en fosas comunes en el Cuartel de Los Pumas de Tocumen el 21 de diciembre de 2000 donde fueron identificados los cuerpos de Heliodoro Portugal y Ever Quintanar, nos lleva a concluir que hay que hacer un análisis de pieza por pieza, de cada uno de los restos, inclusive los de los que fueron identificados.
Una pieza clave que puede ayudar a develar este secreto para encontrar los restos de Gallego es Manuel Antonio Noriega. Unos claman por su liberación, mientras que otros sostenemos que sea condicionada a su confesión de lo que pueda saber para que ayude a encontrar tanto a Gallego como a los otros desaparecidos. Noriega, en las pocas veces que ha hablado del tema de Gallego, ha sido para dejar entrever que él no fue responsable.
En el 2012, en un artículo de La Prensa, entre otras cosas señala que: ‘El misionero evangelista Jorge Raschke en diciembre 2011, reveló recientemente que el denominado ‘hombre fuerte de Panamá’ haría una confesión importante sobre este caso, cuando sea el momento preciso’. Melbourne Walker en una carta al padre Guardia decía que ‘Noriega le había dicho que todo el Estado Mayor había decidido sacar a Gallego del país y además dijo que cuando vigiló a Gallego él pasó esa información a los Macho de Monte, comandados por Edilberto Del Cid y Juan González. Otros agregan al Flaco Espinoza. Cosa extraña, pero en el expediente no aparece ninguna investigación de esa carta y resulta lógico preguntarse ¿por qué el fiscal Carlos Augusto Herrera no investigó este importante documento para dar con la verdad?’.
También dice Walker: ‘Gallego fue transportado vivo a Panamá y lo dejaron bajo custodia de unos miembros del G-2 en la casa de Bella Vista que está a un costado del colegio María Inmaculada’. Esta es la famosa ‘Charquita’. ¿Qué tal si algo grave pasó en la Charquita y eso no fue responsabilidad directa de Noriega? Todos los que estaban en la Charquita venían de Chiriqui. Noriega, le dijo algo al padre Leo Mahon: ‘Padre, algún día se va a levantar la piedra y seguro allí estará la culebra, pero no van a poder decir que era Noriega’.
Es tiempo de que Colombia ayude a buscar a un hijo que escogió Santa Fe de Veraguas, donde fue secuestrado y a la fecha no aparece. ¿Por qué Colombia se ha olvidado de Héctor Gallego?
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*Ex investigador de la Comisión de la Verdad.
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