FARC SIGUEN DELINQUIENDO CON EL DISFRAZ DE ELN, Y CON EL PATROCINIO DEL GOBIERNO

Por Ricardo Puentes Melo
Diciembre 24 de 2020
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

Cuando el Partido Comunista ruso llega a Colombia, en los años 20, empieza su tarea de adoctrinamiento en los centros educativos y en las altas esferas de la sociedad colombiana. Es en 1930 cuando Enrique Olaya Herrera, primer presidente del partido Liberal (marxista, por supuesto) les otorga la personería jurídica a los bolcheviques criollos, que pasaron a llamarse Partido Comunista Colombiano.

El PCC, siempre bajo la batuta de Rusia, crea las guerrillas colombianas, como una fase importante de su lucha revolucionaria. Así nacen las FARC, el ELN, el EPL y el resto de bandas marxistas, como el M19, que surge de las entrañas de las FARC.

Muy pronto hubo discrepancias entre las FARC, que era oficialmente el brazo armado del Partido Comunista, y el ELN. Los miembros de las FARC, alrededor de la recién creada Marquetalia, violaban mujeres, asesinaban y crucificaban niños en salvajes rituales lleno de sangre y odio. El PCC creyó que era necesario darle un sentido a esa violencia brutal, y llevaron a Colombia instructores cubanos y chinos para cumplir con la tarea ideológica de disfrazar esas macabras abominaciones como liturgia ideológica de la izquierda.

El 4 de julio de 1964, el PCC forma el ELN, integrado por gente del MRL, el MOEC, y el PCC, por supuesto. En esos días ya el bandolero comunista Tirofijo, también bajo las órdenes del PCC, asolaba la región cafetera. El ELN pensaba que la lucha revolucionaria debería estar en manos de gente más educada que Manuel Marulanda, alias “Tirofijo”, y que el mando armado debería estar unido. Marulanda se negó a hacer acuerdos con el ELN y, a pesar de los esfuerzos del PCC por conciliar a sus “hijos”, el encuentro no se dio. El PCC, temeroso de que el ELN se le saliera de control, crea oficialmente las FARC en mayo de 1966.

Desde entonces estas dos facciones comunistas han estado en pugnas, alianzas, encuentros y desencuentros, más por el liderazgo que por la ideología. Personajes como Alfonso López Michelsen, Luis Carlos Galán, Gerardo Molina apoyaban con denuedo al ELN.

Sin embargo, con la creación del EPL, de tendencia maoísta, patrocinados por el Partido Comunista chino, Gerardo Molina se inclina más por esta línea y hacia allí confluyen arrastrando a activistas como José Obdulio Gaviria, Álvaro Uribe Vélez, Darío Acevedo Carmona y otros agitadores y delincuentes ilustrados de la academia. Con el tiempo estas vertientes se combatirían unas a otras, siempre por temas de liderazgo y control territorial. Pero todas, sin excepción, eran pro castristas. Todas confluían en la obediencia e influjo de Fidel Castro. Las FARC siempre han sido serviles al PCC, mientras que el ELN y el EPL han tenido historial fluctuante en su búsqueda de más autonomía.

Por ello es que se puede entender que un Álvaro Uribe, junto a su mayordomo, José Obdulio Gaviria, hayan combatido a las FARC al mismo tiempo que beneficiaban al EPL y al M19; por eso se entiende que la línea FARC, junto a sus políticos, como Iván Cepeda, detesten a Uribe, a Obdulio y esa línea maoísta.

Mientras Uribe, José Obdulio y Duque (y su combo) son de línea maoísta, Juan Manuel Santos es de línea leninista, más cercano a las FARC y al ELN, igual que su hermano Enrique Santos Calderón. Pero todos son de la secta castrista. Todos están dispuestos a escuchar los regaños y consejos de Cuba.

Así que las bandas más peligrosas y combativas eran las del ELN y las FARC. Ellos lo sabían y, por eso, en un pacto entre los cabecillas marxistas, se dividieron Colombia en territorios donde podían operar uno o el otro. El ELN escogió la zona petrolera y las FARC se fortalecieron en el Cauca, Tolima, Huila, Guaviare, etc.

Cuando los diálogos de paz entre FARC y el gobierno de Santos, era común que esta banda cometiera masacres, asesinatos y secuestros usando el brazalete del ELN. Esto, para engañar al mundo y “demostrar” que estaban cumpliendo el alto al fuego. Una vez “desmovilizados”, los bandidos de las FARC siguieron operando en sus territorios, usando la misma franquicia del ELN. Con ese brazalete hacen lo que les plazca y, fingiendo ser de esa banda leninista, siguen delinquiendo.

La verdad es que ni el ELN, ni FARC entregarán jamás sus territorios. La verdad es que todas esas bandas comunistas siguen creyendo en la “lucha revolucionaria” y no se detendrán hasta cambiar la Constitución para tomarse el poder definitiva e irreversiblemente.

La verdad es que la agenda pactada en 1997, bajo la batuta de Castro, en la reunión conspirativa de la Fundación Buen Gobierno, se pactó el futuro de Colombia y se hizo la repartija del botín sin abandonar el objetivo: someter a Colombia a los pies de Castro.

La verdad es que Álvaro Uribe, acostumbrado a traicionar a todo el mundo en pro de su megalomanía, más que en pro de su ideología, se estrelló de frente contra el nuevo líder comunista de Colombia: Juan Manuel Santos.

Santos le ganó la mano de póker y designó su candidato a ser presidente, al que Uribe se plegó. Iván Duque, admirador de Gustavo Petro, maoísta hasta los tuétanos tiene como jefe a Santos. Uribe solo finge que tiene el poder, aprobando a todos los funcionarios santistas en este gobierno uribista, pero es evidente que Juan Manuel Santos es quien tiene el bastón de mando. Indiscutible.

La verdad es que cuando supuestos bandidos del ELN patrullan territorios de FARC, los colombianos no deben dejarse engañar. Son miembros de las FARC con brazalete alquilado. Son miembros de las bandas terroristas marxistas que, con la aprobación del gobierno uribista y la “oposición”, se pasean a sus anchas por el territorio colombiano haciendo alarde de su poder.

La verdad es la verdad, así duela reconocerla.

En este contexto, es que se puede entender por qué los bandidos del ELN fueron filmados patrullando una zona exclusiva de las FARC. Los medios no le dieron importancia al asunto. Y tampoco nadie se preguntó qué hacía gente del ELN en zona de FARC.

Acá el video