“PRIMERO MUERTO QUE MAMERTO”: MAOÍSTAS

Gerardo Molina, como ya se ha enunciado, puede considerarse como el padre de las ideas del uribismo. Maoísmo puro.

Diego Montaña Cuéllar y Gerardo Molina, el padre del uribismo. Ambos estuvieron en el plan para asesinar a Gaitán.

Comunismo chino en Colombia. Parte 2

Ricardo Puentes Melo

Por Ricardo Puentes Melo
Febrero 2 de 2021
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

Uno de los rasgos especiales del maoísmo, es que sus cabecillas promueven la fe, el culto mesiánico hacia una persona. Cuando muere un mesiánico personaje en el maoísmo de cualquier país, sus seguidores huyen a buscar abrigo en cualquier grupúsculo similar, llegando incluso a unirse a las filas de los enemigos. Así sucedió cuando murió Francisco Mosquera; sus seguidores corrieron enseguida a los brazos de Jorge Robledo, de Gustavo Petro y de Álvaro Uribe Vélez. El culto a la personalidad es un rasgo distintivo de los maoístas; los segundones que parasitan del líder promueven la adoración, la obediencia ciega al líder porque solo así ese segundo anillo de opacos asesores puede sobrevivir. En eso también se diferencian del stalinismo.

El culto a la personalidad es un distintivo del Marxismo-leninismo-maoísmo

Cuando Mao muere, en 1976, el gobierno del partido comunista inició una purga al primer anillo que rodeaba al jerarca marxista. Acusaron a estos segundones, incluida la esposa de Mao (la banda de los Cuatro), de ser los responsables de los “errores” de la Revolución Cultural. Al mismo tiempo, presentaron a Mao como un gran héroe, a pesar de que Mao era mal visto por los stalinistas, y olvidaron que fue el mismo Stalin el patrocinador de Mao y el principal artífice de que el comunismo mundial venerara al genocida chino.

Con la muerte de Stalin en 1958, la amistad “firme” entre la URSS y China se quebró en mil pedazos. Aunque Mao se consideraba a sí mismo como un “discípulo de Stalin”, los stalinistas del primer anillo, que eran menos adoradores de su líder soviético, se dedicaron a combatir ideológicamente, y en todas las formas, la semilla que había sembrado Stalin llamando al comunismo mundial a congregarse alrededor de la versión marxista de Mao.

De igual manera, el maoísmo desarrolló un profundo odio hacia la URSS y hacia cualquier movimiento armado y político que se identificara con esa potencia.

Jean-Paul Sartre y Michel Foucault leyendo un manifiesto. Ambos participaron en las revueltas de mayo del 68, inspiradas por el maoísmo

A nivel mundial, el maoísmo propagó su ideario de la Revolución Cultural desprestigiando la línea rusa. El maoísmo tuvo gran acogida entre los estudiantes universitarios de todo el mundo en los años 60 y 70, y fue así como se convirtieron en una de las ideologías que impulsaron las famosas revueltas de “mayo del 68” en Francia, cuyos coletazos alcanzaron, incluso, a la América Latina.

En Colombia, en esos años, los maoístas se inventaron la frase: “Primero muerto que mamerto” (los maoístas usan, hasta hoy, ese mote para identificar a los stalinistas), y enfilaron todas sus baterías, desde las organizaciones campesinas hasta las universidades, en ridiculizar la línea rusa del marxismo y presionar al Partido Comunista Colombiano para que desautorizaran esa corriente.

Juan Manuel Santos y Enrique Santos. Artífices de la entrega del país a Castro y las FARC. Enrique fue primeramente maoísta y luego emigro al stalinismo cubano

La tensión entre el ala stalinista y el maoísmo se radicalizó. Los primeros creían que era necesario un levantamiento inmediato de las masas campesinas para la toma del poder, y los maoístas defendían la tesis de que primero había que “organizar a la gente” (léase, “adoctrinar”) para prepararlos para la toma del poder, sin descartar el uso de las armas para el puntillazo final.

Así, crearon muchos movimientos inspirados en las ideas de Mao y su concepción de cómo debería hacerse la revolución marxista. De ese nido proceden, como se dijo en la primera parte de esta serie, el uribismo actual (y por ello todo ese grupo no quiere a las FARC, por stalinistas), con personajes como José Obdulio Gaviria y Darío Acevedo, el de Memoria Histórica (EPL, ambos), los principales cabecillas del M19, algunos “rebeldes” de las FARC, Enrique Santos (fluctuante entre ambas corrientes), el mismo Uribe, y muchísimos cabecillas del paramilitarismo, que venían de abrevar en las fuentes del EPL. Por ello, los mal llamados paramilitares no combatieron maoístas sino que se aliaron con ellos para acabar con los stalinistas.

Gerardo Molina, maoísta, padre de las ideas uribistas, en su campaña de 1982 con el frente Firmes-M19. Con Adalberto Carvajal, Carlos Pizarro Leongómez,Antonio Navarro,Angelino Garzón y Carlos Bula

Gilberto Vieira, dirigente del Partido Comunista Colombiano, se interesó al principio por las ideas maoístas, igual que lo hicieron Gerardo Molina (Partido Liberal-MRL) y Diego Montaña Cuéllar (PCC) Tanto, que Vieira fue quien empezó a traducir en Colombia los escritos de Mao.

Pero, cuando la dirigencia comunista, comandada desde Cuba, tomó partido por la línea rusa, Gilberto se quedó en el PCC y Montaña Cuéllar fue expulsado y se adhirió a la línea maoísta del marxismo leninismo.

Gerardo Molina, como ya se ha enunciado, puede considerarse como el padre de las ideas del uribismo. Maoísmo puro.

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