CHARLIE HEBDO. FRANCK BRINSOLARO, POLICÍA MUERTO POR PROTEGER A CHARB
Un excelente reflexión de JG Malliarakis sobre la tragedia de París y la libertad de prensa, traducido por Eduardo Mackenzie, que cae como anillo al dedo a la situación colombiana
Charlie Hebdo. Franck Brinsolaro, policía muerto por proteger a Charb
Un excelente reflexión de JG Malliarakis sobre la tragedia de París y la libertad de prensa, traducido por Eduardo Mackenzie, que cae como anillo al dedo a la situación colombiana
Por JG Malliarakis. L’Insolent, Paris
http://www.insolent.fr/2015/01/hommage-aux-policiers-soutien-aux-armees.html
12 de enero de 2015
Si las autoridades francesas pueden estar orgullosas de las grandes manifestaciones casi unánimes del 11 de enero pasado no tienen derecho a decepcionarlas. Pues los problemas reales reaparecerán pronto.
¿No es significativo que las voces discordantes procedan de personas que siempre han denunciado el peligro y que sean ellas a las que siempre han tratado de silenciar? Ellas son: Christopher Caldwell, Michele Tribalat, Mezri Haddad y Ayaam Hirsi Ali.
¿No tenemos que estar atentos ante la tentativa de desviar emocionalmente la aspiración a la cohesión nacional y de distorsionarla en favor de los “partidos de izquierda”?
¿Cómo no ver como provocador y recuperador el mensaje reciclado que envía, por ejemplo, la odiosa y pretenciosa bolchota, pero tan presente en los medios, Clementine Autain quien eructa así, desde Montreuil, en un twitter del 9 de enero que dice: “Sí, vamos a marchar contra los ataques que sufren los musulmanes. Contra todas las formas del racismo y de la xenofobia. Contra el fascismo”.
Ella misma había marcado bien su línea política en octubre de 2014 al escribir: “Estoy consternada. […] Manuel Valls no es, al contrario de lo que dijo, un socialista moderno, sino un hombre tradicional de derecha. Él dijo: ‘La izquierda puede morir’. Creo que él lo sabe porque él es quien sostiene el fusil”.
No despreciemos pues la aspiración cívica manifestada masivamente por nuestros compatriotas. Sólo tememos que, ahogada en el marasmo “republicano”, ella no sea suficiente para obtener el restablecimiento durable del país.
Lo primero que habríamos podido y debido hacer ayer era rendir homenaje a los agentes de policía que pagan un precio muy alto en la defensa del orden público y de la libertad de los demás.
El diario Ouest France evocó así, este 9 de enero, el caso del brigadier Franck Brinsolaro, policía muerto cuando protegía al director de Charlie Hebdo de quien era el guardaespaldas:
“Un policía encargado de proteger a un anti-policías… Ese era el trabajo del Brigadier Franck Brinsolaro, 49 años,
quien amaba su trabajo, como dijo su esposa. El murió al lado de Charb el miércoles durante el ataque de los asesinos. Cada dos semanas, Franck Brinsolaro acompañaba a Charb en todas sus salidas: a la redacción de Charlie Hebdo, a la casa de sus amigos, al restaurante. A todas partes. El no se apartaba del caricaturista sino en la puerta de su apartamento. Y el policía amaba particularmente esa peligrosa misión, nos dijeron ayer sus familiares”.
El gran diario bretón subrayó, antes de todo esto caiga en el olvido, que “el guardaespaldas sentía venir la catástrofe. Después de la publicación de un violento dibujo de Charb en la primera página del semanario, le dijo a Samuel: ‘Esto va a estallar un día u otro’. Y a su esposa le dijo: ‘En vista de lo que ha sacado, no hay que dejarlo solo un segundo’. Y no lo dejó”.
Respetar su sacrificio quiere decir que de ahora en adelante nuestra sociedad debe mostrar un poco más de consideración con los que nos defienden, y no creo que el contenido del semanario haya fomentado hasta el momento la más mínima conciencia al respecto.
Vayamos al fondo de la cosa: Francia y Europa en los próximos años tendrán que reinvertir fuertemente no sólo en el campo de la moral, lo que es muy importante, sino también en los esfuerzos materiales, en los medios financieros, en las opciones presupuestales, a favor de las funciones soberanas del Estado.
Rehabilitar la tarea que hace que la justicia se preocupe más por la protección de la gente honesta deberá complementarse con más grandes sacrificios en favor de la Defensa y del mantenimiento del orden público.
La parte de la opinión que es sensible a la idea de Patria y de Libertad debe pues prepararse a movilizarse a favor de la Policía, de la Gendarmería, y también de la Fuerza Aérea, de la Marina, de las unidades aerotransportadas, de los servicios de inteligencia. Sin olvidar las industrias de defensa, y de las tecnologías esenciales para nuestra supervivencia en Europa y para la alcanzar la victoria en los teatros de operaciones exteriores. Yo digo victoria pues es una guerra mundial la que ha sido desatada. Se trata de ganarla contra aquellos que nos la han declarado.
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