CONGRESISTA DE ESTADOS UNIDOS, ALIADO DE LAS FARC
James McGovern , Representante del Estado de Massachusetts de los Estados Unidos, es un Aliado de Las Farc.
UN CONGRESISTA DE ESTADOS UNIDOS, ALIADO DE LAS FARC*
LOS ESTADOS UNIDOS ALBERGAN A UN CONGRESISTA QUE ES CÓMPLICE DE LAS FARC Y DE LA SENADORA PIEDAD CÓRDOBA. LA ADMINISTRACIÓN OBAMA ESTÁ EN EL DEBER DE ENJUICIARLO
Por Jacques Thomet
Esta denuncia que hago, reviste la mayor gravedad, pero está basada en hechos reales y probados; se refiere al Representante (no Senador, como lo anota la prensa colombiana) James McGovern (Demócrata del Estado de Massachusetts). El gobierno colombiano negó una solicitud de Piedad Córdoba para que este representante Demócrata la acompañara en la liberación de seis secuestrados de las FARC, liberación anunciada por los terroristas desde el 21 de diciembre de 2009, y que todavía no se ha materializado.
Es difícil no recordar el horror de esta promesa. Las FARC, que tienen al menos a 800 secuestrados en su poder, todavía no suministran los nombres de cuatro de los seis secuestrados próximos a ser liberados –algunos de ellos han estado encadenados durante 11 años-, y su cómplice, la senadora colombiana Piedad Córdoba, acreditada por la guerrilla para recibir a los rehenes, intenta montar un nuevo espectáculo, como lo ha hecho en las liberaciones anteriores a cuenta-gota, invitando personalidades amigas de la guerrilla a acompañarla.
Mis revelaciones sobre la elección de Barack Obama obviamente aún sufren la atención de los medios de comunicación mundiales, pero quién sabe si la prensa americana no terminará por examinar este escándalo. ¿Se imagina a un senador americano vinculado a los terroristas talibanes para frustrar la ayuda de los EE.UU a Afganistán?
“No me lo imagino”, dirá usted. Sin embargo, esto es lo que está sucediendo en Colombia con James McGovern. Y por ello es que Álvaro Uribe excluyó su nombre, propuesto por Piedad Córdoba.
Si la justicia americana hace su trabajo, el demócrata James McGovern algún día será llamado a declarar por la Fiscalía norteamericana. McGovern es mencionado por el portavoz del Ministerio Público, James C. Jones, en los 37.000 documentos incautados en los ordenadores de Raúl Reyes, el cabecilla de las FARC muerto por el ejército colombiano el 1 de marzo de 2008. ¡Estos documentos mencionan la intermediación de McGovern y su intención de ayudar a los terroristas de las FARC…! ¡Y esto, como si los guerrilleros hubieran tenido, aunque fuera por un segundo, la intención de hacer la paz..!
Al contrario, todos los mensajes y textos de Raúl Reyes, que publico en mi libro sobre los Secretos de la operación Betancourt (fayard), demuestran la determinación de los terroristas de proseguir la lucha armada, y el deseo de Piedad Córdoba para que Ingrid Betancourt no fuera liberada (que fue liberada por el ejército, el 2 de julio de 2008). Ahora bien James McGovern estuvo a la cabeza del grupo de presión anticolombiano frente al Congreso norteamericano, desgraciadamente con éxito, me atrevo a decir, ya que esto significará para mí otro escándalo. Es debido a la presión de McGovern que el congreso norteamericano ha rechazado la adhesión de Colombia al Tratado de libre-comercio (TLC) con los Estados Unidos, y ahora también está presionando para que se disminuya la ayuda norteamericana a la lucha contra la droga y las FARC, conseguida en el 2000 gracias al Plan Colombia, que los presidentes Bill Clinton y Andrés Pastrana habían firmado en Cartagena el 31 de agosto.
Ha llegado el momento, a la luz de estas precisiones, de alertar la nueva administración estadounidense sobre la intoxicación de la cual fue víctima, incluso antes de asumir su cargo, por parte de McGovern y Compañía.
El equipo de Barack Obama asegura que no esta a favor -a priori- de la integración de Colombia al TLC, hasta tanto la situación de los derechos humanos no mejoren, en particular, respecto a las sindicalistas. Esto es lo que siempre ha dicho McGovern. Repiten lo que el representante Demócrata ha dicho desde siempre; con falsedad.
Pero la situación real de los Derechos Humanos en Colombia es otra. Los crímenes contra los sindicalistas se redujeron en un 82% desde 2002, ¡fecha de la primera elección de Álvaro Uribe a la Presidencia de Colombia! ¡Este país esta experimentando una renovación, un renacimiento de libertad sin precedentes, con editorialistas y columnistas que tratan al jefe del Estado de todos los nombres y lo acusan como desean, sin preocuparse de retaliaciones, ¡algo que no sucede ni siquiera en Francia o en Estados Unidos..!
Tal libertad y apertura existe a pesar del terrorismo vigente de las FARC, terrorismo que McGovern se cuida muy bien de no estigmatizar abrigando, sin esperanza, la idea de convertirse en el salvador de Colombia gracias a sus vínculos con los FARC.
Colombia y los EE.UU demuestran una tolerancia asombrosa con sus enemigos. Ni James McGovern ni Piedad Cordoba han sido llamados todavía ante las respectivas justicias de sus países.
Y creo que ha llegado el tiempo de poner fin a esta deshonra.
*Cedido por Thomet a Periodismo Sin Fronteras. http://jacquesthomet.unblog.fr Traducción de Ricardo Puentes M.
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