DIVIDE Y VENCERÁS ¿EL MIEDO DE LOS MILITARES?
Lo que pretende Timochenko es dividirnos, ojala esta división no se realice al interior de las Fuerzas, y Dios no quiera que nuestras familias terminen por comerse el cuento que las Fuerzas no están siendo negociadas
Divide y vencerás, ¿el miedo de los militares?
Lo que pretende Timochenko es dividirnos, ojala esta división no se realice al interior de las Fuerzas, y Dios no quiera que nuestras familias terminen por comerse el cuento que las Fuerzas no están siendo negociadas
Por General Ignacio Rengifo
Octubre 27 de 2014
Es un tema espinoso por estos días, pues el país está dividido y de qué manera. En la época de los liberales y los conservadores, había división, pero acuerdos; se logró con el Frente Nacional una coalición política y electoral entre liberales y conservadores vigente en Colombia de 1958 a 1974, donde el poder se dividía y cada cuatro años había un gobierno diferente, lo único que le faltó quizás, fue haber hecho unas políticas de Estado donde se fijaran las normas de las cuales no se podría salir cualquier gobernante que llegase, y se debió hacer con todos los grupos ideológicos de la época; así, no estaríamos cambiando de partido como cambiar de interiores.
“Divide y vencerás” es una frase que se le ha atribuido a Julio Cesar, a Maquiavelo, entre otros, pero se asocia más a Sun Tzu, quien la cita en su libro, “El Arte de La Guerra” escrito 500 años A.C.
Sobre este documento se han planeado y organizado algunos ejércitos del mundo, pero también se han organizado grupos terroristas y hasta empresas que basan sus estrategias competitivas en este gran texto.
Así pues, nuestro país viene sufriendo unas divisiones enormes y a veces necesarias. No puede el pueblo colombiano permitir que ocurra lo mismo que ocurrió en el Salvador (por citar un ejemplo), donde las Fuerzas Militares, quienes llevan siempre el peso de la defensa de la democracia y/o de los Estados, terminen pagando lo que los terroristas, que pasaron después al poder, quieren que paguen.
Las Fuerzas Militares han sido siempre en Colombia muy apreciadas, es la institución más prestigiosa y con mayor aceptación y respeto por parte de la comunidad; sin embargo, las FARC, por no mencionar algunos organismos de izquierda, se han empeñado en minar la voluntad de lucha y en tratar de desprestigiarlas. Aún así los colombianos siguen confiando en nosotros, prefieren un soldado que un guerrillero o un miembro de los mal llamados paramilitares, ya que con el soldado están seguros que pueden hacer sus vidas de una manera tranquila, prospera y sin más miedos que vivir dentro de la ley porque de lo contrario podrían ir a la cárcel.
Pero recordemos que en el Salvador se negoció una paz sin visualizar el futuro de los integrantes de las Fuerzas Militares y de Policía, en cambio en Chile durante el mandato del señor General Carlos Ibáñez del Campo durante el segundo gobierno, se estableció la ley 13196, conocida como la «Ley reservada del cobre», del 1 de enero de 1958, luego del incidente del islote Snipe, como un impuesto del 15 % a las utilidades de la gran minería, para asegurar una fuente de financiamiento permanente de las FF.AA. sin depender de los vaivenes de la política, actividad que no se ha tenido en cuenta en Colombia.
Si observamos el proceso de paz en el Salvador y lo que se presume va a pasar en Colombia, podríamos vislumbrar que vamos para el mismo desenlace: unas Fuerzas Armadas debilitadas al punto de desaparecer, a razón del fin del conflicto armado, la reducción obvia de las FFMM, y si quienes pagan la mayor cantidad del “sueldo de retiro” de las Fuerzas son los activos, quién va a pagar ese dinero cuando los militares en uso de buen retiro seamos más que los activos?
Llegará pues, el momento en que el Estado (quizás bajo el mando de un ex – miembro de las FARC) tome la decisión (claro con auspicio del Congreso, con gran cantidad de ex – miembros de las FARC), de reducir esos sueldos de retiro, pues en paz no sería justo que los militares en retiro ganen lo mismo que ganaban en guerra. Esas serán las justificaciones de los mandatarios del futuro y así aplicaremos la frase que muchas veces he escuchado en diferentes versiones “Cuando hay peligro el hombre clama a Dios y al soldado, cuando el peligro pasa Dios es olvidado y el soldado despreciado y olvidado”
La frase pues, “divide y vencerás” se hace más palpable cuando algunos Comandantes caen en el error de hacer política o de participar en ella en favor de algún candidato, con el único objetivo de cuidar su puesto, su ascenso, su prestigio y poder. Esta es una estrategia aplicada por cualquier persona como lo cité antes, pero no puede ser posible que al interior de las Fuerzas Militares se permita que esto suceda.
Invito a todos los militares a que nos unamos para que no nos dividan, muchos dicen que estamos con Uribe, otros dicen que hay militares con
Santos, pero lo que realmente sucede al interior de nuestras Fuerzas es un terrible miedo a perder hasta el Honor militar, pasando por nuestra libertad, prestigio y hasta la familia por haber servido a la Constitución Nacional, no podemos dejarnos contaminar por la política, por una corriente ideológica, lo que somos es lo que hemos construido desde 1810, un Ejército realmente del Pueblo.
Ojalá el Presidente de la República, antes de negociar con las FARC, creara una ley que destine un recurso del PIB para las Fuerzas Militares, basada en los recursos naturales que siempre hemos protegido y que nadie modifique, al igual que sucede en Chile.
Que no suceda lo que sucede en el Salvador, que la población añora las épocas de guerra, pues era había más seguridad antes que ahora que están en una supuesta paz. Los insto a que pregunten a cualquier salvadoreño cuáles son las estadísticas de extorsión, secuestro, atracos, etc. Después compárenlas con las de antes en época de la PAZ.
Timochenko escribió en un comunicado del 22 de octubre de 2014 en http://www.pazfarc-ep.org/index.php/blogs/2225-las-cosas-no-seran-como-suena-la-oligarquia lo siguiente:
“Se habla del partido político de las fuerzas armadas. Su medio millón de integrantes, privilegiados en muchos aspectos, en comparación con el resto de la población trabajadora, no sólo es adoctrinado en sus escuelas de formación y práctica cotidiana, sino que gira alrededor de un gran entorno ideológico que envuelve a sus familias, amistades más cercanas y a miles de jubilados y sus allegados. Hacen política diariamente con sus emisoras y operaciones cívico militares.”
Que pretende con ello, hacer una división entre los militares y las familias? Decir que somos un partido político? ¿Decir que somos diferentes a la clase trabajadora?
Definitivamente lo que pretende Timochenko es dividirnos, ojala esta división no se realice al interior de las Fuerzas, y Dios no quiera que nuestras familias terminen por comerse el cuento que las Fuerzas no están siendo negociadas.
¿Qué pasará cuando el día de mañana un guerrillero con crímenes de lessa Humanidad pase a ser parte de las filas de las Fuerzas y un Capitán del Ejército por errores operacionales termine excluido de la sociedad y peor aún que sin haber cometido errores termine sin trabajo porque el cupo suyo lo va a ocupar un ex – guerrillero?
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