DOLOR DE PATRIA

El dolor de Patria, en ocasiones, es fuerte…

Por: Capitán de Navío Jorge Enrique Quintero Ruiz

Si. Realmente el dolor de Patria, para quienes lo sentimos con sincera honestidad, es fuerte. Y es fuerte cuando uno se siente engañado y burlado, pues ahí es cuando uno se da cuenta de que  las cosas, por más de que se diga lo que se diga o se prometa el cielo y la tierra o se asegure que todo va a ser diferente, la realidad, la triste realidad, es que siguen el mismo derrotero.

Es como si la Singladura de la vida cotidiana de este País Macondiano no deseara virar hacia otro punto en el infinito. Como si deseara que la vida no cambiase a pesar del cambio de los vientos que la guía por otros rumbos.

Cuando esto sucede uno se pregunta, ¿Qué nos está pasando desde hace ya un largo periplo? ¿Por qué algunas “cosas” cambian para mejorar pero otras continúan por otras vías? ¿Porque esas “otras cosas” no hacen el mas mínimo esfuerzo para enderezar su trayectoria? De verdad, ¿Que sacamos con crearnos tantas expectativas si estas, a la larga, no modifican su rumbo?

Cada día, no sabemos si es a medianoche o a los albores de un nuevo amanecer, esas “cositas” de la cotidianeidad colombiana que se viven permanentemente van a cambiar o se va a presentar un “algo” inesperado. No lo sabemos. Pero si sabemos que “algo” va a suceder, ya que siempre hay un “algo” que esperar. Siempre sabemos que algo se presenta, y que ese “algo” va a ser y es magnificado por los medios de comunicación para `poder vender, tener rating y así pagar sueldos, deudas y prebendas. Y es mejor, mucho mejor y más rentable, si se trata del dolor ajeno o de las Fuerzas Militares.

Como en su efecto sucede ahora cuando aparece en los medios de comunicación el show del Holocausto del Palacio de Justicia. Ese “algo”, tema trillado por todos los medios hablados y escritos. pero deshonestamente tratado, en especial por Caracol y El Tiempo ya que en forma de por si cínica y malévola  y por mera conveniencia política, evaden lo profundo de lo sucedido con el maldito M19 que en mala hora cometió una locura para luego, después de tanta sangre derramada y dolor infringido, salir libre cual mansa paloma, y quienes tenían el sagrado deber y la obligación de defender a todas y cada una de las variadas Instituciones y Entidades del Estado, así como a su pueblo y sus Símbolos Patrios, terminan vil y canallamente condenados y puestos en la picota como si ellos, nuestros valientes miembros del Ejército y de la Policía Nacional, hubiese sido los atacantes y no los defensores.

¡Que injusticia! ¡Que vulgaridad tan grande! ¡Qué salvajismo contra los únicos hombres de bien del país: sus Fuerzas Militares y de Policía! ¡Que atropello tan canalla por parte de quienes desconocen la vida castrense y se ufanan cínicamente de haberle mamado gallo al sagrado deber de prestar el servicio militar a la Patria comprando con unos miserables Pesos esa Libreta que jamás se la han debido entregar! Pero que desfachatez tan grande la de todos los Militares y Policías, Activos y en Retiro, de no gritar en coro: ¡Alto! ¡Respeten lo que hicimos! ¡Somos inocentes! ¡Basta ya de tanto atropello!

Pero esa, lamentablemente a pesar de sus muchas cosas maravillosas, es nuestra Colombia. Colombia que “unos” solo la sienten cuando juega, y siempre pierde, la Selección Colombia, o cuando canta Juanes o Shakira, o cuando se habla de la mucha diversidad que poseemos. De esa Colombia que “otros” si la llevan con respeto y cariño, y con ese dolor que se experimenta en el corazón cuando la ofenden y maltratan. Esos, que si la sienten en lo más profundo de su corazón, esos son los hombres de sus Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. Mientras esos “otros” muchos que viven en ella, solo piensan en jugar con ella. En no pagar sus impuestos. En no cumplir con sus deberes y obligaciones. En esos que cada vez que pueden dicen con cara de mamasantones: Hagámosle a la corrupción, cambiemos de partido como buenos camaleones, saquemos los varios documentos falsos que se necesitan pues no existe autoridad, y si la hay no castiga como debe hacerlo, hagámosle trampa a todo el que podamos que hay mucho “pendejo” que cae muy fácil, violemos las leyes, pues para eso se hicieron, –De ahí el dicho, hecha la ley, hecha la trampa-. jalémosle a la droga que da buenos dividendos, conduzcamos nuestros vehículos violando todo lo que podamos y haciendo lo que nos venga en gana en todas y cada unas de las diferentes vías ya que el Código de Policía es un mero panfleto y la autoridad no hace nada, y si hace, ahí tenemos buenos “tinterillos” tramposos y mañosos para que nos saquen libres, formemos y conformemos grupos para robar y violar ya que si nos declaramos culpables, los jueces nos dan rebaja de pena, casa por cárcel o un lindo brazalete para andar y vagabundear por donde queramos. Y algunos dicen, ¿No ven que aquí en Colombia es bueno ser guerrillero? ¿No ven que a los del M19 los amnistiaron y están dentro de la Política? ¿No se dan cuenta que a los de las FARC y ELN los envían para el exterior con todo pago? ¿A caso no se han dado cuenta que después de todo el mal causado al país, la Teodora Piedad salió “prácticamente” libre y sigue protegida por el Partido Liberal? ¡Hagámosle!

Si. Esa es nuestra Colombia. Esa es su gente. Esa es su indio-sincracia. Así somos nosotros. ¿No vieron que elegimos a un señor Presidente con el ánimo de que todo nos iba a cambiar, de acuerdo a sus promesas politiqueras, y nos iba a dar lo que nos merecíamos por Ley, como es la Nivelación Salarial y el reconocimiento y ajuste del IPC?

Son muchas y variadas las “situaciones” que cotidianamente se presentan en este país de Macondo. ¿Qué vamos bien? Si, vamos bien. ¿Pero cómo lo hacemos? ¡Carajo! Esa sí que es una buena pregunta. Pero ahí vamos…

¿Qué ira a pasar ahora pronto con lo del M19? –Tema central de este dialogo-. ¿Qué sucederá con el señor Procurador que si ha logrado poner el dedo en la llaga? ¿Qué pasará con lo prometido por el señor Presidente Juan Manuel Santos? ¿Qué ocurrirá con el nuevo Mindefensa que nos impusieron? ¿Extraditaran por fin a Teodora Piedad? En fin…

De verdad, amigos míos, que el dolor de Patria en ocasiones… es muy fuerte..