EL PC2 Y LAS FARC
Colombia no está combatiendo contra ‘llaneros solitarios’. Cada organismo creado durante los 80 años de historia por el PC2 tiene un papel. Incluso, también, alguna finalidad tuvo inventarse el fantasma del PC3
El PC2 y las FARC
Por José Obdulio Gaviria
Noviembre 22 de 2011.
Colombia no está combatiendo contra ‘llaneros solitarios’. Cada organismo creado durante los 80 años de historia por el PC2 tiene un papel.
Repetidos informes reportan que alias ‘Timochenko’, nuevo jefe de las Farc, “desde joven se involucró con la izquierda, al entrar a las Juventudes Comunistas (Juco)”.
En El Espectador, Lisandro Duque certifica que alias ‘Alfonso Cano’ militó en las juventudes del Partido Comunista: “ambos fuimos miembros de la Juco en los setentas”, dijo.
Una hagiografía que intentó construir Hugo García (El Espectador) sobre Manuel e Iván Cepeda nos recuerda que Manuel y Yira, padres de Iván, “se conocieron en Bogotá en la Juventud Comunista (Juco)” y que después de vivir décadas en la URSS y Cuba, la familia regresó a Bogotá y, “para 1975, a sus 13 años (…), Iván ya hacía parte de la Juco y seguía a pie juntillas el ejemplo de sus padres”.
En Wikipedia leemos que ‘Iván Márquez’ “en 1977 se vinculó a las Juventudes Comunistas (Juco). Allí hizo parte de las redes de apoyo de las Farc (…); fue congresista en la década de 1980 (…) por la UP junto a Braulio Herrera”.
En entrevista para estudiantes de comunicación, Carlos Lozano, director de Voz, semanario del PC, recuerda cómo tuvo “bajo (su) responsabilidad la coordinación de la separata ‘Juventud’, que salía mensualmente, y la página semanal juvenil de ‘Voz proletaria’. La elaborábamos con un equipo de estudiantes, hombres y mujeres, de mucha calidad, entre ellos, Jorge Enrique Botero”. Lozano y Botero, claro, también fueron Juco.
Wikipedia dice de alias ‘Joaquín Gómez’, tercero al mando de las Farc, que “fue profesor durante años en la U. de la Amazonia, al tiempo que militaba en la Juventud Comunista (Juco)”.
El jerarca comunista Álvaro Delgado recuerda, enternecido, su paso por Armenia, en donde conoció el fervor comunista de Jorge Rojas, director de Codhes, y del psicópata alias ‘Braulio Herrera’.
Wikipedia informa que alias ‘Raúl Reyes’ “nació en La Plata (Huila).
Ingresó a la Juventud Comunista de Colombia (Juco) a los 16 años. Posteriormente, se inició en el movimiento sindical mientras trabajaba para una planta de leche de Nestlé”.
A la inteligencia militar nunca le pareció que ese común denominador fuera coincidencia. Algunos políticos, periodistas y académicos, en cambio, aseguran que sí; que todos pasaron por la misma escuela de formación política hace años, pero que sus caminos se separaron. Esa es una vía argumental para permitir que la acción encubierta del PC2 sea refugio imbatible para atacar al Estado y para defender a la guerrilla.
El Colectivo de abogados del Partido Comunista (Juco) es el mejor estratega militar: han definido como criminal toda acción del Estado; personalizan en un oficial el presunto crimen y se apoderan de la vocería de las ‘víctimas’. Lograda la sanción penal, quedan legitimados para reclamar millones de dólares al Estado.
Ese dinero no es para enriquecimiento propio, como se está diciendo. ¡No! Con él se financian más denuncias, defensas de guerrilleros y viajes de propaganda negra contra el propio Estado.
El colectivo creó un círculo vicioso infernal, pues pretende destruir la moral de combate de las tropas, la autoestima de los gobiernos y la confianza de los ciudadanos.
¿Por qué en un comunicado del 4 de noviembre, Movice, Sintraunicol y una asociación de ‘derechos humanos’ lanzaron un S.O.S. para ‘salvar a niños campesinos de un bombardeo’ en el sitio preciso en donde se escondía ‘Cano’? ¡Cumplía su tarea! ¡Quería salvar a ‘Cano’ de la prisión o de la muerte!
Colombia no está combatiendo contra ‘llaneros solitarios’. Cada organismo creado durante los 80 años de historia por el PC2 tiene un papel. Incluso, también, alguna finalidad tuvo inventarse el fantasma del PC3.
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