EL SOCIALISMO Y SUS DIFERENTES VERSIONES POLÍTICAS
Las izquierdas tienen muy poco que ver con el progreso. Los izquierdistas arcaicos, aunque se presentan a sí mismos como de “vanguardia” o “avanzada”. Esto se aplica a todas las formas de ideologías de izquierda (anti-capitalistas). Por eso, cualquier proyecto de izquierda al final se convierte en un hazmerreír arcaico
Socialismo: diferentes versiones políticas, único resultado arcaico
Las izquierdas tienen muy poco que ver con el progreso. Los izquierdistas arcaicos, aunque se presentan a sí mismos como de “vanguardia” o “avanzada”. Esto se aplica a todas las formas de ideologías de izquierda (anti-capitalistas). Por eso, cualquier proyecto de izquierda al final se convierte en un hazmerreír arcaico
Por Kitty Sanders
Febrero 15 de 2016
Las izquierdas son conocidas por sus declaraciones a favor del progreso. Incluso durante la era soviética la prensa se adueñó del término “progresista” y lo utilizó únicamente para caracterizar a sus propios aliados, independientemente de sus métodos. Por ejemplo, el régimen capitalista de Pinochet en Chile (obvio, militarizado y autoritario) fue denominado “reaccionario y fascista”, pero el régimen socialista de Velasco Alvarado en Perú (también militarizado y autoritario) fue llamado “democrático y progresista”. En los años 60 en Europa los “Nueva Izquierda” también aprendieron la retórica del “progreso” y se apropiaron de la palabra. Como resultado, hoy los gobiernos que se caracterizan a sí mismos como “progresistas”, son percibidos por muchas personas, como de izquierda.
En realidad, las izquierdas tienen muy poco que ver con el progreso. Los de Izquierda son arcaicos, aunque se presentan a sí mismos como de “vanguardia” o “avanzada”. Esto se aplica a todas las formas de ideologías de izquierda (anti-capitalistas). Por eso, cualquier proyecto de izquierda al final se convierte en un hazmerreír arcaico. Sólo unos pocos ejemplos.
1.- El proyecto soviético. Empezaron con hermosas consignas, arte vanguardista (que plagiaron desvergonzadamente de los tiempos zaristas y denominaron arte revolucionario), y los intentos de introducir las libertades civiles. En pocos años, las libertades civiles se redujeron, y en 1925 el nivel de control del Estado sobre la sociedad se volvió más fuerte de lo que había sido en época de cualquier otro rey. Y en 1933, Rusia se convirtió en un monstruo totalitario, que poseía una gran maquinaria de destrucción de su propia gente. Los países que toman como modelo al proyecto soviético del socialismo, consiguen el atraso y la degradación como Corea del Norte y Albania (el país más pobre de Europa, que estuvo durante mucho tiempo bajo el régimen del líder totalitario estalinista Enver Hoxha).
2.- Italia fascista. Comenzaron con los manifiestos “tecnológicos” y futuristas, y los himnos de tecnología y velocidad. Tommaso Marinetti, el autor del primer Manifiesto futurista, era un socio de Mussolini (quien, estaba en el “Partido Socialista Italiano” mucho antes de la creación del “Partido nacional fascista”) y era también el poeta del nuevo régimen. En pocos años, se convirtió en un fascismo arcaico con fantasías sobre el renacimiento de la antigua Roma, procesiones con antorchas y otros entretenimientos medievales.
3.- Maoísmo. La retórica “progresista” de los comunistas chinos, puesta al servicio de muchos regímenes, quienes adoptaron fielmente el mismo discurso, desde los camboyanos hasta los peruanos de Sendero Luminoso, en la práctica, se convirtió en millones de muertes, destrucción de la infraestructura, y en los casos más radicales ( como fue el caso de la Kampuchea Democrática) convertirse al neoludismo (odio a la tecnología) con destrucción de los coches, desalojos de ciudades, destrucción absoluta de la economía y la cultura del país y vuelta casi a la edad de piedra.
4.- Socialismo islámico. La revolución islámica en Irán, que ha llevado a cabo el ayatolá Jomeini y sus asociados, ha convertido a uno de los países culturales y seculares más desarrollados de la región, en un país marginado y fundamentalista. En el Irán pre-revolucionario existía una ciencia desarrollada, con un fuerte sistema educativo (especialmente en matemáticas), era un Estado socialmente bastante libre. En 1973, con el fin de superar los vestigios del feudalismo y la integración en el sistema capitalista mundial, el iraní Shah Pahlavi inició una “revolución Blanca”. Incluía una serie de reformas radicales encaminadas a una solución definitiva a los problemas de la pobreza y el subdesarrollo. Decenas de miles de millones de petrodólares fueron invertidos en proyectos de transformación socio-económica de la sociedad. Se llevó a cabo la reforma agraria, accediendo a la tierra los campesinos. Pero Irán se sentía traicionado por sus aliados políticos (en particular, Jimmy Carter, Presidente de los Estados Unidos), ¡y comenzó la revolución en el país! Islamistas trabajaron codo a codo con los socialistas, que odiaban a la monarquía. Después de la victoria los “revolucionarios islámicos” mataron a una parte de los izquierdistas seculares recalcitrantes y una parte de ellos fue integrada en el nuevo sistema. El Irán de hoy es conocido no por los logros matemáticos sino por su participación en actos de terrorismo en todo el mundo y por apoyar a las organizaciones terroristas como Hezbolá.
En Libia, donde el socialismo islámico (basado en el “Libro Verde” de Muammar Gaddafi) ha sido durante mucho tiempo la única ideología, no ha habido ninguna victoria sobre lo arcaico. Gadafi no fue ni siquiera capaz de crear una nación civil libia: tan pronto como fue derrocado, los libios utilizaron inmediatamente los principios tribales. El propio Gaddafi estaba viviendo en una tienda de campaña, como el mongol Khan, y todo su régimen era completamente arcaico.
5.- El socialismo latinoamericano del siglo XXI. También comenzó con consignas progresistas. Su resultado fue la destrucción de las economías, los gobiernos autoritarios, el adoctrinamiento de la educación, el conflicto civil en Venezuela y la locura arcaica en Bolivia, donde Evo Morales, está reviviendo el espíritu del siglo XIX, legalizando el trabajo infantil. ¿Dónde está el progreso? ¿En la usurpación de las izquierdas en universidades en las que es imposible expresar un pensamiento de no-izquierda? ¿O el trabajo infantil es un “progreso”? ¿O la escasez de papel higiénico y la dura actitud en la gestión de las empresas por parte del Estado? ¿Tal vez, el progreso sea la destrucción de las regiones por las FARC y el Sendero Luminoso?
6.- Socialismo europeo de “Nueva Izquierda”. ¡Parecería que éste es el socialismo “verdadero” y progresista, esto es la
esperanza y la luz que se ve desde la ventana! Pero… por desgracia, el socialismo europeo también mostró su esencia arcaica. Desde los tiempos de los movimientos radicales de izquierda, como el RAF, los euro-socialistas eran amigos de los movimientos religiosos más represivos y arcaicos del Medio Oriente islámico. Hoy en día, este fenómeno llegó a su extremo. Muchas izquierdas en realidad se ponen del lado de los islamistas, negando la cultura europea y dando la bienvenida a la destrucción de Europa por los “nuevos proletarios oprimidos y lúmpenes”. ¿Quiénes son? obvio, son los radicales musulmanes y otra gente con valores arcaicos. Esto parece bastante extraño, porque generalmente las izquierdas utilizan la retórica secular, anti-religiosa, los derechos humanos y feministas. Sin embargo, los hechos son que las izquierdas están dispuestas a la tolerancia con la violación y el Islam agresivo en nombre de ideales de arcaísmo de la cultura y sobre todo de la economía (no es ningún secreto que la prohibición de la tasa activa en la economía islámica, por ejemplo, está gustando mucho a las izquierdas).
¿Por qué sucede esto? El problema es el enfoque arcaico de los socialistas en la “institución de la propiedad” (término jurídico). La historia de la humanidad, es mayormente la historia del “Instituto de la propiedad” (como categoría jurídica). En concreto la aparición de la propiedad privada ha llevado a un fuerte aumento del humanismo, la cultura y las capacidades humanas. Eran los tiempos en que los propietarios fueron capaces de crear beneficios adicionales y generar ideas, y cuando estos propietarios aumentaron en cantidad. Mientras la abundancia de bienes y servicios comenzó a promover una disminución de sus precios y hubo disponibilidad de estos bienes y servicios para todas las demás personas que no tenían propiedad.
Estos son los fundamentos de la moral y la ética capitalista y sobre esto escribió Adam Smith. Para entender lo que quiero decir, compararé la situación de los pobres en un país moderno con instituto de propiedad privada desarrollado, y los pobres en la Edad Media, cuando la institución de la propiedad privada era primitiva y subdesarrollada. Los pobres de hoy en los Estados Unidos, España, Chile o Singapur no pueden morir físicamente de hambre si hacen un mínimo de esfuerzo, por ejemplo, el pedir comida o caminar cerca del McDonalds, donde según las reglas tienen que tirar las hamburguesas no vendidas, aunque sean frescas. La institución de la propiedad privada desarrollada ha generado enormes excesos, lo que resulta en que los alimentos se han vuelto más baratos, y la sociedad se ha convertido en más compasiva. En las sociedades con instituciones de propiedad subdesarrolladas, como la Edad Media, y algunos países modernos (ver. los países subdesarrollados de África), el hambre sigue siendo muy probable. La ausencia de los “excesos” que sólo ofrece el instituto de la propiedad privada, genera una “falta” de recursos para todas las personas, y por lo tanto los pobres pueden sufrir inanición.
En esto radica la ventaja del capitalismo sobre el socialismo y el Gosplan (Comité para la planificación económica en la Unión Soviética). Si el segundo, basado en la cantidad y las necesidades mínimas previstas de la población calcula la cantidad producida, el capitalismo regular busca la máxima producción, lo que reduce los precios y los productos están disponibles para la gran mayoría de la gente.
El socialismo dice que la propiedad privada es errónea porque es injusta, y ofrece una transferencia de la propiedad al estado (una versión feudal) o “colectivizar” (versión tribal). En el primer caso, el soberano-burócrata, tiene la posesión del aparato de distribución, administra la propiedad enajenada (“robada”) por su cuenta, castiga a la “gente equivocada” y alienta a la “gente correcta”, mientras gasta los fondos disponibles de manera ineficiente. Una ilustración: En la Unión Soviética, se destinan departamentos a la gente ¡Pero para ello, debes tener una vida obediente y vivir hasta los 40 años en residencias estudiantiles! Si estabas en contra del Estado, llevabas la ropa equivocada o escuchabas la música equivocada, nunca tendrás el departamento. De esta manera los señores feudales medievales castigaban a los campesinos descuidados y recompensaban a los obedientes. La estatización (nacionalización) de la propiedad, es una vuelta a las relaciones feudales, pero, a diferencia de la Edad Media, aquí el señor feudal es único y total y no tiene competidores, como otros señores feudales y la iglesia.
La socialización es aún más arcaica, ya que implica un enfoque tribal de la propiedad. En el paradigma de la “nueva izquierda”, con la presentación de la Escuela Francesa de Sociología (Georges Bataille, etc), se ha convertido en una especie de interpretación de “la sociedad de donación”, donde “todo el mundo ayuda a todo el mundo”. Alrededor de este concepto han florecido muchas teorías filosóficas, existenciales y sociológicas interesantes que, si se utiliza la frialdad intelectual y la “navaja de Occam”, se reducen a un conjunto de técnicas muy arcaicas. Georges Bataille, en particular, estaba fascinado por el Potlatch. Potlatch es una ceremonia practicada por los pueblos indios en el que la tribu ha destruido todos los “excedentes”, que se acumulan. La consecuencia de este ritual a menudo ha sido la ruina y la pobreza, puesto que los líderes de las tribus en una irracional extravagancia, regalaron a gente extraña a la tribu y destruyeron lo que se acumuló durante meses y a veces años. Fueron regaladas las mantas, pieles, cueros y artículos de cuero, joyería, artículos para el hogar, barcos, y también el suministro de alimentos. Con el fin de demostrar su grandeza a sus invitados y demostrar su desprecio por los que tienen riquezas y valores, bajo las órdenes de estos líderes, ante los ojos de los presentes fueron deliberadamente quemadas o arrojadas al mar cosas realmente valiosas.
Potlatch ha destruido cualquier posibilidad de que las tribus indias accedan al progreso, porque el progreso está estrechamente relacionada con los excedentes, y la acumulación de ganancias de la propiedad.
Este ritual arcaico, en general, fue la base para un nuevo paradigma de la izquierda. El comportamiento extravagante de los Nueva Izquierda en los años 60-70 en Europa y América como: el rechazo de la propiedad, movimiento okupa (Squatting), alojamiento de las comunidades, el nomadismo, el rechazo de las normas de higiene y los logros de la medicina moderna – esto no es más que una consecuencia de la conciencia del arcaísmo. Una ilustración muy clara: cuando las izquierdas europeas (quienes ayer eran hippies pacíficos e inofensivos) apoyan a sus nuevos amigos y “hermanos en la cultura arcaica” radicales islámicos, quienes son mucho más viciosos, peligrosos y son los “partidarios del pensamiento tribal y feudal”, quienes violan a las mujeres europeas, y abogan por la introducción de la ley sharia en Europa.
El socialismo es arcaico en su base misma, su fundamento mismo. Al anunciar la institución de la propiedad privada y la producción eficiente como “no progresistas” y agitar a favor de las relaciones económicas feudales y tribales se puede conseguir solamente un retorno al feudalismo, o a entidades tribales. No se puede resguardar la tecnología y la cultura modernas, mientras se confía en las ideas económicas y de producción obsoletas. El socialismo, como cualquier idea relacionada con la socialización y el control serio del mercado, siempre hundirá a la gente en lo arcaico, el atraso y la pobreza.
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