“LAS FARC SIMPLEMENTE QUIEREN EL PODER”

No veo voluntad política, por parte de los alzados en armas, para llegar a un acuerdo ni entablar un proceso más allá de intentar alcanzar el poder por parte de esta organización terrorista. Las FARC lo único que quieren es llegar al gobierno, al poder, y punto

“Las FARC simplemente quieren el poder”

Ricardo Angoso

Por RicardoAngoso

Agosto 28 de 2012

Economista de formación y ex embajador de su país en Francia, Miguel Gómez Martínez es una de las jóvenes promesas de la política colombiana. Lleva dos  legislaturas elegido como representante en la cámara legislativa y algunos ya le señalan como presidenciable para las elecciones del 2014. Cercano al ex presidente Uribe y partidario de convocar una asamblea constituyente para arreglar los problemas de la nación, sobre todo los relativos a los que plantea la justicia, sus posiciones le han ido alejando progresivamente del presidente Juan Manuel Santos, que incluso ha llegado a desautorizar sus propuestas públicamente. Pese a todo, su valor está en alza.

RicardoAngoso: ¿Qué balance hace de estos dos años de presidencia de Santos?

M.G.M.:Creo que ha habido muchos contrastes a la hora de juzgar estos dos años de presidencia. Creo que lo que es el manejo de las relaciones internacionales se ha gestionado bien el asunto y hemos tenido avances, sobre todo con nuestro vecindario; Colombia no puede estar aislada de la región. También, en un momento de incertidumbre internacional, se ha gestionado bien la economía, y luego se ha trabando de una forma muy regular en la ejecución de programas, es decir, un gobierno paralizado en su accionar, con muchas dificultades para cumplir lo que anuncia y muy mal parado en lo que se refiere al manejo de la seguridad pública. Incluso uno tiene la percepción, como mucha gente, de que en este asunto estamos retrocediendo a épocas a las que nadie desearía volver, vamos a peor.

R.A.:¿Cómo examina las tentativas de alcanzar un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)?

M.G.M.: Sinceramente, no veo voluntad política, por parte de los alzados en armas, para llegar a un acuerdo ni entablar un proceso más allá de intentar alcanzar el poder por parte de esta organización terrorista. Las FARC lo único que quieren es llegar al gobierno, al poder, y punto. Los terroristas de las FARC han tenido éxito en Colombia en dos sentidos: el primero consiste en hacer creer al país que no son derrotables militarmente y que siempre serán una amenaza para el país; y la segunda parte del problema es que hacen pensar al gobierno de turno de que es posible alcanzar un acuerdo político con ellos para llegar a la paz, lo que creo que es una premisa absolutamente falsa.

R.A.:¿Por qué cree que la gente percibe que la inseguridad pública ha aumentado en el país?

M.G.M.: Algo inexplicable. Es extraño porque el presidente Santos tenía el perfil adecuado para haber hecho frente a este desafío; no olvidemos que había estado en el gobierno de Uribe como ministro de Defensa y que conocía en profundidad la política de “seguridad democrática” puesta en marcha por el anterior ejecutivo. Santos sabe que para los colombianos es un asunto, el de la seguridad, al que le dan mucha importancia, quizá uno de los aspectos de la vida al que le dan una prioridad absoluta. Hemos vivido en este país tantos años en la inseguridad total que ningún colombiano está dispuesto a sacrificar ni un milímetro de lo que se logró en estos años pasados. Y ahí uno encuentra fenómenos de fondo: una estrategia de desmovilización en la lucha contra la guerrilla, una cierta y constatada desmoralización en nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad, en parte por los cambios realizados el Fuero Militar y, en parte también, por los mensajes equívocos que envía el gobierno de Santos, que son muy confusos y no cierra las puertas a un supuesto diálogo con las FARC, y finalmente una falta de concreción en los objetivos que realmente se buscan. Haber fallado en este sentido, en el de la seguridad pública y en la lucha contra el terrorismo, ya le digo, me resulta inexplicable, sobre todo viniendo de un hombre como el presidente Santos que conoce este aspecto en profundidad.

Miguel Gómez Martínez y el Coronel Wilson Díaz Ortíz, Comandante del Comando Específico del Caguán

R.A.:Parece que en los últimas semanas usted plantea la propuesta de una Asamblea Constituyente para hacer frente a los problemas del país, ¿para qué?

M.G.M.: El presidente Santos, sin leer siquiera mi propuesta, la ha descartado, en una decisión que me parece cuando menos desafortunada. ¿Cómo se puede rechazar un texto sin leerlo? Pero, sinceramente, sigo creyendo que es la única forma de hacer frente a los problemas del país. Sigo defendiendo, y defenderé en el futuro, esta propuesta para convocar una Asamblea Constituyente que haga frente a los grandes retos y desafíos que tiene el país. Esta Asamblea Constituyente, en mi opinión, debería hacer frente a tres grandes bloques de reformas que tienen que ver con la justicia, con la no reelección presidencial, que siempre ha sido una fuente de problemas en nuestro país, y con la creación de un gran sistema regional. Colombia es una país de regiones claramente diferenciadas en todos los ámbitos de la vida, de la sociedad, de la cultura, incluso del habla y la gastronomía. Ahora, sin embargo, esta idea nuestra parece descartada por el presidente Santos y no olvidemos de que goza de una sólida mayoría en las dos cámaras para obstaculizarla. Pese a todo, y siendo conocedor de que el proyecto será rechazado en estos momentos, creo que en un futuro habrá que convocar esa Asamblea Constituyente para hacer frente a los problemas del país.

R.A.:¿No cree que la única oposición con la que cuenta el presidente Santos es el ex presidente Alvaro Uribe?

M.G.M.: Es extraño, en el Congreso y en Senado el presidente Santos tiene más del 92% de los apoyos, pero la agenda del gobierno la fija una persona que no tiene ninguna representación y no está presente en ninguna de las dos cámaras; la situación política es paradójica. Pero lo más extraño, ya digo, es que el gobierno responde a la agenda que le fija y le señala Uribe, ya que el ejecutivo no tendría que hacerlo y una y otra vez cae en la trampa de estar respondiendo al ex mandatario. Hay un error estratégico, por parte de Santos, en la reconducción del debate estratégico de aquello que son los verdaderos problemas de los ciudadanos y no los que le fija el presidente Uribe.

R.A.:¿Cree que, en general, ha habido avances en las llamadas “locomotoras” de las que hablaba el presidente Santos en la campaña electoral, pero especialmente en infraestructuras, empleo y el manejo de la economía?

M.G.M.: En infraestructuras, muy poco o nada se avanzó. El retraso del país en infraestructuras es de 30 o 40 años con respecto al resto del mundo  y, naturalmente, eso se va a demorar mucho tiempo. Luego está el problema de la ejecución de los grandes contratos del país, los que realmente interesan, que van a un ritmo muy lento, desesperante, y lamentablemente hace que la imagen del gobierno se resienta, ya que la gente no ve cambios. En economía, se ha manejado con cuidado la situación, en donde se puede comprobar que Colombia está en una fase de crecimiento aceptable del 4% anual, una inflación baja y un desempleo que muestra una tendencia a la baja, que en los tiempos que corren, con la coyuntura internacional muy adversa, es un buen escenario. Me parece que en la economía es donde mejor ha funcionado el gobierno y se ha mostrado muy prudente y cuidadoso en el manejo de la misma. Es uno de los pocos capítulos en donde el gobierno sale bien librado.

R.A.:¿No cree o tiene la impresión que llegan grandes inversiones a Colombia que luego no redundan en el bienestar general, en generar avances sociales y reducir la pobreza?

M.G.M.: La inversión, por ejemplo, en la minería plantea serios problemas, como el tema medioambiental, en donde nuestro país tiene grandes carencias y en donde no existe una estructura de control de dichas inversiones y, por lo tanto, los proyectos que se ejecutan tienen y plantean serios problemas ambientales. Y nosotros no somos capaces de prever ni reducir esos daños ambientales. En segundo lugar, tenemos el aspecto de la propia inversión en sí al traer ingentes cantidades de divisas, de dólares concretamente, que golpea nuestra tasa de cambio y fortalece el peso, dañando a nuestra industria y agricultura, que son los grandes generadores de empleo. Ni el petróleo ni la minería generan empleo, eso está claro, ya que no requieren mucha mano de obra. En cambio la agricultura y la industria sí generan empleos y estas inversiones se perciben rápidamente en la población en términos sociales. Así surge la preocupación que ya existe de que la inversión minera nos acabe produciendo más daños que beneficios, tanto en lo ambiental como en la generación de empleos.

R.A.:¿Y qué opinión tiene de la disputa entre el presidente Santos y el ex presidente Uribe?

El día de la posesión de Santos se evidenció la ruptura con la Seguridad Democrática

M.G.M:Así es, está ahí, pero no creo que eso sea bueno para el país. La disputa Uribe-Santos, que lleva algunos meses siendo protagonista de la vida de la nación, solo beneficia a la izquierda, y todos sabemos cómo se las gasta la izquierda cuando ejerce el gobierno. Quiero decir que lo mejor sería que esta relación no se hubiera deteriorado y llegado a este punto, que ya digo solo beneficia a la izquierda. Creo que es necesario reconstruir los puentes y evitar este agrio debate político entre ambos. La izquierda, que es la beneficiada de esta ruptura, es un desastre cuando llega al gobierno y el estado de la ciudad de Bogotá es la mejor demostración de todo ello. Llevamos tres gobiernos seguidos de izquierda en esta ciudad y nos encontramos con una urbe postrada, abandonada y que muestra un estado caótico. A esta fecha lo único que nos encontramos es una ciudad sin proyecto, sin esperanza y abandonada a su suerte. Peor no lo podían haber hecho, es el mejor ejemplo de lo que podía esperar a el país si la izquierda llega algún día al gobierno aprovechando nuestra debilidad y la división del centro y la derecha.

R.A.:¿Usted que se siente más cerca de Santos o de Uribe?

M.G.M.: Coincido con el ex presidente Uribe en muchas cosas, y no es un secreto en este país, pero especialmente comparto su modelo de la seguridad democrática. Pero también es verdad que, en otros aspectos, difiero de lo que él sostiene. No me gustan las etiquetas, creo que hipotecan a alguien políticamente. Comparto ideas y principios del actual presidente pero también del ex presidente Uribe y no creo que esta posición no sea incompatible con el respecto a ambos, de la misma forma que defiendo mi independencia política y mi compromiso de servicio a la ciudadanía.

R.A.:¿Le quiero preguntar, finalmente, sobre las investigaciones en torno al asesinato de su tío, Alvaro Gómez, cuando están a punto de prescribir las responsabilidades criminales?

M.G.M.: Paradójicamente, los únicos que hemos sido procesados por este crimen hemos sido mi padre y yo, pues nadie más ha sido imputado ni señalado. Y hemos sido imputados por calumnia e injurias. Incluso mi hermano, el abogado de la familia, Enrique Gómez, fue imputado y señalado, aunque luego se le retiraron los cargos. Intentaron también, sin suerte, quitarle la tarjeta de abogado y desposeerle de sus derechos profesionales. Tenemos la impresión muchas veces de que este crimen, el de Alvaro Gómez, cuando han pasado casi una veintena de años, va a ser uno de los muchos crímenes de la historia de Colombia, que puede quedar impune y sin respuestas acerca de cuáles fueron sus móviles y responsables. Incluso ahora se habla de un supuesto diario de “Tirofijo”, el jefe de las FARC, en donde se detalla que esta organización terrorista pudo estar detrás del crimen, aunque personalmente tengo mis dudas y es la primera noticia que tenemos de este asunto. La familia, en estos momentos, la única esperanza que tiene es que el crimen sea declarado de lesa humanidad cuando cumpla los veinte años y esté a punto de prescribir. Si es declarado de lesa humanidad, como señala el derecho internacional, este crimen es imprescriptible y seguirá abierto hasta que sean hallados los responsables de este magnicidio que, como ya he dicho, parece destinado a quedar impune como tantos en Colombia.

R.A.:¿Ese asunto de la implicación de las FARC en el crimen de su hermano es realmente novedoso, no cree?

M.G.M.: Me temo que es una nueva cortina de humo para dilucidar las verdaderas responsabilidades en este crimen. Es la típica táctica dilatoria que hemos sufrido en estos 18 años para ocultar a los verdaderos responsables intelectuales y materiales. Es muy frustrante que en estos 18 años ninguna investigación nos halla llevado a dar una respuesta a este crimen, a encontrar los móviles, los responsables, siempre estas cortinas de humo y estas tesis conspiratorias, e incluso contradictorias, que solo impiden llegar hasta el final y resolver el crimen. Al día de hoy, seguimos sin tener justicia y me temo que va a costar mucho llegar hasta el final.

R.A.:¿Y el libro-denuncia de su padre (¿Por qué lo mataron?) no causó ningún efecto en la sociedad colombiana?

M.G.M.:Sí, en términos de ventas, además fue reeditado. Pero, por lo demás, quiero reseñar que los medios de comunicación dieron la espalda al libro y no fue reseñado adecuadamente ni se habló del mismo con el interés que creo que debía ser acogido. Se hicieron algunos señalamientos importantes en la obra, pero ya le digo que no fue publicitado ni reseñado adecuadamente, sino más bien tuvo una recepción mediocre en los medios. No sé por qué sinceramente…

Comentarios

Loading Disqus Comments ...
Loading Facebook Comments ...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *