“LA REVISTA SEMANA SIGUE MINTIENDO”. CARTA ABIERTA DEL CORONEL PLAZAS VEGA A SANTOS RUBINO

“La revista Semana sigue mintiendo”. Carta abierta del Coronel Plazas Vega a Santos Rubino

Ante una nueva arremetida de la revista Semana, dirigida por Alejandro Santos Rubino, hijo de Enrique Santos (hombre cercano a la subversión), y sobrino del presidente Juan Manuel Santos, el Coronel Alfonso Plazas Vega, quien estuvo detenido ocho años acusado de desaparición y tortura en los hechos del Palacio de Justicia, con base en falsificaciones de pruebas y falsos testigos, y declarado inocente por la Corte Suprema de Justicia, decidió enviar esta fuerte misiva abierta al director de la Revista.

Weston, Florida, agosto 2016

Doctor
Alejandro Santos Rubino
Director Revista Semana
Bogotá. –

Respetado señor:

Nuevamente en la Revista Semana que usted dirige, en la edición número 1787, se hacen pronunciamientos injuriosos y calumniosos contra el Ejército, que obviamente son inaceptables. Como inaceptable es que se le mienta a la opinión pública nacional e internacional, con el propósito específico de enlodar al Ejército de Colombia y en particular al suscrito como uno de sus integrantes durante los hechos del Palacio de Justicia.

En la edición de julio 08 de 2016, de Semana.com, bajo el título DESAPARECIDA DEL PALACIO DE JUSTICIA FUE VICTIMA DE HOMICIDIO, se le presentan al país varias mentiras sobre las cuales quiero hacer claridad así:

Dice en el primer párrafo:

“…Un Informe pericial que está en poder de la Fiscalía General de la Nación demostraría que Cristina Guarín, una de las desaparecidas del Palacio de Justicia habría sido asesinada y no que murió como consecuencia del incendio…”

Debo aclararle lo siguiente:

1.- Los informes de Medicina Legal, que deben ser acordes con las necropsias que la misma institución realiza, establecen la causa clínica del fallecimiento del cadáver que se les pone para su estudio. No puede por tanto dicha institución determinar la causa jurídica o antijurídica de la muerte. Puede decir que ese cadáver murió por efectos de un disparo, pero no que fue asesinada. De modo que en este aspecto MIENTE LA REVISTA SEMANA. Caso contrario demuéstreme que Medicina Legal dijo eso, para pedir investigación disciplinaria a quien lo haya manifestado.

2.- Afirma su Revista, que dicho informe está en poder de la Fiscalía General de la Nación. Yo pregunto: ¿es una nueva investigación? Si eso es así, aquí hay una violación de la reserva sumarial, y deben responder el articulista de Semana y el Fiscal que lleva ese nuevo caso. Y si no es un nuevo caso, señor Santos, están ustedes publicando lo que en su argot se denomina un “refrito”, que solo tendría un propósito: desprestigiar al Ejército.

3.- Habla el artículo de Cristina Guarín como una de las “desaparecidas” del Palacio de Justicia. ESTÁ MINTIENDO SU REVISTA nuevamente, señor Santos. Ya está claro que esa señora nunca estuvo desaparecida. Murió desde el mismo momento de los hechos. Ya está establecido judicialmente, pero su revista sigue engañando a los colombianos.

Cristina Guarín fue enterrada en el sepulcro de otra persona. Fue mal identificado su cadáver, como lo estableció desde hace 30 años el Tribunal Especial de Instrucción Criminal, que hizo una seria investigación, desconocida luego por la fiscal Ángela Buitrago con el claro propósito de endilgarle al suscrito una inexistente desaparición forzada que me mantuvo privado de la libertad por ocho años y medio.

4.- No descarto que la señora haya muerto por acción de disparos del Ejército, en el cuarto piso del Palacio de Justicia, a donde ella llevó encañonados a los empleados de la cafetería y algunos visitantes a ese lugar. Pero si eso fuere así, fue dada de baja por las tropas a las cuales se enfrentó a bala. Y para eso me voy a referir a lo consignado en el proceso penal por los supuestos desaparecidos del Palacio de Justicia.

5.- ¿Por qué no le recuerda su Revista Semana a los colombianos, que Cristina Guarín fue reclamada por su hermano René Guarín como la mujer que era llevada a hombros de un soldado, quien la sacó con vida del Palacio de Justicia, y sobre la cual afirmó en un evidente Falso Testimonio, que luego había sido desaparecida forzadamente por acción del coronel Plazas Vega?

6.- ¿Por qué no les recuerda a sus lectores, que ustedes hicieron eco en forma escandalosa, de dicha afirmación, y luego se quedaron callados cuando la justicia estableció que eso no era cierto, y que quien iba a hombros del soldado era otra persona, de nombre María Nelfi Díaz, ascensorista que sobrevivió gracias a la acción del Ejército?

7.- ¿Por qué no relata su revista Semana, que a la modesta María Nelfi Díaz la Juez María Estela Jara atendiendo la presión de la fiscal Ángela Buitrago, le abrió proceso penal por Falso Testimonio, por haber dicho la verdad al manifestar que ella era la persona rescatada por el soldado y no Cristina Guarín?

8.- ¿Por qué no le cuenta su Revista, a los colombianos, que ustedes apoyaron esa infamia contra la modesta ascensorista, y que cuando todo se aclaró judicialmente en el proceso, se quedaron callados, sin respetar el derecho de María Nelfi Díaz a su buen nombre?

LOS HECHOS REALES:

A continuación, mediante un resumen con referencias serias, tomadas del proceso penal que terminó con la absolución del coronel Luis Alfonso Plazas Vega por la H. Corte Suprema de Justicia, voy a relatar la verdad de los asuntos atinentes a la familia de René y Cristina Guarín Cortés:

TODO HACE PRESUMIR QUE MARÍA CRISTINA GUARÍN MURIÓ COMBATIENDO CONTRA EL EJÉRCITO

1.- INVESTIGADA POR EL JUZGADO 14 SUPERIOR DE BOGOTÁ

Su hermano René Guarín confesó, en un artículo suyo publicado en la revista de la Corte Suprema, correspondiente a noviembre de 2005, que Cristina estaba siendo investigada por la Juez 14 Superior de Bogotá, doctora Martha Patricia Carrizosa, por el delito de Rebelión y otros, como activista del M-19

La Juez 14 le preguntó al papá por unas fechas que la jurista consideraba eran las de reuniones del M-19. René Guarín dice que eran las fechas en que le llegaba la regla. ¿Cómo lo supo? ¿La hermana le confesaba cosas tan intimas como esa, cuando él tenía cuatro años menos que ella?

La Juez 14 le preguntó por una lista de personas que no tenían apellidos, sino solo nombres y números telefónicos. La jurista consideraba que esa era la lista de sus compañeros del M-19 relacionados por los alias. René Guarín afirma que eran tan amigos que no se consideraban necesarios los apellidos. Curiosamente en la lista no había nombres propios repetidos. Aldo o Rafa, era uno y no había más. La información corresponde al interrogatorio a que fue sometido su padre José Guarín Ortiz. Así lo relata René Guarín:

“…el Juzgado 14 Superior de Bogotá comisionado, llama a indagatoria a José Guarín Ortiz para que le explique algunos datos que encontraron en la agenda de su hija, por ejemplo, fechas señaladas en cada mes con color rojo, que el señor Guarín tuvo que explicar eran el control del período menstrual que llevaba su hija, nombres que ellos (el juez) consideraban alias y que eran los nombres de sus primos, tíos y amigos con fechas de cumpleaños. Le preguntaban que si él sabía algo de esos <alias> …” (Revista Corte Suprema de Justicia, número 20, noviembre de 2005), Tomado del Proceso 9755-4, Fiscalía Delegada Corte Suprema.

2.- ¿DE CAJERA DE UNA CAFETERÍA, UNA PROFESIONAL GRADUADA DE FACULTAD MAYOR?

Cristina se graduó como Licenciada en Ciencias Sociales en la Universidad Pedagógica de Bogotá, en 1985. Y hacía un reemplazo a la cajera titular, precisamente durante los días en que tuvo lugar el asalto criminal del M-19 al Palacio de Justicia. Su hermano René Guarín dice en el mismo artículo de la revista de la Corte Suprema, algo que nos deja claro cuál era su ideología:

“…consulta y lee textos … y algunos escritos del sacerdote nicaragüense, practicante de la teología de la liberación, Ernesto Cardenal…” (Anexo 28 del proceso 9755-4 de la Fiscalía)

3.- TENÍA UN REVOLVER EN SU PUESTO DE TRABAJO

En el mismo artículo René Guarín establece que la señora Cristina tenía un revolver en su puesto de trabajo. ¿Cajera de cafetería con revolver?
Afirma que su hermanita le guardaba el revolver a un guardia de seguridad que la cortejaba. Y entonces… ¿con que arma prestaba el servicio? ¿Y qué tipo de guarda era ese que le deja el revolver a guardar a una persona que ni siquiera era su novia, sino que apenas la cortejaba?

“…Cristina cuenta que conoce Magistrados que podrían ayudarle a conseguir un mejor empleo, e incluso comenta que un miembro de la seguridad del palacio la corteja y llega a tal nivel de confianza que, algunas veces, le deja a guardar su arma de dotación dentro del escritorio de la cafetería del palacio…” (Anexo 28 del proceso 9755-4 de la Fiscalía)

4.- FOTOGRAFÍA EN TRAJE SASTRE

De los llamados “desaparecidos” de la cafetería, hay fotografías correspondientes a la época de los hechos. La única fotografía en vestido
sastre eran las de Cristina Guarín. Es comprensible. Era la única que, con título profesional, también tenía los recursos para vestirse así.

5.- UNA SEÑORA DE SASTRE AZUL CONDUJO A LOS EMPLEADOS DE LA CAFETERÍA. AL CUARTO PISO

Eduardo Matzon señala cómo, una señora de la cafetería, de traje sastre sacó un revólver de su puesto de trabajo y los encañonó a todos, y al rato llegó un miembro del M-19 que se unió a ella y les dijo que ese era un asalto, pero que no les iba a pasar nada.

También relata Matzon cómo, esa señora fue la que los llevó encañonados en dirección al cuarto piso, y antes de llegar al segundo, valiente y arriesgadamente, él y su compañera Yolanda Santo Domingo salieron corriendo y se les escaparon a sus captores. La señora les disparó, pero no dio en el blanco y se salvaron. Los demás fueron llevados al cuarto piso, donde fallecieron. Ahora con pruebas de ADN han venido apareciendo sus cadáveres.

Eduardo Matson Ospina en su declaración rendida ante la Procuraduría General de la Nación, la cual fue trasladada al proceso de Fiscalía, nos cuenta lo siguiente (en los folios 08 y siguientes). Resaltamos lo más importante:

“…en ese momento como del interior de la cafetería se oyó el comienzo de la balacera, y una mujer vestida de traje sastre azul, que se hallaba dentro de la cafetería sacó un revólver e intimidando a quienes nos encontrábamos dentro o cerca de la cafetería dijo: contra la pared todo el mundo … como a unas doce o quince personas que habíamos allí… llegó en ese momento cerca de nosotros un guerrillero que nos dijo, tranquilos muchachos que no les va a pasar nada, somos del M-19 y nos vamos a tomar el palacio…”

“… después de un largo rato vi cuando de fuera tiraron como una granada o una bomba de humo por el vitral que da a la plaza de Bolívar y había mucho humo negro, entonces nos movilizamos hacia las escaleras del lado del ascensor porque un guerrillero allí apostado con máscara antigás, nos decía que fuésemos hacia él…”

“…nos quedamos ahí cerca de la escalera cuando sentimos la entrada de los carro tanques (sic) del ejército, sentíamos como bombas, fue cuando vimos que el ejército se tomó el primero y segundo piso y pasaban de oficina en oficina diciendo que abrieran…” (Anexo 39, proceso 9755-4 de la Fiscalía General de la Nación, folios 46 y 47) Negrilla fuera de texto.

Y la declaración de Matson ante el Juez 77 de instrucción criminal la describe así el Diario Oficial del 17 junio de 1986 en su página 50:

“…Llegando yo a la cafetería, Yolanda entró…quedándome yo fuera de la cafetería y preguntando a un mesero, por la oficina del Doctor Urrego…”

“…en ese momento una mujer vestida de sastre azul sacó un arma intimidando a los presentes a que entraran detrás de la barra del mostrador del restaurante; Yolanda que no alcanzó a encontrar el baño salió asustada gritándole yo que corriéramos y jalándola yo del brazo corrimos hacia el segundo piso sintiendo yo que la mujer de sastre azul nos hacía disparos por la espalda, afortunadamente no hiriendo a ninguno de los dos…”

6.- – EL CUARTO PISO ERA EL LUGAR DE CONCENTRACIÓN DE REHENES,

Así lo establece el plan de ocupación de la edificación por parte del M-19, hallado por las autoridades de policía el mismo día del asalto en las horas de la tarde. Hay que recordar lo que al respecto dice el Tribunal Especial de Instrucción Criminal, en su informe publicado en el Diario Oficial el 17 de junio 1986, página 49, y firmado por los magistrados Jaime Serrano Rueda y Carlos Upegui Zapata, hablando de los supuestos desaparecidos:

«(…) No puede decirse que todo en esta parte de la investigación haya sido negativo. Hay indicios de bastante entidad sobre la suerte corrida por estas personas.

«Se explicó al principio que el plan de la toma comprendía la concentración de los rehenes en las salas de deliberación de la Corte. Esto es comprensible porque el reducido número de los participantes en la acción no permitía su dispersión en la custodia de agrupaciones pequeñas de rehenes y, además, perdía entidad la captura. Fue así como, a lo sumo, se formaron tres grupos: dos en el cuarto piso (uno era el de los rehenes fundamentales) y el tercero que al final vino a ser el que guardaba Almarales en la Zona Noroccidental.

«La cafetería disponía, por razón de los servicios que prestaba, de una escalera privada que la comunicaba con el sótano por donde se proveía de elementos de consumo, y con los pisos segundo y tercero, para la atención de aquellas personas y entidades que ocupaban las partes altas del edificio (ej. reuniones de Sala Plena).
«Para acceder al cuarto piso desde la Cafetería y por esta escalera privada se hace necesario hacer un recorrido por el corredor del tercero, aledaño a la tribuna superior del salón de audiencias y ascender luego por la escalera principal del sector sur.

«Hechos hay que indican el traslado de los ocupantes de la cafetería al cuarto piso por la vía que se deja descrita…”

«Véase sobre este episodio la declaración del soldado Manuel Eduardo Becerra Rojas, rendida ante el Juez 77 de Instrucción Criminal».

Tomado de Informe del TEIC en el Diario Oficial.

7.- LA DESAPARECIDA ANA ROSA CASTIBLANCO

Entre los trabajadores de la cafetería estaba Ana Rosa Castiblanco, quien figuró como desaparecida desde 1986.
Fue declarada desparecida por el propio Tribunal Especial de Instrucción Criminal, en su informe a la Corte Suprema de Justicia:

«El segundo grupo lo forman los guerrilleros que lograron salir con vida del Palacio de Justicia (…).
«(…) Tratemos el caso del primer grupo:
Los trabajadores de la Cafetería eran: Carlos Augusto Rodríguez, Administrador; Cristina del Pilar Guarín Cortés, Cajera Interina; el chef David Suspes Celis, Luz Mery Portela León, Ana Rosa Castiblanco, Bernardo Beltrán Hernández, Héctor Jaime Beltrán y Gloria Stella Lizarazo».
Tomado de: Diario Oficial, mayo 17 de 1986, página 49.

Pero en el año 2001, mediante pruebas de ADN se determinó que no estaba desaparecida sino muerta. Su cadáver había sido hallado en el cuarto piso, precisamente a donde la llevaron desde la cafetería y según lo planeado por el M-19.

De conformidad con lo dispuesto por la Juez Segunda Penal Especializada, Lester M. González Romero, el Laboratorio de Antropología dio aviso a la familia y coordinó la entrega del cadáver. Esta se llevó a cabo el 2 de noviembre de 2001, mediante Acta.

Firman quienes recibieron el cadáver: su hijo RAÚL OSWALDO LOZANO CASTIBLANCO, en presencia del apoderado de la familia (abogado Daniel Ernesto Prado Albarracín) y dos testigos.

8.- LA REVISTA SEMANA MIENTE ESCANDALOSAMENTE

A pesar de estar probada la entrega de los restos de Ana Rosa Castiblanco desde el año 2001, el 9 de abril de 2007 la revista Semana, con una portada que oculta la imagen del rostro del delincuente Ricardo Gámez Mazuera, y con un espectacular despliegue publicitario en el país, registró la información de que la señora Ana Rosa Castiblanco había salido con vida del Palacio de Justicia, que había dado a luz a su hijo en un camión del Ejército, y que un Sargento cuya esposa no podía tener hijos le había robado el bebé. La noticia aparece al lado de una foto del Coronel Plazas Vega, y las consecuencias las conoce el país. El escándalo tuvo repercusión especialmente en la ciudad de Bogotá, donde se publicitó la carátula de la revista en todos los paraderos de los buses.

El Coronel Plazas exigió la rectificación por parte de la revista y, como no se dio, denunció el hecho ante un Juez de la República, el cual dispuso que se hiciera esa rectificación y muchas más, porque el artículo era una espantosa colección de calumnias. Posteriormente, el mismo Juez ordenó la rectificación a los periódicos de la agencia periodística Colprensa, que había incluido la misma información de la revista Semana en sus ediciones.

Sin embargo, finalmente el abogado de la revista Semana, Doctor Humberto de la Calle Lombana, consiguió que la segunda instancia desautorizara la rectificación, con el argumento de que el Coronel Plazas Vega, por ser figura pública, podía ser objeto de críticas en la prensa. Sin embargo, esta no fue una crítica sino una calumnia, que contribuyó a que un inocente fuera privado de su libertad.

9.- LOS AGITADORES: ¿DÓNDE ESTÁ ANA ROSA CASTIBLANCO?

Todo estaba coordinado. Luego de toda esta patraña que llevó a juicio a los militares por los supuestos desaparecidos del Palacio de Justicia, el Colectivo de Abogados Alvear Restrepo se inventó un escenario teatral para exponerlo en cada ocasión en que un militar fuera a alguna diligencia judicial. Se trataba de unas sillas colocadas en línea, al frente del lugar donde se realizaban las audiencias, con fotografías de los supuestos desaparecidos que no eran otros que los reconocidos por René Guarín. Y un enorme letrero que rezaba: «SIN OLVIDO».
A su lado se reunían varios agitadores profesionales, para gritarle palabras calumniosas y ofensivas a los enjuiciados.

10.- LA ONG DESAPARECIDOS DEL PALACIO DE JUSTICIA

René Guarín ayudó a conformar una ONG denominada “familiares de desaparecidos del Palacio de Justicia”, para poder recibir fondos, atacando al Estado, a sabiendas de que su hermana era miembro del M-19.

René Guarín y Raúl Oswaldo Lozano Castiblanco aparecen en las manifestaciones de “Sin Olvido”, organizadas por el colectivo Alvear Restrepo durante el proceso contra el coronel Plazas Vega, preguntando “dónde están los desaparecidos”, muestran la foto de Ana Rosa, cuyo cadáver habían recibido con acta seis años atrás y con pruebas de ADN.

Quien grita “¿Dónde está Ana Rosa Castiblanco?” es su hijo Raúl Oswaldo, el mismo que recibió mediante actas sus restos en noviembre del 2001. Reclamando un cuerpo sin vida que ya le había sido entregado, y con el aval de operadores judiciales inescrupulosos y corruptos.

11.- EL REPRESENTANTE DE LAS VÍCTIMAS ERA UN TERRORISTA Y SECUESTRADOR DEL M–19.

Gracias a una investigación realizada por el periodista Ricardo Puentes Melo, y publicitada inicialmente por Claudia Morales de RCN, quedó demostrado que el vocero y representante de los familiares de los supuestos desaparecidos en el Palacio de Justicia, René Guarín, hermano de Cristina Guarín, fue militante del M -19, terrorista y secuestrador en los años 80.

La investigación del periodista Ricardo Puentes Melo, luego de meses concentrado en la Hemeroteca Nacional, sacó a la luz pública lo que sería el comienzo del desmonte de la conjura del narcotráfico y el M-19 con algunos políticos corruptos, para confinar en la cárcel y de por vida al coronel Luis Alfonso Plazas Vega.

Guarín participó en el secuestro de Jorge Valencia Ángel, gerente, en el decenio de los ochentas, de la empresa Atlas Publicidad. Fue capturado por la Policía Nacional en flagrancia cuando las autoridades lograron rescatar el empresario que había sido secuestrado unas horas antes.

El 06 de agosto de 1986, miembros del Grupo Terrorista M-19 en los alrededores de la ciudad de Zipaquirá, a eso de las dos de la tarde, asaltaron el Municipio de Nemocón, incursionando en el Banco, las oficinas de la Alcaldía, el puesto de Policía, y destruyendo las oficinas de Telecom. En el atentado asesinaron al Dragoneante de la Policía Jesús Antonio Villamil.
Antes de retirarse del lugar, los asaltantes dejaron minadas las oficinas de la Alcaldía, lo que ocasionó que fueran enviados al lugar, dos expertos en explosivos de la Policía Nacional y uno a levantar las minas.
Lamentablemente al intentar desactivar las minas a eso de las siete de la noche, del mismo día, estas explotaron ocasionando la muerte a los explosivistas. El suboficial del Ejército, fue el Cabo Segundo WILSON LÓPEZ PÁEZ, perteneciente a la Escuela de Ingenieros Militares de la Brigada 13 con sede en Bogotá. Los Policías fueron el Dragoneante JOSE ANTONIO LONDOÑO y el Agente JOSE MIGUEL BOHORQUEZ VAZQUEZ.

Casi dos años más tarde, el 27 de mayo de 1988, el mismo grupo secuestró al industrial Jorge Valencia Ángel. A las pocas horas la Policía localizó a los plagiarios mientras huían en inmediaciones del municipio de Facatativá, cerca de Bogotá. Hubo un intercambio de disparos entre secuestradores y Policías, que ocasionó la muerte de uno de los plagiarios, antes de lograr el rescate del industrial. La Policía capturó a dos sujetos y dio de baja a uno. Era una célula del grupo terrorista M-19.

Entre los delincuentes capturados se hallaba el sujeto RENÉ GUARÍN CORTÉS, uno de los principales acusadores contra el coronel Luis Alfonso Plazas Vega. El secuestrador René Guarín acusando de secuestro y desaparición forzada a una persona inocente.

René Guarín ha sido insistente ante los medios de comunicación en el sentido de que el Secuestro es un delito de Lesa Humanidad, por tanto, no se le debe dar ningún tipo de beneficio a quienes lo cometen. Claro está, refiriéndose a los militares a quienes él acusa de secuestro. Ahora que ha sido establecido con certeza que el propio Guarín está involucrado en secuestros, Guarín ha observado un extraño silencio. Los colombianos se preguntan si cuando el secuestrador es del M-19 el delito deja de ser de lesa humanidad y los plagiarios pueden andar libres e impunes como el acusador René Guarín.

A René Guarín la Policía Nacional le encontró la carabina M-1 de dotación oficial del Dragoneante JESÚS ANTONIO VILLAMIL, muerto como se explicó atrás en el asalto a Nemocón. Pero a Guarín no le pasa nada. Esa es la justicia colombiana. Guarín reconoció haber participado en el asalto a un banco, en el robo de un vehículo y en porte ilegal de armas. Fue capturado y recluido en la Cárcel modelo de Bogotá en mayo de 1988, por los delitos de Secuestro y Asociación para Delinquir. Inexplicablemente fue dejado en libertad por vencimiento de términos ese mismo año. La justicia colombiana.

En 1989 recibió una nueva orden de captura. Después fue amnistiado en el año 1992, simultáneamente con los miembros del M-19 acusados por la Justicia Colombiana por su participación en el Holocausto del Palacio de Justicia.

Además, dentro de las pruebas de la militancia de Guarín en el M -19, está el documento mediante el cual el Departamento Administrativo de Seguridad DAS informa la lista de los miembros de este grupo guerrillero en proceso de amnistía o indulto. En dicho documento está el nombre de Guarín al lado de importantes representantes de esta organización como Antonio Navarro, Gustavo Petro, Rosemberg Pabón, Vera Grabe y otros, quienes fueron indultados de los delitos de Terrorismo, Secuestro, Homicidio, Tentativa de Homicidio, Rebelión y Falsedad entre otros, cometidos en el holocausto del Palacio de Justicia.

Estas personas habían sido acusadas por el Doctor Uriel Amaya, Juez 30 de Instrucción Criminal ambulante, el 31 de enero de 1989.

12.- GUARIN RECONOCE SU MILITANCIA EN EL M-19 Y LA COMISION DE DELITOS

René Guarín utilizó a su hermana Cristina cuyo cadáver no aparecía, para hacerse reconocer como víctima no solo a nivel judicial sino ante la opinión pública. Siempre ocultó su pertenencia al grupo terrorista que asaltó el Palacio de Justicia, porque eso dejaría sin piso sus acusaciones.

Como finalmente se descubrió su militancia y sus actuaciones criminales, pasó a afirmar que se metió al M-19 porque a su hermana la desaparecieron los militares.

Hoy está claro que ella nunca estuvo desaparecida.

Dice así la noticia del diario El Espectador:

“…La historia de Guarín durante su permanencia en el M-19
René Guarín: “Sí, fui guerrillero”
El vocero de los familiares de los desaparecidos del Palacio de Justicia se amnistió en 1989. Dice que ingresó al grupo ilegal ante la impotencia de su familia por la desaparición de su hermana.

“Sí, yo fui guerrillero del M-19 durante cuatro años. Después de la desaparición de mi hermana Cristina del Pilar Guarín en el Palacio de Justicia, viendo el dolor de mis padres y el rechazo de las autoridades a su desesperada búsqueda, me sentí afrentado por el Estado y contacté a un enlace del M-19 en la Universidad Nacional, donde yo estudiaba Ingeniería de Sistemas. A principios de abril de 1986, a los 22 años de edad, acepté ser auxiliar de las fuerzas especiales de este grupo guerrillero”.

13.- BUSCADO POR LA INTELIGENCIA MILITAR DESDE ANTES DEL ASALTO AL PALACIO DE JUSTICIA

Sin embargo, en las investigaciones del Palacio de Justicia, aparece con claridad que los organismos de inteligencia de la Brigada 13 lo buscaban por ser miembro del M-19 desde antes del asalto al edificio de las Altas Cortes.

La Juez María Cristina Trejos, proceso contra Iván Ramírez Quintero por los hechos del Palacio de Justicia, en su decisión del año 2012, a folios 265 y 266, establece que los organismos de inteligencia del Ejército consideraban como integrantes del M-19 a algunos familiares de supuestos desaparecidos, y se fundamenta en un libro hallado por el ente investigador en las bóvedas del B-2 de la Brigada 13, con anotaciones anteriores a los hechos del Palacio de Justicia, descrito como:

«libro de contabilidad marca Cóndor, pasta azul, lomo vino tinto, pasta dura, etc. (…) fueron colocados en su orden los siguientes datos: número consecutivo, código de identificación, nombre de la persona, documento de identidad, organización a la que supuestamente pertenecían y Unidad del Ejército, la que en todos los casos aparece registrada como BR-13 (…).
«En el precitado libro aparecen nombres (…) los que para mayor ilustración se relacionan de la siguiente manera (…)».
“…1478 -8800005-GUARIN CORTES RENE- 79284960 – M-19 – BR-13…”

Queda clara la pertenencia de René Guarín Cortés al grupo terrorista M-19 desde antes del asalto criminal al Palacio de Justicia.

Continúa el diario El Espectador:

No obstante, el viernes 27 de mayo de 1988 René Guarín cayó preso.

“Ese día, (afirma Guarín) un grupo de las fuerzas especiales secuestró al publicista Jorge Valencia Ángel y cerca de Cafam de La Floresta fue cambiado de vehículo. Yo manejaba ese campero Suzuki y cuando avanzábamos cerca del municipio de Facatativá apareció un retén de la Policía. Intenté reversar y en la maniobra nos fuimos a una zanja. Entonces se armó la balacera. Un compañero murió, el secuestrado fue liberado y yo capturado con una guerrillera”.

A pesar de que se le aplicó el Estatuto para la Defensa de la Democracia, sólo estuvo preso hasta el 29 de diciembre de 1988 y quedó libre por vencimiento de términos. De inmediato, según él, asumió que no tenía otra opción que coger hacia el monte. En febrero de 1989 se enroló a un frente en el sur de Santander y en esa zona permaneció hasta diciembre de ese año, cuando el M-19 fue indultado y se trasladó a Santodomingo (Cauca) para la desmovilización.

“La lista de desmovilizados era alfabética y yo quedé incluido después de Carlos Ramón González y Vera Grabe. Viví en una Casa de Paz en Bucaramanga y volví en 1992 a Bogotá, a la casa de mis padres, que nunca me reprocharon y sólo me pusieron una condición: graduarme de ingeniero. Lo hice en 1993, dos meses después de que mi padre fue notificado por el Tribunal de Cundinamarca de que el Estado había sido condenado por la desaparición de mi hermana”.

Un año después el Consejo de Estado confirmó la decisión. “Para mi padre no fue una victoria, fue apenas un aliciente para seguir en su búsqueda…”

Y ahora que ya se sabe que Cristina Guarín, nunca estuvo ni secuestrada ni desaparecida, ¿Cuándo va la familia a Guarín a devolver la indemnización recibida por una desaparición que nunca ocurrió, dinero que le pertenece a los colombianos?

14.- LA FAMILIA GUARÍN ESTABA EN EL M-19

También está claro en el artículo de Guarín, publicado en la revista de la Corte Suprema de Justicia, que con su padre y su hermano Sebastián fueron a la morgue apenas ocurridos los hechos del Palacio, a tratar de identificar a su hermana, y no encontraron su cadáver, pero si el de un amigo de su hermano Sebastián, llamado Fabio Becerra Correa. Es lógico. No estaba equivocada la Juez 14 Superior, toda la familia Guarín estaba metida en el M-19.

Guarín narra el ingreso de su hermano Sebastián al anfiteatro de Medicina Legal después de terminada la batalla:

“…al entrar allí, Sebastián Guarín se quedó aterrado al ver entre los cadáveres un NN algo que él identificó y dijo: -Este es Fabio, el que estudió conmigo en la Universidad Nacional, sí es Fabio Becerra, él es licenciado en Ciencias Sociales-. En efecto, después en el Diario Oficial aparecía ese nombre en la lista de guerrilleros muertos…” (Anexo 28 del proceso 9755-4 de la Fiscalía)

Lo que relata en ese párrafo, es que su hermano Sebastián Guarín Cortés era amigo y condiscípulo del guerrillero del M-19 asaltante del Palacio de Justicia Fabio Becerra Correa, el cual fue abatido por las tropas. En otras palabras, otro indicio de la cercanía con este grupo terrorista.

Los acusadores contra el coronel Plazas Vega necesitaban desinformar a la opinión pública, para seguir en su propósito de acabar con su vida. En esa intención coinciden: ex miembros del M-19 que temen que se consolide la verdad de su execrable crimen, narcotraficantes despojados de billones de pesos que quieren ejercer su vindicta contra Plazas Vega por su labor como Director de la DNE, paramilitares afectados por extinciones de dominio, juristas comprometidos en graves prevaricatos o crímenes judiciales y políticos de ciertas orientaciones.

15.- COMPROBADO: CRISTINA GUARIN NO ESTABA DESAPARECIDA, ESTABA MUERTA.

En octubre de 2015 aparece la información oficial de que Cristina Guarín estaba enterrada en el sepulcro de María Isabel Ferrer de Velázquez.

El 20 de octubre de ese año, el fiscal General Eduardo Montealegre sorprendió a la nación con la noticia de que tres de las supuestas desaparecidas del Palacio de Justicia en realidad no estaban desaparecidas, sino enterradas en las tumbas de otras personas fallecidas en el terrible asalto del grupo M-19 en 1985.

Una de ellas era nada menos que Cristina Guarín Cortés, la hermana del reconocido miembro del M-19 Rene Guarín Cortés.

El diario El Tiempo recogió así la noticia:
“…Dos familias lloraron 30 años a muertos ajenos del Palacio de Justicia
Víctimas creían que restos eran de sus seres queridos, pero resultaron corresponder a otras mujeres…”

“…Cristina Guarín fue encontrada en la fosa en la que durante 30 años estuvieron, supuestamente los restos de María Isabel Ferrer Velásquez, de quien ahora se desconoce su paradero…Ferrer era visitante del Palacio de Justicia. El cuerpo fue encontrado en el cuarto piso, ala oriental, costado sur del Palacio de Justicia, según el acta de levantamiento…”
Queda probado que Cristina Guarín nunca fue secuestrada por el coronel Plazas Vega ni por ningún militar en los hechos del Palacio de Justicia, ni mucho menos fue víctima de desaparición forzada durante esos años, porque estaba muerta.

Sin embargo, a pesar de la exigencia de pruebas que exige la ley para que una persona sea acusada, el coronel Plazas Vega fue acusado por la fiscal Ángela María Buitrago por el secuestro y la desaparición de Cristina Guarín Cortes. Como lo fue también el general Jesús Armando Arias Cabrales.
Y a pesar de la certeza que es absolutamente necesaria para poder condenar a alguien, la Juez Tercera Penal Especializada María Estela Jara, condenó al coronel Plazas Vega por la desaparición forzada de Cristina Guarín, como también lo hicieron con el General Arias Cabrales.

Plazas denunció penalmente tanto a la Fiscal Buitrago, como a la Juez Jara. A la Fiscal Buitrago, el proceso no le avanza, y a la Juez Jara la absolvieron. Esa es la justicia colombiana. La Corte Suprema de Justicia si obró correctamente, aunque no todos sus integrantes.

16.-CRISTINA GUARÍN PORTABA REVOLVER AL MORIR.

Al observar el acta de levantamiento y la necropsia, se encuentra que portaba un revolver 38 largo, con el tambor disparado. Se entra a revisar el proceso y coincide en que portaba revolver, presumiblemente con el que encañonó a los de la cafetería y los llevó al cuarto piso. Y fue en el cuarto piso donde murió.

El acta de levantamiento del cadáver tiene número 1170, dice NN. Mujer o María Isabel Ferrer de Velásquez (civil), cadáver calcinado, hallado en el Palacio de Justicia cuarto piso, cuerpo femenino. Tiene la firma el Juez 78 de Instrucción Penal Militar, adscrito a la Policía Nacional. Lo más importante es la anotación que trae al final, en Observaciones:

Nótese que dice “seis vainillas”, no seis cartuchos, lo que significa que los seis tiros fueron disparados. El cadáver fue reclamado por su hijo Javier Velásquez Ferrer, el 11 de noviembre de 1985.

Con toda claridad, este documento fue relacionado en los anexos de la sentencia de segunda instancia del proceso contra el coronel Plazas Vega, en la cual el Tribunal Superior de Bogotá le quitó la responsabilidad sobre Cristina Guarín, al oficial.

17.- EVIDENTE CONCLUSIÓN: NO FUE ASESINADA POR EL EJÉRCITO

Afirma Semana.com, que el informe pericial establece que:
“Guarín fue víctima de homicidio y su exposición a altas temperaturas fue posterior al momento de su muerte”

Esa frase tiene dos afirmaciones: “que fue víctima de homicidio”. De nuevo: el informe pericial no puede determinar la intención del victimario. ¿Cómo puede el Prosector saber cuál era la voluntad de quien disparó el arma? Es evidente que la Semana.com, miente. Y la segunda afirmación: “que su exposición a altas temperaturas fue posterior al momento de su muerte”. Eso sí puede estar en el informe pericial, porque técnicamente se puede determinar. Se deduce entonces que el enfrentamiento de la Guarín con el Ejército se llevó a cabo antes de que arreciara el incendio, es decir antes de las ocho de la noche. Según eso, cayó abatida, y luego su cadáver fue incinerado por la conflagración.

Miente de nuevo Semana.com, cuando afirma:

“…ese informe pericial por fin vio luz. En él se indica que la causa de la muerte de Cristina Guarín durante la toma del Palacio fue el homicidio y no el incendio que se registró en la biblioteca, como equivocadamente trataron de demostrarlo los defensores de los oficiales llamados a juicio por los casos de desaparición…”

Es importante anotar en relación con los defensores de los oficiales llamados a juicio, que en ningún momento sus argumentos pretendieron demostrar en que forma murió Cristina Guarín, por la sencilla razón de que de ella no se predicó en la acusación un asesinato por parte de los militares, sino inicialmente un secuestro y luego una desaparición forzada. Aquí le faltó al articulista de Semana no solo ética periodística para no mentir, sino inteligencia para su falacia, pues ni siquiera fue capaz de entender el tipo de delito por el que se adelantaron los juicios.

Y más adelante reitera su ignorancia en el conocimiento del proceso, y su mala fe, cuando pone en boca de indeterminados miembros de la fuerza pública algo que ninguno ha dicho:

“…el documento es esclarecedor en la medida en que descarta que la mujer no murió calcinada, como lo señalaban los integrantes de la fuerza pública…”

Reitera su mentira y su afán de crear la idea del asesinato, cuando dice:
“…En realidad esta mujer fue asesinada a través de cuatro proyectiles de bala” … “ello ocurrió cuando ya había sido asesinada…”

Y más adelante, insiste en el asesinato:

“Para la familia, especialmente para su hermano René Guarín, llama la atención que entre los nueve huesos que fueron recuperados de su hermana…luces sobre la manera como fue asesinada…”

Y más grave cuando relata que para René Guarín:

“…es muy probable que el disparo que recibió su hermana en el estómago o en la espalda, según lo dice el informe entregado a Medicina Legal, se haya producido cuando ella estaba fuera del Palacio…”

¿Por qué de nuevo este personaje René Guarín -quien ya debería estar en la cárcel por Falso Testimonio demostrado en el caso del coronel Plazas Vega- trata reiteradamente de convertir a su hermana, que era una delincuente del M-19, en una víctima del Estado colombiano, y en particular de los miembros del Ejército?

Cada frase de este artículo trae una nueva actitud temeraria. Enfrentando a la Sentencia de la Corte Suprema de Justicia que en la absolución al coronel Luis Alfonso Plazas Vega, establece claramente la veracidad de María Nelfi Díaz al reconocerse a sí misma como la persona que sale rescatada del Palacio de Justicia a hombros de un soldado, el articulista pretende contradecir la muy clara conclusión del Supremo Tribunal, con un informe pericial interpretado por un falsario como es René Guarín.

En conclusión: un cadáver de una persona investigada en vida por la justicia colombiana, por crímenes cometidos perteneciendo al grupo terrorista M-19, muere en el cuarto piso del Palacio de Justicia, portando un revolver calibre 38 con el tambor disparado: es fácil deducir que murió en combate contra el Ejército.

No la asesinaron, como dice la Revista Semana en su versión digital. Aquí hay una información temeraria, un desconocimiento irregular de la autoridad de la Corte Suprema de Justicia en sus sentencias por parte de un medio publicitario, y un gravísimo ataque al Ejército de Colombia acusándolo de un asesinato.

Atentamente:

LUIS ALFONSO PLAZAS VEGA
CC # 17.108.499 de Bogotá
Coronel retirado del Ejército Nacional