Las  FARC y la  justicia

Las Farc como grupo comunista, narcotraficante y terrorista, desde hace 51 años ha usado los métodos  más infames para lograr su objetivo  de la toma del poder

Ariel Peña
Ariel Peña

Por Ariel Peña

Abril 3 de 2015

De  manera oportunista el grupo terrorista de las Farc, aprovechando el escándalo de la  Corte Constitucional, mediante sus voceros,  dijo desde La Habana, que no se someterán a la justicia Colombiana, por ser corrompida y que  así la maquillen no la  aceptaran, entonces con esa postura cualquier delincuente en  el país  podrá invocar la crisis  de la justicia para exigir no ser juzgado ni  condenado por esta.

Ante la situación de la justicia la narcoguerrilla volvió a pedir la convocatoria de una  Asamblea Nacional constituyente, sin embargo lo que pretenden  olvidar los cabecillas de las Farc en Cuba, que son  seguidores de la secta criminal y burocrática   del  comunismo totalitario cuyos dogmas son  marxistas leninistas, es que las determinaciones de dicha  Asamblea, no los   podrá exculpar de  sus crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad que cometieron en contra del pueblo Colombiano.

Porque de acuerdo al estatuto de Roma esos delitos atroces no prescriben ni son indultables y, así Colombia se retire del organismo internacional, tarde o temprano intervendría la Corte Penal Internacional, como  ha sucedido  en algunas naciones, de ahí que ya  es hora que los jefes terroristas si de verdad quieren firmar el fin del conflicto con el gobierno, empiecen a pesar en la Justicia transicional.

El crimen de este niño, a manos de las FARC, quedará en la impunidad gracias a Juan Manuel Santos y al Fiscal Eduardo Montealegre
El crimen de este niño, a manos de las FARC, quedará en la impunidad gracias a Juan Manuel Santos y al Fiscal Eduardo Montealegre

Las Farc como grupo comunista, narcotraficante y terrorista, desde hace 51 años ha usado los métodos  más infames para lograr su objetivo  de la toma del poder,  sin importarle el desprecio que siente la casi totalidad de la población  hacia ellas, ya que dentro de la concepción  absolutista y supersticiosa del marxismo, las masas son un simple objeto que solo sirve para satisfacer sus  apetitos, recordando que el emperador romano  Calígula decía “que me odien pero que me teman”  siguiendo   con eso las Farc, quieren aprovechar la crisis en la Justicia para conseguir impunidad.

Coincidencialmente, en plenas negociaciones entre el gobierno y la guerrilla en La Habana, surge el peor escándalo de corrupción de la justicia  conocido en los últimos tiempos, lo cual le ha servido a las Farc para tratar de deslegitimar a los tribunales, buscando eludir el peso de la ley, pero de nada les va a servir, pues existe la jurisdicción internacional, porque  en caso de que en Colombia no se pueda o no se quiera juzgar los crímenes atroces cometidos por las Farc, intervendrá la Corte Penal Internacional.

El narcoterrorismo no puede descalificar a la justicia Colombiana, así tenga múltiples errores,  ya que la prosapia y los crímenes  de las Farc les impide moral y éticamente  tener algún atisbo de autoridad para hacer señalamientos a un sector de la institucionalidad nacional, por  ello hay que rechazar la tramoya  perversa de los jefes terroristas que buscan pescar en rio revuelto.

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