BRASIL: MILTON PIRES, PERSEGUIDO POLÍTICO DEL COMUNOPETISMO

Dr. Milton Pires: perseguido político del comunopetismo

 El Dr. Milton Pires ha sido escogido como el chivo expiatorio pero, si no hacemos nada, si nos callamos cobardemente ante un descalabro de ese calibre, seremos cómplices de un crimen monstruoso y nos convertiremos en las próximas víctimas

Por Graça Salgueiro

Septiembre 26 de 2014

Cuando el Dr. Milton Simon Pires* llegó a trabajar en la mañana del 22 de septiembre, se percató que su tarjeta electrónica de presentación estaba bloqueada. Entonces, fue hasta el departamento de Recursos Humanos a preguntar lo que había pasado. Una funcionaria le entregó un documento donde decía que estaba suspendido del trabajo durante 60 días. El doctor Simon Pires le preguntó la razón, pero ella no supo contestar aduciendo que solamente era la encargada de hacerle la entrega de dicho papel.

El documento recibido fue la Ordenanza No.  443/14, que resuelve “apartar por 60 días ‘a contar del recibimiento de esta’, el Dr. Milton Pires (…), de acuerdo con el Art. 9º del Reglamento de Procedimientos y Sanciones Disciplinarias del Grupo Hospitalar Conceição (GHC)”. Constan los nombres y firmas de los doctores Carlos Eduardo Nery Paes, Director Superintendente del GHC, Dr. Gilberto Barichello, Director Administrativo y Financiero, y sólo el nombre, sin firma, del Dr. Paulo Ricardo Bobek, Director Técnico y jefe del Dr. Milton.

Dice el Art. 9º de dicho reglamento:

“Como medida cautelar a fin de que el empleado acusado no venga a influir en la investigación de irregularidad o falta funcional, la Dirección del Grupo Hospitalar Conceição podrá establecer, a cualquier tiempo, la suspensión del empleado del ejercicio de sus funciones, por el plazo de hasta 60 (sesenta) días, sin perjuicio de remuneración”.

Párrafo único:

“La suspensión podrá ser aplazada por igual plazo, al final del que cesarán sus efectos, aunque no concluido el proceso”.

Bueno, el contenido del artículo del reglamento no fue citado, ni por la portadora de la resolución, ni en la ordenanza, ni verbalmente, pero el

doctor Milton lo descubrió. Aunque de éste no se concluye nada respecto del motivo de la aplicación de la sanción, se sabe que hay un Proceso Administrativo Disciplinario en tramitación, cuyo objetivo final es una “rescisión motivada de contrato”, aunque eso solo se podrá aplicar en enero pues ahora estamos en “período electoral”. Así las cosas, este médico, incómodo para el nosocomio, es apartado hasta el fin del año para que él no denuncie las barbaridades que observa allá y pueda “quemar” los candidatos oficialistas.

El Dr. Milton se ha destacado por denunciar la mala gestión del Hospital Conceição – que es controlado por PCdoB (Partido Comunista do Brasil) y PT (Partido de los Trabajadores), y que dice atender“100% de los pacientes del SUS – Sistema Único de Salud. Cosa que confrontó el doctor en un artículo suyo donde hace severas críticas sobre la contratación de “médicos” cubanos. Además de eso, hay artículos de su pluma publicados en su blog Ataque Aberto, y en un grupo creado por él en Facebook bajo el nombre “Inglorious Doctors”, que son reproducidos en los sitios web Mídia Sem Máscara y Papéis Avulsos.

Debido a esta denuncia y a otros escritos relacionados, el doctor empezó a ser vigilado, acosado, perseguido. Desde ahí empezó a pagar el precio por sus opiniones políticas antipetistas y anticomunistas.

En agosto de 2013, el Dr. Milton presentó una apelación administrativa para que fuera reconsiderada la evaluación que le hicieron acerca de su desempeño profesional, y que fue considerado como “muy insuficiente”. Según el criterio de la Junta de Apelaciones se afirma que tras escuchar al solicitante, que en un tiempo dijo hacer uso de medicina para depresión, se afirma que el Dr. Milton fue apartado del trabajo en 2012 por un “episodio psicótico”.

Debo volver atrás en el tiempo. Conforme a datos de la historia clínica del paciente Milton Simon Pires en el servicio de “salud del trabajador” del Hospital Conceição, y acorde con el diagnóstico del Dr. Alexandre Schmidt, CREMERS 30.359, Medico Psiquiatra, a las 16:00 horas del 20 de junio de 2012, dijo -tras verlo y oírlo una única vez- que el paciente Milton Pires presenta“síntomas sugestivos de Paranoia. Sin embargo, con diagnóstico reservado”.

Pasados dos días, en la tarde del 22 de junio del 2012, el Dr. Armando Castro CREMERS 13.095, médico del trabajo de la unidad de “salud del trabajador”, que no es psiquiatra, concluye en el prontuario del Dr Milton diciendo que él presenta “características de cuadro Psicótico Paranoide”y es conducido al SUS bajo el CID (Código Internacional de Doenças, por sus siglas en portugués) 23.9.

Volviendo al dictamen de la Junta de Apelaciones, en entrevista con el gestor Edson Moraes Rodrigues Filho, que no es psicólogo ni psiquiatra, éste afirma que Dr. Milton padece de “disturbio paranoico” y que presenta problemas para relacionarse con sus compañeros de trabajo. Testigos identificados como “trabajador 1, 2, 3 y 4”, es decir, testigos anónimos, lo acusan de “no examinar los pacientes”, “no lavarse las manos”, “presentar conflictos con familiares de pacientes de UTI”, “echar equipos en el piso”, “no hacer uso de equipos de protección individual”, etc.

Todo este episodio está plagado de irregularidades y termina por remeternos al libro “El Proceso” de Franz Kafka. Dr. Milton no ha sido informado de su suspensión por su jefe inmediato, como debería ser, sino por una funcionaria administrativa que, como un cartero, solo entrega la misiva. Irrespetaron su derecho al debido proceso, toda vez que hasta el momento no se conoce el motivo de la suspensión para que pueda defenderse, aunque sabemos a ciencia cierta que se trata, como en los tribunales revolucionarios desde Stalin hasta hoy todavía, como ocurre en Cuba, Venezuela y en los países comunistas, de un castigo por disentir de las políticas del régimen.

El documento fue redactado el día 18 y entregado solamente el día 22, aunque el Dr. Milton haya cumplido sus plantones en los días 18, 19 y 21 de septiembre. ¿Por qué esperaron tanto tiempo para entregarlo y, asimismo, de manera irregular? ¿Quiénes son los “testigos” que se identifican solo como “trabajador”, sin nombre ni función que ejercen, cuando por la Constitución es vedado el anonimato? ¿Por qué el sigilo en identificar esos testigos? ¿Quiénes son esas personas y por qué aceptaron mentir de forma tan burda contra un profesional respetado como el Dr. Milton? ¿Por qué el hospital mantiene por más de dos años a un profesional que se desempeña en un área tan sensible como la UTI, cuando la propia dirigencia ha concluido que él mismo es un “psicótico” que vive en crisis constante, poniendo en riesgo la vida de los pacientes bajo sus cuidados, sus compañeros de trabajo y las familias de los pacientes? ¿Es ese el aprecio que el Hospital Conceição, “100% SUS”, demuestra a los que buscan allá atención a sus enfermedades? Esas son interrogantes muy emblemáticas que nos gustaría a todos conocer las respuestas.

Cuando denunciamos que el contrato entre la dictadura cubana y Brasil de 13.000 “médicos” no pretendía de ningún modo atender a las necesidades de la población más desasistida sino a una politiquería amañada, no imaginábamos que el acoso y la sustitución de los médicos brasileños fuera a ocurrir tan pronto. El Hospital Conceição posee un presupuesto de más de 1.2 billones de reales/año, pero no hay lechos suficientes para los pacientes que se acomodan en los pasillos, en el piso (como se puede ver en la foto), la higiene es precaria, hay insectos (cucarachas y moscas) circulando en un ambiente que debería ser aséptico, y otra infinidad de irregularidades.

Ante la repercusión que el caso ha tomado en la opinión pública brasileña, sobre todo en sitios web y redes sociales en apoyo a Dr. Milton, el GHC publicó en su sitio, el 24 de septiembre, una “nota de aclaración”, donde afirma que su suspensión se ha debido a una denuncia de una colega médica (en el sitio se omite su nombre, pero ella se llama Ana Paula Ribeiro Rucks) por“agresiones físicas y verbales durante el horario de trabajo conforme Boletín de Ocurrencia Policial registrado en la Comisaría de la Mujer”. Una vez más, el Dr. Milton conoció el hecho de manera indirecta, a través de internet, para no poder defenderse. ¿Existe examen de cuerpo de delito probando la “agresión física” sufrida por las manos del “psicótico” Dr. Milton a la doctora Ana? No se conoce porque eso nunca ha ocurrido.

La Radio Vox ha creado junto a Citizengo una petición exigiendo el fin de la persecución emprendida por la dirección del Hospital Conceição que se puede firmarla en (http://citizengo.org/pt-pt/11715-pelo-fim-da-perseguicao-empreendida-pela-direcao-do-grupo-hospitalar-conceicao-contra-o-medico). La misma radio intentó hablar con la Asesoría de Prensa del Ministerio de la Salud, toda vez que el ministro Arthur Chioro es también presidente del Consejo de Administración de dicho hospital y auxiliar directo de Dilma Rousseff, pero los intentos no resultaron en nada pues remitían a otra persona, y otra y otra más que decían “no es conmigo”.

Es hecho clama a los cielos y sirve como alerta para todos nosotros que no nos callamos ante los crímenes cometidos por este gobierno comunista que pretende instalar en Brasil un régimen dictatorial al igual que Cuba, hace malditos 55 años y Venezuela hace 15. Plantar falsas evidencias, usar testigos y testimonios falsos, rotular (y muchas veces internar) de “psicóticos”, son los mismos métodos utilizados por regímenes comunistas hace siglos, para incriminar y condenar aquellos de osan disentir de sus propósitos. El Dr. Milton Pires ha sido escogido como el chivo expiatorio pero, si no hacemos nada, si nos callamos cobardemente ante un descalabro de ese calibre, seremos cómplices de un crimen monstruoso y nos convertiremos en las próximas víctimas.