PRUEBA DEFINITIVA

Morales no tiene mucho más para mostrar. Excepto, claro, que se crea que la Fiscalía está para perseguir uribistas por el hecho de serlo y que eso merezca aplauso

Prueba definitiva

 

Rafael Nieto Loaiza

Por Rafael Nieto Loaiza

Marzo 04 de 2012

La señora Fiscal sostuvo en su discurso que las críticas a su gestión y al impacto que tiene su relación con Lucio son “ataques perversos e inhumanos, bajos, infames y calumniadores”. En una identificación mesiánica, agregó: “dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte y levante contra ustedes toda clase de calumnias… alégrense porque les espera una recompensa en el cielo”. Me he quedado con la duda de si Morales se ve así misma divina y cree que por ella “calumnian” a Lucio, que habrá de ganarse la eternidad, o si, por el contrario, es ella la que ve a Lucio como un dios y la que por él recibe “ataques infames”. El amor es ciego, compañero. Pero, pregunto yo, ¿cuándo se cuestionó a la ex Fiscal o a su marido por sus convicciones religiosas? Nunca, que yo haya visto. La Fiscal es la Fiscal y no el Procurador, a quien por godito no le perdonan creer en lo que cree. En fin, la fe que profese Morales es asunto íntimo y no del debate público, como tampoco lo son, en principio, sus sentimientos amorosos.

Sí preocupa, en cambio, que la encargada de la persecución de los criminales en Colombia tenga como compañero de lecho y de deberes conyugales a un personaje con los antecedentes de Lucio: guerrillero del Eme y protegido por el Eln, asesor pagado por los paramilitares, con denuncias de vínculos con los narcos y de intervenciones oscuras en el cartel de la contratación en Bogotá. Lucio es un tipo excepcional que construyó compadrazgos en lo más apestoso del bajo mundo y al que no le falta contacto alguno con las organizaciones criminales más poderosas y peligrosas del país. Guardadas las distancias, es como si en Estados Unidos nombraran fiscal a la esposa de Al Capone.

La ex Fiscal Viviane Morales y su esposo Carlos Alonso Lucio, no pudieron ocultar más su pesar por la salida de la Fiscalía General

La Fiscal, además, nunca aclaró si ella también recibió remuneración de los de Ralito o si, como su marido, viajó en sus aviones, o si el estipendio que recibía Lucio de los paras era para compartir entre ambos. Eso sí, nos advirtió que “por ahí” deberían andar fotos y videos de esas compañías.

Así que, perdonarán, yo no entiendo aun los aplausos que algunos le han dado. ¿Fue tan buena la gestión de Morales? ¿Cómo en qué exactamente? ¿En que todavía estén sueltos Julio Gómez y Emilio Tapia, cerebros del desfalco a Bogotá? ¿O en la negociación de penas bajas para los Nule? ¿O en qué los terratenientes responsables de la división fraudulenta de predios para obtener más subsidios en AIS estén libres y en cambio Arias esté detenido por firmar un convenio con el IICA, que antes una docena de ministros también habían firmado? ¿En obligar a Luis Carlos Restrepo a exilarse?

Morales fue exitosa, sin duda, tramitando su pensión por invalidez absoluta, aunque nunca nos explicara como con semejante discapacidad podía también ser fiscal. Y efectiva fue también cambiando a un corajudo Vicefiscal, que tenía la tarea de investigar a su marido, por no sentarse a manteles con el investigado. Por cuenta de ese cambio, tendremos un fiscal encargado que no reúne los diez años de experiencia que se necesitan para el cargo. Morales no tiene mucho más para mostrar. Excepto, claro, que se crea que la Fiscalía está para perseguir uribistas por el hecho de serlo y que eso merezca aplauso.

De manera que si los liberales consideran que Morales tiene altísimas calidades y es una formidable ejecutiva, mejor sería que le pidan a Santos nombrarla en el gabinete. En Colombia, agobiada como está por el crimen, es un imperativo que no haya duda alguna sobre quien esté a cargo de la investigación y la acusación de los delincuentes. En otro cargo, quizás el peso de sus afectos no tenga riesgos.

Por eso quede estupefacto cuando la Fiscal sostuvo que el Presidente ofreció incluirla de nuevo en la terna. Aunque me queda la duda, porque por ahí anda el antecedente de la contradicción entre Santos, que sostuvo que nada le dijo Morales sobre su relación con Lucio antes de postularla, y ella, que dice que sí le contó.

Santos se juega aquí buena parte de su futuro. Si la nomina de nuevo, será una trompada a quienes creen que la Fiscalía debe estar libre de cualquier cuestionamiento y no está para hacer política. Es una decisión definitiva.

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