RAMIRO BEJARANO DESCOMPUESTO
Bejarano falta a la verdad cuando dice que el testimonio de Villamizar no es la única prueba contra el coronel Plazas. Aunque a él le duela tendría que recordarle que el fallo de condena firmado por la juez Jara descansa sobre un único argumento: el testimonio del supuesto señor Villamizar
RAMIRO BEJARANO DESCOMPUESTO ANTE LAS REVELACIONES DE VILLAMIZAR
Por Thania Vega
Otra vez en mis desvelos siento la necesidad de levantarme a escribir.
Es que hoy, después de escuchar la entrevista en la W del doctor Ramiro Bejarano, abogado, profesor universitario y reconocido columnista, he quedado estupefacta, y tengo que reconocerlo, adolorida, si es que a mi alma le queda espacio para sentir más dolor.
Hace una semana que nos enteramos a través de los medios de que gracias al periodista Ricardo Puentes, quien para nosotros se ha convertido en un ángel de la guarda, ya que gracias a sus investigaciones por puro interés en el tema, porque no hay ningún vínculo de otra clase de nosotros con él, ha descubierto cosas definitivas y capitales que demuestran el terrible complot que se organizó para condenar al coronel Plazas Vega. Ricardo Puentes descubrió, por ejemplo, que René Guarín el vocero de los llamados desaparecidos fue guerrillero del M-19.
Ricardo Puentes logró, además, entrevistar al doctor Rodríguez Cuenca, director de Antropología de la Universidad Nacional, y consiguió que él le revelara que muchos cadáveres no fueron identificados, y que reposan en la morgue de la Fiscalía desde hace muchos años.
Resulta que ahora Ricardo Puentes ha encontrado al tan sonado testigo por el cual se condenó, en primera instancia, al coronel Plazas a 30 años de prisión. Ricardo Puentes ha hecho la investigación que ha debido hacer la llamada “fiscal de hierro”, Ángela María Buitrago. Todo indica que ella no investigó nada pues no tenía la tarea de investigar. Su tarea, presumo, era armar un guión para condenar al coronel Plazas, y así lo hizo. Pero resulta que, como no hay crimen perfecto, toda esa mentira que acabó con la tranquilidad y la paz de nuestra familia, esa mentira infame que nos ha causado tanto dolor y tristeza, se ha derrumbado!
No hay que olvidar que en esta farsa son muchos los implicados. La fiscal armó la tramoya pero fue una juez la que sobre esas acusaciones, débiles y sin pruebas, condenó a 30 años a un inocente.
Han sido innumerables las manifestaciones de la opinión pública a raíz de la noticia de que el cabo Edgar Villamizar acudió a la Procuraduría para decir que él nunca había dado ese testimonio, ni había firmado el documento que presentó la fiscal como “”testimonio” y “prueba” de que Plazas era un genocida. Hemos sentido que la sociedad colombiana ya no “traga entero” y que es absolutamente consciente de que en este caso se ha condenando a un inocente. De allí sus manifestaciones de apoyo a nosotros y de alegría por la revelación del señor Villamizar.
Por eso mi asombro y mi dolor son grandes al escuchar al doctor Ramiro Bejarano, quien salió a atacar y a mentir de la manera más increíble ante un medio de comunicación como W radio. Lleno de furia y de ira atacó al periodista Ricardo Puentes. Llegó a menospreciarlo y a tratarlo con términos muy hirientes por el sólo hecho de que él llevó a Villamizar a dar un testimonio de verdad ante el Procurador General Alejandro Ordóñez.
Ramiro Bejarano dice que él ha tenido en sus manos el proceso. A lo mejor sí, pero haberlo tenido no quiere decir que lo conozca. Bejarano falta a la verdad cuando dice que el testimonio de Villamizar no es la única prueba contra el coronel Plazas. Aunque a él le duela tendría que recordarle que el fallo de condena firmado por la juez Jara descansa sobre un único argumento: el testimonio del supuesto señor Villamizar. El doctor Bejarano debería leer mejor esa sentencia. Es más, ese pretendido testimonio de Villamizar fue desechado por ineficaz en la sentencia dictada por la juez 51 María Cristina Trejos, quien condenó injustamente al general Arias Cabrales por haber dirigido el rescate del palacio de Justicia. Lo que el doctor Bejarano conoce muy bien es la versión que inventó la fiscal Buitrago, no el proceso.
Dice el doctor Bejarano que lo de Villamizar no es una suplantación. Claro que sí lo es. En su denuncia ante el Procurador General, Villamizar dijo que la firma que aparece en el expediente de la fiscal Buitrago no es su firma. El reitera que él no fue a la Escuela de Caballería. ¡Por favor! Si él no fue a ese lugar y si la fiscal dice que un sujeto se le presentó allí con la cédula de Villamizar, aunque Villamizar no estuvo allí, de lo que se trata es de una suplantación completa y total del señor Villamizar, del verdadero! O que los funcionarios que estaban en ese lugar se inventaron ese episodio.
Asegura también el famoso columnista que la prueba de que Villamizar sí fue a ese lugar es que lo conocían “en el entorno de ese universo” y que lo reconocieron y lo saludaron quienes acompañaban a la fiscal cuando el hombre llegó a dar su declaración acusatoria pues él había trabajado en la fiscalía. Supongo que el “entorno” eran los dos funcionarios del CTI que eran subalternos de la fiscal, y que también firmaron el controvertido documento con el señor Bustos, delegado de la Procuraduría. Sería bueno, en mi concepto, que ellos le cuenten y le expliquen al país cómo fue exactamente esa misteriosa diligencia ya que, curiosamente, en los registros de la guardia de la Escuela de Caballería no aparece la entrada ni la salida de nadie con ese nombre ese día.
¿No cree usted doctor Bejarano que tal recuento es útil? ¿O es que usted ya habló con ellos? Además, es importante que el doctor Bejarano recuerde que no sólo la firma del documento no coincide con la post firma sino que, al comparar la firma del documento con la del cabo Villamizar en su hoja de vida, y ahora con la de su declaración ante la Procuraduría, ¡se constata que son diferentes! Esa no es la firma de Edgar Villamizar. Es normal que Ramiro Bejarano llegue a equivocarse, como le pasó a él, como él lo dice, en el artículo que escribió. Lo que sería increíble es que el doctor Bejarano cambie de apellido sin darse cuenta al firmar sus columnas. Si ese fuera el caso tendría que ir a ver un médico.
El eminente columnista también pretende que “hay muchísimas pruebas” contra Plazas. La verdad yo no las conozco. Estoy segura de que no están en el proceso.
Dice el doctor Bejarano que el traslado de Villamizar a Bogotá está demostrado. ¿De qué manera? No conozco esa demostración. Lo que sí sé es que tres superiores de Villamizar declararon en el juicio que él nunca había venido a Bogotá. Uno de ellos se encontraba con él en Granada, Meta, siguiendo por la televisión los trágicos hechos del palacio de justicia. Y ahora el mismo Edgar Villamizar lo confirma.
El doctor Bejarano está molesto y así lo manifestó por que el Procurador Alejandro Ordóñez aceptó el testimonio y le dio credibilidad. A mí me molesta, o mejor, me duele mucho que haya personas como él, como Ramiro Bejarano, cargadas de odio y obnubiladas por el deseo de que se condene a un inocente que lo único que ha hecho es servir a este país y ser ejemplo para muchos. Dios los perdone, si es que esto tiene perdón.
Junio 21 de 2011
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