VOTO CASTIGO CONTRA LA IZQUIERDA EN BOGOTÁ
De la misma manera que la llamada izquierda arma coaliciones, los auténticos sectores democráticos pueden formar un frente para salvar a la ciudad
Voto castigo contra la izquierda en Bogotá
De la misma manera que la llamada izquierda arma coaliciones, los auténticos sectores democráticos pueden formar un frente para salvar a la ciudad
Por Ariel Peña
Mayo 26 de 2015
Doce años con Alcaldías de la llamada izquierda en Bogotá, son más que suficientes para que el 25 de octubre la ciudadanía se desprenda de semejante pesadilla, que trajo un escándalo de corrupción nunca antes conocido, ocurrido durante la administración de Samuel Moreno, también el atraso en obras de infraestructura ha sido patético, además la movilidad es un marasmo en donde es más fácil ir caminando de un sitio a otro que usar vehículo.
A lo anterior se agrega la inseguridad, porque pareciera que la actual administración no estuviera interesada en poner freno a casos tan conocidos como los que suceden diariamente en Transmilenio, además el aumento en los índices de homicidio es notorio y, los planes de vivienda son prácticamente inexistentes por los caprichos del actual Alcalde quien permite que sus familiares construyan apartamentos en el humedal de la Conejera, pero ataca a los otros proyectos, lo cual ha ocasionado una diáspora hacia municipios vecinos.
Sin embargo el Polo Democrático en su lV congreso nacional, como si nada hubiera ocurrido en estos 12 años y sin hacerse una autocritica, por el desastre al que llevo a Bogotá, en donde hay que incluir a su hijo prodigo Gustavo Petro, se alista para lanzar la candidatura de Clara López a la Alcaldía, recordando que ella fue la secretaría de gobierno de Samuel Moreno y quien lo reemplazo cuando fue destituido, así que el neopopulismo busca nuevamente seguir con el control de Bogotá y por eso parafraseando a Nicolás Maduro en Venezuela se puede decir que se va a “radicalizar la revolución”
Lo que suceda en Bogotá en octubre va a tener profunda incidencia en la vida de la nación, ya que la capital a tenido que aguantar demasiado el abuso de los gobiernos de tal izquierda y no se le puede repetir la dosis con los desastres que han ocurrido, advirtiendo que en el susodicho congreso del Polo se propuso hacer alianzas para conservar el manejo de la ciudad y proyectarse a nivel nacional, siguiendo modelos fracasados como el de Venezuela el cual quieren implementar en todo el país, así digan lo contrario, pues para eso es que se cambian de disfraz.
En Bogotá hay que convocar un frente amplio, para cerrarle el paso a los que han dejado a la ciudad en el abandono y que hablan de la defensa de lo público, pero lo que buscan es fortalecer el estatismo burocrático para crear una gigantesca clientela que permita ganar elecciones a punta de canonjías y dadivas, por ello para el caso de la capital hay que superar los intereses individuales y concatenar a diversas corrientes que tienen como primer mandamiento a la libertad, para no caer en una trampa que mediante artificios lleva a la sociedad de manera paulatina al totalitarismo, teniendo como espejos a naciones vecinas.
Porque de la misma manera que la llamada izquierda arma coaliciones, los auténticos sectores democráticos pueden formar un frente para salvar a la ciudad y esto no se puede tomar como “gavilla” ya que eso es parte del libre juego democrático, porque lo más importante es defender a Bogotá y, lógico sería tener un solo candidato fuerte dentro de los sectores del liberalismo clásico(actitud frente a la vida y libre examen) del cual hacen parte las mayorías nacionales representadas en diferentes partidos y movimientos.
Cabe resaltar que al congreso del Polo asistieron la marcha patriótica, la unión patriótica, el partido comunista, progresistas, el congreso de los pueblos y la cumbre agraria, todos estos conocidos por su signo ideológico absolutista y reduccionista, matriculados en el neocomunismo que siguen dogmas que la inteligencia debe de repudiar.
La ciudadanía Bogotana no puede caer en los mismos errores, porque eso sería como entrar en un estado de masoquismo, que aumentaría el desastre y de ahí que se debe armar una alianza suprapartidista para no continuar caminando hacia el abismo a donde lleva el izquierdismo, ya que equivocaciones como la del 2011 en donde las fuerzas democráticas se dividieron en tres candidatos permitiendo el triunfo de Petro de ninguna manera pueden ocurrir en esta oportunidad.
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