¡QUÉ INJUSTICIA!

El infierno que vive Thania Vega y su familia no tiene nombre. Thania, en su desgarrador libro ¡Qué injusticia!, cuenta y da fe de su testimonio. De todo lo que ha tenido que vivir y padecer. Cómo ella ha luchado con él y por él

¡QUÉ INJUSTICIA!

Rafael Gómez Martínez

Por Rafael Gómez Martínez

En Colombia, como están las cosas, hay que temerle a muchas cosas. Ahora llevo un Rosario que me regaló el padre Andrade, capellán de la Universidad Sergio Arboleda.

Un día hacia el mes de enero del presente año cargado de zozobra, le pregunté: “Padre: ¿cómo hago para quitarme esta angustia que tengo por dentro?”, “Rafael: el único quien decide sobre la vida es Dios y es a Dios a quien le debes pedir protección, paz y serenidad. Te regalo este Rosario para que lo lleves contigo en la mano derecha. Reza todas las mañanas y verás cómo se tranquiliza el alma”.

Desde entonces, lo llevo en mi mano derecha. Hice un intento por llevarlo en la mano izquierda pero no fui capaz.

En Colombia, cualquier cosa puede pasar. Puede pasar, por ejemplo, que usted no regrese a su casa como fue el caso del coronel Plazas. En uno de sus últimos editoriales radiales, Juan Gossaín comentó sobre el caso Dreyfuss y de la injusticia que se cometió contra él. Tenemos otro caso, don Juan: el del Coronel Plazas.

La batalla jurídica, en el caso del Dreyfuss colombiano, la estaba ganando el bando contrario. No solamente la jurídica, sino la mediática. El plan venganza, como menciona Thania Vega, iba a la perfección hasta que apareció Ricardo Puentes Melo, director del portal Periodismo sin fronteras. Ya el general retirado Nelson Ramírez, en solitario, había denunciado las aberraciones judiciales cometidas en el caso del coronel Plazas y tiene a su haber más de 27 porqués sobre el mismo. Pero nadie quiere escuchar al general Ramírez. Por alguna razón será.

Thania Vega de Plazas y su nieto... en ausencia del esposo y abuelo, el coronel Plazas Vega

El infierno que vive Thania Vega y su familia no tiene nombre. Thania, en su desgarrador libro ¡Qué injusticia!, cuenta y da fe de su testimonio. De todo lo que ha tenido que vivir y padecer. Cómo ella ha luchado con él y por él. Se pregunta sobre las garantías procesales. Comenta sobre las provocaciones e insultos que ha tenido que soportar por cuenta de las supuestas víctimas. Cuenta sobre el linchamiento mediático que ha tenido que padecer. Sobre cómo Caracol TV y Noticias Uno, con base en un video casette que el mismo coronel Plazas entregó a la entonces fiscal Buitrago, difundieron información sobre las imágenes inéditas, que de inéditas no tenían nada, sin haber consultado a la fuente primaria que en este caso era el mismo coronel Plazas. Sobre cómo le tuvo que explicar a su hijo que se llevaron a su papá.

En Colombia usted no sabe si regresará por la tarde a su casa. Si nos vemos algún día le daré a Thania, con gusto, un Rosario para que recemos y lloremos juntos.

En silencio como debe ser para poner nuestras vidas en manos de Dios.

Puntilla. ¿No resulta curioso que ahora cuando la Comisión de Acusaciones sí investiga, la reforman?

Junio 26 de 2011

 

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