FARCOLOMBIA
El país se hunde. Tarde entenderemos que solo la mano dura detiene la violencia, y cómo vamos, esa mano dura, que nos pacificará con paredones, será la mano socialista de las FARC
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El país se hunde. Tarde entenderemos que solo la mano dura detiene la violencia, y cómo vamos, esa mano dura, que nos pacificará con paredones, será la mano socialista de las FARC
Por Mario Javier Pacheco
Julio 30 de 2016
El gobierno Santos se recordará como el de las FARC y la desinstitucionalización, Tal vez por eso, Monedero, el de Podemos de España y asesor FARC, dijo la semana pasada que el pacto social en Colombia ya no existe, es decir no hay Estado. Con razón la aberración estimativa y la confusión jurídica, política y moral.
La crisis económica mundial o gran recesión, por ejemplo, hizo que en todos los países se asumieran planes de austeridad, pero Santos, arrasó con las reservas de la bonanza petrolera y vendió ISAGEN para inyectar su proceso de paz con contratos extravagantemente multimillonarios, y para mermelada, con la que se revistió de los tres poderes de la república y derrumbó su independencia.
Los resultados son ruinosos. Fitch, y Moody’s, calificadoras de riesgo económico ratificaron antier el informe de Estándar and Poors sobre el ingreso de Colombia al listado de países con peor calificación económica del mundo. Bajó el poder adquisitivo del peso; hay niños muriendo de hambre en la Guajira, y estamos ad portas de una reforma tributaria que dejará a más de la mitad de los colombianos debajo de la línea de pobreza. Aún no está implementada porque Santos no quiere que lo odien antes de sacarle al pueblo el Sí del plebiscito.
Tocará pagar lo de la Tocarruncho, las vacaciones de FARC, los contratos de Piedad, León, Enriquito, de la esposa de Minminas y del hermano de Minhacienda.
Por las FARC, Santos no solo les quebró el país, les creó la Justicia Especial para la Paz y un tribunal de la venganza, que equipara terroristas con soldados, para poder llamar a juicio antiguos oficiales y periodistas opuestos a las FARC.
Lo peor es el premio que les está dando: indultos; curules en el senado, zonas de dominio estratégico, sus fortunas intocadas, su narcotráfico intacto. Ayudarán en la erradicación de sus propios cultivos, y para rematar, viajó con su fiscal, por todo el mundo, promoviendo la nueva imagen heroica de los terroristas.
El mensaje es atroz, porque cuentan más los cadáveres de jóvenes de la Fuerza pública que los votos, con lo cual desató entre las bandas de delincuentes afines a las FARC: ELN, BACRIM, EPL, etc., una desenfrenada carrera de asesinatos y atentados terroristas para alcanzar los mismos méritos de sangre, y ser llamados también, como pares, a negociar con el gobierno, el Estado.
El Plan pistola que a diario reporta muertos de las FFAA, no tiene otro responsable que el presidente Santos y sus premios al crimen.
Seguirán muriendo policías y soldados hasta que Santos los llame a negociar, y entonces surgirán otros grupos que continuarán la matanza, para que también los hagan senadores. Esa es la esencia de los criminales. Yerran los ingenuos que claman negociar con terroristas en aras del esperpento que llaman “paz”.
El país se hunde. Tarde entenderemos que solo la mano dura detiene la violencia, y cómo vamos, esa mano dura, que nos pacificará con paredones, será la mano socialista de las FARC
Esta no es la Colombia que entregamos a Santos. Aquel era un país en paz, que recorrí sin temor por Caquetá y el Catatumbo: Teorama, El Tarra, San Calixto, Hacarí, enseñando la Cátedra de la paz de 2004 a 2010, porque guerrilleros, paras y bacrim estaban reducidos con la política de Seguridad ciudadana, con violencia sí, pero solo contra los violentos y en respuesta a su propia violencia.
Pero de pronto, Santos inventó la guerra civil contra las FARC, ejército invencible. Palabras prohibidas para un comandante en jefe, cuya obligación es la victoria. No esa con que abofeteó a las FFAA, el 20 de julio, cuando les dijo que ese era el desfile de la victoria, porque habían derrotado a las FARC.
Por esas afirmaciones, y otras más, Santos Hizo de su proceso de paz, un sainete, una payasada trágica, llena de chistes, como el poner cubanos a verificar la entrega de armas de las FARC y a las FARC ponerlas a vigilar la erradicación de su propia coca. Como iniciar la pedagogía por el Si, por parte de comisionados y gobierno, con borradores de los acuerdos.
Borradores todavía, en manos de los expertos que desde hace tres años los redactan. Habrá que leerlos de todas formas, pero de nada sirve su lectura. esos acuerdos que irresponsablemente se enseñan en borrador, no son más que un distractor. Como la pelea Santos Uribe.
Esos borradores pueden contener codicilos y leyes para ángeles, pero cualquier ley es perversa, así sea de Dios, cuando la aplica el demonio. Hablar de la bondad de los acuerdos es caer en su trampa. Son la cubierta de chocolate del veneno.
No hay que buscar río arriba. Lo importante se reduce a lo siguiente
Primero: que FARC sean elegibles en 2018, sin baldón de terroristas; impunes por sus horrores, y que puedan presionar su socialismo con voto y tiros. Segundo. Que sean senadores para complementar su brazo armado con el político. Tercero: establecer 32 republiquetas, o estados socialistas en sitios estratégicos para dominar el país por los cuatro costados simultaneamente, cuando llegue la hora. Cuarto: Seguir siendo el primer cartel del narcotráfico del mundo, y Quinto conservar intacta su fortuna que Forbes califica como la tercera más alta del mundo en poder de un grupo terrorista.
@mariojpachecog
www.mariojavierpacheco.com
http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/procesos-y-conversaciones/Paginas/mesa-de-conversaciones-con-las-farc-ep.aspx#
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