LOS MÉDICOS CUBANOS Y EL SHOW DEL URIBISMO

Lo que me confirmó es que, debido a la indignación de varios importantes miembros del uribismo, Álvaro Uribe e Iván Duque decidieron contactar a Daniel Quintero y otros alcaldes para que asumieran el “deber patriótico” de esa idea, con el compromiso de que, fuera de algunos trinos y alharacas en las redes y el Congreso, Iván Duque se comprometía a dar el visto bueno para el ingreso de esos agentes del G2 a Colombia.

El show del uribismo

Ricardo Puentes Melo

Por Ricardo Puentes Melo
Agosto 1 de 2020
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

No nos cansamos de anunciar sin descanso que Álvaro Uribe y su gente del Centro Democrático forman parte de la conjura para establecer el gobierno de transición. La traición a Colombia, con la venta del NO, asumiendo una vocería que nadie les endosó, fue el paso en falso que delató a quienes se hacen pasar como defensores de las ideas de derecha pero que no son más que topos puestos en ese papel para facilitar las intenciones del Foro de Sao Paulo en Colombia.

El pacto de Rionegro fue destapado, y este solo hecho ocasionó la estampida de muchísimos seguidores de Uribe. Sin embargo, el embrujo bajo el cual el expresidente mantiene a millones de colombianos -que nosotros explicamos como “disonancia cognitiva”- confunde todavía a un importante sector de la opinión pública.

El Pacto de Rionegro fue un contubernio donde se pactó apoyar a Iván Duque (candidato de las FARC y de Santos) a cambio de beneficiar jurídicamente a la familia de Uribe, específicamente a su hermano Santiago Uribe. Cosa que se cumplió con total descaro. (Lea acá: El Pacto de Rionegro)

Uribe es un maestro del engaño
Este fue el trino que puso Uribe rechazando la llegada de médicos cubanos a Colombia
Uribe no tiene empacho al aceptar que él permitió la entrada de agentes cubanos a Colombia, al mismo tiempo que finge rechazar, precisamente, la llegada de más agentes cubanos al país.

El compromiso de Uribe y los traidores también incluyó, además de apoyar la candidatura de Duque, refrendar los acuerdos de La Habana, en todos sus puntos y sin ninguna excepción.

¿Cómo haría Uribe para hacer eso sin que sus seguidores se rebelaran?

Sencillamente se aplicaría lo que siempre ha hecho Uribe, y que enseñó a hacer a miembros y congresistas del CD: Salir a gritar a los cuatro vientos contra Santos, FARC y el comunismo, y -al mismo tiempo- no tomar ninguna acción contra los pactos de La Habana y sí apoyarlos decididamente en las cloacas del Congreso.

Y eso es lo que han hecho Uribe y el CD. Cacarean contra la JEP, levantan firmas para abolirla (firmas que luego usaron para otras cosas), hablan duro contra las FARC pero se toman fotos con ellos y alaban su “decisión de hacer la paz”; o hablan contra Cuba mientras hacen pactos secretos con ellos aceptando el ingreso de agentes del G2 disfrazados de profesores, artistas o médicos.

En marzo de este año un personaje muy cercano a Iván Duque y Álvaro Uribe, que de cuando en vez nos suelta secretos, porque ya está convencido de que el país va rumbo al abismo, me hizo una llamada telefónica para contarme acerca de una reunión privada que Iván Duque sostuvo con su equipo de gobierno, y con el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

-Hombre, Puentes -me dijo- usted tenía toda la razón; esto está muy mal acá. Duque acaba de informarnos que la situación del Coronavirus lo obligaba a aceptar el ofrecimiento de Raúl Castro de recibir médicos cubanos.

En marzo de este año, varias personas recibieron esta información que filtraron desde el círculo de Uribe

– Ajá, le contesté. ¿Y cuál es la novedad? La culpa es de ustedes por aceptar esas suciedades sin protestar y sin denunciar.

– Llámeme cobarde si quiere, pero yo a los uribistas les tengo mucho miedo. Son capaces de todo. Y no me haga hablar de esas cosas. Lo que quiero decirle es que esa ayuda ya está pactada. ¡No le miento…! ¡Se lo puedo jurar si quiere…! Colombia se jodió.

-¿Y qué dijo Uribe?

-Pues cuando vio que mucha gente protestó por eso, Duque y Uribe callaron.

Eso fue en marzo. Hoy, con el tema de Daniel Quintero y los médicos cubanos, me volví a contactar con mi fuente.

-¿Estaría dispuesto a dar la cara y contar lo que sucedió en esa reunión? -le pregunté.

Pero lo volvió a decir: le tiene pánico a Uribe, a Duque y a la gente que los rodea. “Yo no tengo alma de héroe ni mártir, y necesito ganarme la papita (el sustento).”

Lo que me confirmó es que, debido a la indignación de varios importantes miembros del uribismo, Álvaro Uribe e Iván Duque decidieron contactar a Daniel Quintero y otros alcaldes para que asumieran el “deber patriótico” de esa idea, con el compromiso de que, fuera de algunos trinos y alharacas en las redes y el Congreso, Iván Duque se comprometía a dar el visto bueno para el ingreso de esos agentes del G2 a Colombia.

Llámeme cobarde si quiere, pero yo a los uribistas les tengo mucho miedo. Son capaces de todo

Entretanto, el trabajo de los uribistas que protestan contra eso y que siguen sirviéndole de tapete a Uribe, al mismo tiempo que fingen ser de derecha, es hacerles creer a sus tontos que Duque tiene las manos atadas y que solo el alcalde Quintero, al igual que otros alcaldes que se sumaron a la cosa, pueden permitir el ingreso de extranjeros hostiles a Colombia pasándose por la faja al Ministerio de Relaciones Exteriores y al mismo Presidente de la República.

Porque solo los idiotas creen que un alcalde puede decidir sobre los asuntos de la soberanía nacional.

“Los médicos cubanos vienen porque vienen… Eso ya no tiene reversa”, finalizó mi fuente.

Y no necesita jurarlo. Yo le creo.

Fidel Castro y Álvaro Uribe

Comentarios

Loading Disqus Comments ...
Loading Facebook Comments ...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *