CORONAVIRUS, ¿UN ATAQUE BIOLÓGICO CONTRA OCCIDENTE?

“Es un experimento, sí, pero preocupa -empieza el presentador del programa Leonardo de la RAI. Un grupo de investigadores chinos insertó una proteína procedente de murciélagos al virus del SARS (coronavirus común), que produce una pulmonía aguda en ratas de laboratorio, y sirve solo de estudio pero, ¿vale la pena correr el riesgo de crear una amenaza así, solo para poder examinarla?”

Trump y Xi (Foto Nikkei Asian Review)

Ricardo Puentes Melo

Ricardo Puentes Melo
Abril 12 de 2020
@ricardopuentesm
Ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

Cada día salen a la luz más evidencias de que el COVID 19, el chinavirus, fue un ataque premeditado y genocida contra las naciones de Occidente opuestas a los planes globalistas de estos terroristas internacionales.

Un amigo me envió desde España un video del año 2015, de la RAI, la Televisión italiana. El video del programa Leonardo, denunciaba en ese año sobre unos peligrosos experimentos chinos con el virus del coronavirus:

“Es un experimento, sí, pero preocupa -empieza el presentador del programa Leonardo de la RAI. Un grupo de investigadores chinos insertó una proteína procedente de murciélagos al virus del SARS (coronavirus común), que produce una pulmonía aguda en ratas de laboratorio, y sirve solo de estudio pero, ¿vale la pena correr el riesgo de crear una amenaza así, solo para poder examinarla?

El informe del programa Leonardo explicaba que los chinos habían desarrollado un organismo creado de forma artificial al inyectarle una proteína de coronavirus de murciélago a un virus del SARS que producía una pulmonía severa en los ratones, aunque “no mortal”, decía el informe. “Según los científicos chinos que manejan el experimento, el virus modificado puede pasar directamente del murciélago al ser humano sin tener que pasar por el ratón”.

Pocos conocen que ya en el 2007 la Universidad de Hong Kong anunciaban que las comunidades de “murciélagos de herradura” (rinolófidos) eran un gran reservorio de virus como el SARS-COV. Sin embargo, esta universidad “advertía” también que la costumbre de comer murciélagos eran una “bomba de relojería” que “podría” causar la aparición de mutaciones “naturales” del virus SARS-COV, potencialmente mortales. Según los investigadores que alertaban en una investigación publicada en la revista “Clinical Microbiology Reviews”,  podría venir una gran pandemia. (Lea el artículo acá)

Luego de esta “advertencia científica”, como lo mencionamos en el artículo “Libertades personales en tiempos de coronavirus”, comenzaron a aparecer videos de chinos comiendo sopa de murciélago, murciélagos vivos, etc. (Lea el artículo acá)

Un poco antes de la “advertencia” de la comunista universidad, el coronavirus del SARS (SARS-CoV) causó la primera gran pandemia del siglo XXI, que afectó a 8.098 personas y mató a 774, en el 2003, y mayormente en China, con una tasa de mortalidad cercana al 10% sobre los casos confirmados; una tasa muy superior a la del COVID-19.

Universidad de Hong Kong (Foto Universidad de Hong Kong)

Desde el año 2003, la comunidad científica de China supo de la enorme capacidad del SARS CoV para transmitirse de persona a persona y la necesidad de estar preparados con hospitales especializados y mantener controlados los viajes aéreos internacionales. China supo que el virus del SARS CoV (coronavirus) se esparcía rápidamente por contacto, y que, por ello, era necesario cerrar fronteras para poder controlar mejor el radio de contagio.

Con la experiencia del 2003, con el informe de la universidad de Hong Kong en el 2007, con el estudio de los virus en los murciélagos, ¿cómo es posible que se hayan dedicado a manipular genéticamente el virus del SARS en Wuhan sin tener un objetivo criminal que buscaban, antes de desatar el virus genéticamente potenciado (El SARS CoV2 o COVID19) por todo el mundo?

Sin temor a equivocarme, eso fue un acto de guerra contra Occidente. Por eso produjeron videos de chinos devorando murciélagos y ratones (para hacer creer que, como “advertía” la Universidad de Hong Kong, la ingesta de estos animales podría causar una pandemia), por eso tenían ya listo un hospital que, engañando al mundo, quisieron hacer creer que habían construido en pocos días. Por eso, antes de desatar la plaga, aceleraron sus contrataciones con varios países del Tercer Mundo, como Colombia. Los gobiernos de España y Colombia sabían ¿Por qué se prestaron para este genocidio? ¿Por qué el gobierno de Iván Duque y el Centro Democrático en Colombia, en cambio de tomar medidas de precaución, apresuraron a firmar contratos con el gobierno comunista de China, entregándoles la construcción de obras de infraestructura y permitiendo el ingreso de miles de chinos para trabajar en esas obras, desplazando la mano calificada colombiana? ¿Por qué el Centro Democrático prefirió hacer alianzas con el Partido Comunista Chino y no con Estados Unidos de América? ¿Por qué Iván Duque, José Obdulio Gaviria y Álvaro Uribe realizaron viajes a China para reunirse con el partido comunista de ese país sin haber informado a Colombia ni del propósito ni de los resultados de esos viajes?

Durante el gobierno de Uribe se afianzaron los lazos con China comunista

¿Por qué China ordenó a sus científicos que destruyeran en diciembre del 2019, las pruebas del coronavirus realizadas hasta el momento? (Ver artículo)

Y ni qué hablar de la complicidad de la Organización Mundial de la Salud, cuyo Director General, el etíope Tedros Adhanom, miembro del partido marxista “The Ethiopian People’s Revolutionary Democratic Front (EPRDF)”, junto a otras voces globalistas ha atacado a Donald Trump porque fue el primer mandatario en prohibir la entrada de vuelos procedentes de China. Todos los medios de comunicación, en especial CNN, lo criticaron fuertemente, acusándolo de “extremista” y “xénofobo”, y de ser un inepto por tomar esa medida tan fuerte y temprana.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, criticó a las naciones que decidieron imponer prohibiciones de viaje para proteger a sus ciudadanos del coronavirus, alegando que tales medidas no son necesarias:

No hay razón para medidas que interfieran innecesariamente con los viajes y el comercio internacional”, dijo el director de la OMS el mes pasado. “Hacemos un llamado a todos los países para que implementen decisiones basadas en evidencia y que sean consistentes. La OMS está dispuesta a brindar asesoramiento a cualquier país que esté considerando qué medidas tomar“.

Uno de los trinos que Trump escribió acerca de las criticas que recibió por su manejo de la emergencia

El tiempo le dio la razón al presidente norteamericano. Mientras que los gobiernos progresistas abrieron de par en par sus fronteras a los chinos, alabándolos y calificándolos como “ángeles salvadores”, vaya uno a saber por qué- Trump anunció fuertes medidas para protegerse de China.

¿Por qué China ordenó a sus científicos que destruyeran en diciembre del 2019, las pruebas del coronavirus realizadas hasta el momento?

Los ideólogos globalistas se unieron a la exigencia del marxista Tedros Adhanom Ghebreyesus para que Estados Unidos mantuviera sus fronteras aéreas abiertas, especialmente ante China, pero Trump no cedió. El famoso escritor del Washington Post, New York Times, y editor de The Atlantic,  James Hamblin escribió esta misma semana que Estados Unidos debería considerar abrir sus fronteras:

Italia, Irán y Corea del Sur se encuentran ahora entre los países que informan un número cada vez mayor de infecciones por COVID-19 detectadas. Muchos países han respondido con intentos de contención, a pesar de la dudosa eficacia y los daños inherentes de la represión históricamente sin precedentes de China. Ciertas medidas de contención serán apropiadas, pero prohibir ampliamente los viajes, cerrar ciudades y atesorar recursos no son soluciones realistas para un brote que dura años. Todas estas medidas conllevan riesgos propios. En última instancia, algunas respuestas a una pandemia requerirán abrir fronteras, no cerrarlas. En algún momento, se debe abandonar la expectativa de que cualquier área escapará a los efectos del COVID-19: la enfermedad debe verse como un problema de todos. [Énfasis nuestro]” (Ver artículo acá)

No nos extenderemos más en este análisis, al menos por ahora. Pero seguiremos publicando sobre este nuevo ataque de la mafia globalista contra las naciones de Occidente.

Mafia en la cual George Soros ocupa un puesto dirigente de honor. SU última movida en los países de Occidente ha sido invertir millones de dólares en las ONG para que, bajo la máscara de la cientificidad o la jurisprudencia, mueva todo su lobby para que se liberen a los presos terroristas, todo esgrimiendo la excusa del coronavirus. (Ver artículo acá)

Y ni qué hablar de la pérdida de libertades individuales, que sigue su marcha en los países del Tercer Mundo.

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