LA FORMA DE HACER POLÍTICA
CAP solicitó dos cosas antes de morir: Que no incineraran su cuerpo y que tampoco lo enterraran en Venezuela hasta que Chávez, nuestro “nuevo mejor amigo”, no saliera del poder
LA FORMA DE HACER POLÍTICA
Por Rafael Gómez Martínez *
El 25 de diciembre de 2010 falleció en Miami Carlos Andrés Pérez, Presidente en dos ocasiones de la hermana república de Venezuela. Solamente, solicitó dos cosas antes de morir. Que no incineraran su cuerpo y que tampoco lo enterraran en Venezuela hasta que Chávez, nuestro “nuevo mejor amigo”, no saliera del poder.
Sus razones tendría CAP para esta última voluntad. CAP fue un presidente con medidas contradictorias. Tuvo algunas de gran estadista como la nacionalización de la industria petrolera pero permitiendo, a su vez, un porcentaje de inversión extranjera para su desarrollo, lo que produjo el gran auge de la misma.
La mantuvo ajena de la clase política y burocrática formando a una gran cantidad de profesionales petroleros de prestigio. No en vano, durante casi tres décadas, PDVSA fue el epicentro, junto con Petróleos Mexicanos y Petrobrás, del desarrollo de la industria en latinoamericana. Auge que duró casi 30 años hasta la llegada de nuestro “mejor nuevo amigo”.
El Gocho’, como le decían cariñosamente a CAP, se benefició durante su primer mandato del alza de los precios del petróleo (1973-1978), recursos que se invirtieron en el desarrollo de la infraestructura y la creación de sectores económicos estratégicos como el acero y el aluminio. También desarrolló la formación masiva de bachilleres venezolanos a través del Plan Mariscal Ayacucho.
La formación técnica se abandonó y eso permitió la emigración de técnicos del SENA hacia Venezuela, quienes eran muy valorados por su capacidad de trabajo. La emigración no solamente fue de colombianos. También lo fue de toda América Latina, principalmente de Argentina y Chile, cuyos emigrantes se ubicaron en las tierras llaneras y portuarias para su desarrollo económico.
Como gobernante, CAP generó a la población la sensación que Venezuela era el país más rico del mundo. El valor del trabajo, el resultado del trabajo, era bastante sencillo siempre y cuando fueras venezolano. La ganadería, la construcción, el turismo, los servicios y el comercio -cuya mano de obra en su gran mayoría fue colombiana-, vivieron su apogeo.
En su primer gobierno, las clases populares fueron las más beneficiadas. Las de Perdomo y Consuelo en Caracas; algo así como Ciudad Bolívar o el Codito o la comuna 13 de Medellín, pasaron a vivir en Cafetal, similar a Cedritos en Bogotá.
La calidad de vida de los venezolanos mejoró sustancialmente. Los ricos, obviamente, fueron más ricos, pero la plata alcanzaba para todos. Existía la sensación de que en Venezuela se vivía bien. Se hizo un gran esfuerzo por cerrar esa brecha de lo que hoy llaman inequidad social. El que no hizo plata en Venezuela durante el primer mandato de CAP era porque era flojo.
Puntilla: El cadete militar en formación tiene un código de honor. En 1974, CAP le entrega el sable al cadete Hugo Chávez Frías, nuestro “nuevo mejor amigo”, quien jura bandera y promete lealtad.
Enero 4 de 2011
* Analista Político, docente
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