EL MIEDO COMO ESTRATEGIA GLOBALISTA
2 años hace Ricardo Puentes MeloEl secreto del porqué Estados Unidos no ha sucumbido totalmente ante el Humanismo, es porque en millones de hogares, hogares que el globalismo no ha podido destruir, se sigue estudiando la verdad contenida en las Escrituras; la verdad que, al contrario de lo que piensan muchos escépticos, es la única que nos hará libres.
Y no hablo de idioteces santurronas, sino de realidades.
Por Ricardo Puentes Melo
Enero 7 de 2023
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com
Vi varios videos de lo que está sucediendo en el Valle de Cauca, Colombia, que es lo mismo que ha sucedido y está sucediendo en diversas partes del mundo: violencia sin igual, inseguridad, ausencia de justicia, corrupción, abandono de la ciudadanía, colectivos de justicia privada, etc.
El miedo es una de las armas y las estrategias del totalitarismo.
Por ello sacan criminales de las cárceles, les pagan para que, disfrazados de algún tipo de gestión de paz y reconciliación, sigan haciendo lo que saben hacer: cometer crímenes, expandir la sensación de desamparo de la ciudadanía. Sembrar el terror.
El miedo genera violencia, desesperación, crea delito, hambre. Con inseguridad, injusticia y hambre, es muy fácil que alguien se convierta en delincuente. Los diversos actos de violencia en toda Colombia, que se hicieron evidentes en las fiestas navideñas, con peleas a muerte de borrachos, etc., lo demuestra,
Los hechos de justicia por mano propia, el ejecutar delincuentes sin estar en inminente peligro ni haberlos sorprendido dentro del hogar o el negocio propios, no significa que “la sociedad está reaccionando”, ni “la derecha está despertando”; no, lo que sucede es que las personas están cayendo en el juego de la élite mafiosa que está convirtiendo a ciudadanos respetables en animales desesperados, sin compasión, que buscan por mano propia lo que el Estado debería proporcionarles por igual: justicia y seguridad. La justicia por mano propia, cuando no se está en situación de peligro y se necesite salvar la vida propia, la de la familia y la propiedad, no ayuda sino que contribuye al caos y al delito.
Los últimos gobiernos en Colombia usan el temor para presionar a la ciudadanía y justificar gastos excesivos de dineros que terminan en manos de los gobernantes, cambios en la constitución, medidas del congreso para facultar al presidente de herramientas para que haga lo que se le dé la gana, etc. Todo planeado con detalle y ejecutado con pinzas.
El gobierno de Gustavo Petro sabe que necesita implementar constitucionalmente el modelo socialista en Colombia, terminando el camino que Álvaro Uribe empezó a abrir, y que siguieron expandiendo los gobiernos de Juan Manuel Santos e Iván Duque. Petro sabe que no tiene mucho tiempo para hacerlo, y ha asestado golpe tras golpe a las libertades y derecho de los colombianos con la complicidad abierta de quien se erige como jefe de la “oposición patriótica”: Álvaro Uribe y su partido Centro Democrático.
Hace 4 años, un miembro de inteligencia del Ejército, infiltrado en el ELN, anunció lo que se venía: El paro nacional untado de terrorismo, asesinatos selectivos, presión de las ONG, academia, centros de pensamiento, etc., para un acuerdo de paz con el ELN. Todo para culminar en una Constituyente que blinde jurídica y definitivamente a las FARC y al ELN.
Lo siguiente será el desmembramiento del país donde cada región será una republica independiente para su mejor control por parte de los bandidos marxistas.
Yo publiqué el informe, que pueden leer acá. Y no me sorprendió en lo más mínimo cuando el agente de inteligencia me dijo que todo ese material estaba en poder de Uribe y Duque, y de los mandos militares, pero que a nadie le importaba.
La solución es vencer ese miedo. Y la única manera de vencerlo es sabiendo lo que sucede y difundirlo ampliamente
Las consecuencias de esta estrategia de miedo son, pues, esas.
En una charla privada que sostuve con algunos empresarios preocupados por el futuro del país, lo mencioné. Se acongojaron mucho porque la solución que di no era el golpe militar ni acudir en apoyo del Centro Democrático y los líderes de allí, o rodear al progresista Enrique Gómez Hurtado o algún otro nuevo mesías que Uribe designe.
Les dije: “La solución es vencer ese miedo. Y la única manera de vencerlo es sabiendo lo que sucede y difundirlo ampliamente. El miedo es atizado por el desconocimiento, la angustia de no saber lo que pasa, y eso se cura con conocimiento.”
Me dijeron que yo solo me centraba en atacar a Uribe y les respondí que no, pero que era importante conocer que Uribe, como socialista, no es la solución, y que, al contrario, ha sido el mayor instigador de esta debacle porque él secuestro a la derecha colombiana, la embruteció y la postró de rodillas para ser usada como escaño por criminales como Petro, cómplice de Uribe.
No les agradó mucho mi explicación. Pero es que no hay otra.
Tipos de respuesta al miedo. Solo hay tres, y cada persona escoge la suya.
La lucha, la huida, y la parálisis.
La lucha es loable y noble. Pero debe ir más allá de twitter y de marchas insulsas controladas por los mismos creadores del problema. No se trata de organizar un gran golpe de Estado buscando ayuda de potencias extranjeras o grupos de asalto espectaculares. Tampoco salir a las calles a destruir la propiedad pública.
Se debe empezar la lucha en nuestro vecindario, dando a conocer a nuestros vecinos y familiares lo que en realidad sucede. Aspirar políticamente a cargos locales, participar en juntas de vecinos para definir tipos de vigilancia, de seguridad comunitaria obligando a la policía a participar efectivamente y estando dispuestos a usar las armas constitucionales para defender el derecho a la vida y la propiedad.
Se debe escoger que tipo de lucha adelantar, ya sea de manera individual o colectiva, una vez la comunidad o el vecindario sepa la verdad de lo que está sucediendo.
Otras personas deciden escoger la huida. Y no es mala. Los ejemplos bíblicos de huidas, ordenadas por Dios, abundan. Cuando uno no puede enfrentar ciertas circunstancias, como persecución judicial y sicarial del gobierno, intentos gubernamentales para apartarnos de nuestros hijos u obligarlos a inocularse, etc. Es legítimo que una persona o una familia decida huir de su ciudad o su país si se siente en peligro real.
La lucha y la huida pueden ir de la mano. Una persona puede huir de su país y seguir un tipo de lucha desde el exterior para mejorar la situación de su país.
La inmovilidad o parálisis, es otra respuesta que, en realidad, es una falta de reacción. La disonancia cognitiva, el negarse a ver la realidad, el miedo o la depresión empujan al individuo a quedar inmóvil. Eso ocasiona vulnerabilidad frente al peligro, y es la respuesta que buscan los tiranos sobre el pueblo.
El miedo al ver la violencia callejera, los atracos, los asesinatos, la ausencia de justicia, la inflación desenfrenada, la complicidad de quienes deberían reaccionar, hace que muchas personas, la inmensa mayoría, queden petrificadas.
El miedo es alimentado por los medios de comunicación, con noticias terribles de pandemias, de peligros de meteoritos, de cambios climáticos. Todo esto genera la respuesta buscada: parálisis.
“Conocerán la verdad y la verdad los hará libres”, enseña Jesús. Y tiene toda la razón. En tiempos de su ministerio, el poderoso imperio romano ejercía poder en Judea y Galilea, donde contaba con la complicidad de los líderes religiosos, que se lucraban del miedo y la ignorancia de los judíos.
Jesús explicó qué era lo que sucedía, cómo funcionaba ese globalismo de la época, y cómo escapar a su influjo conociendo la verdad. La verdad los haría libres. Y no era esa falsa verdad santurrona que enseñaba la religión, y que todavía enseña, sino la explicación fáctica de los hechos, y cómo salirse del influjo globalista.
En mi charla con los empresarios les dije eso, que lo primero es estar conscientes de lo que sucede y por qué sucede, y luego difundir esa verdad o, en el caso de quienes tienen el dinero, patrocinar esa difusión.
Ese conocimiento de lo que está sucediendo, y el porqué, logrará que el miedo termine y, con ello, el poder de los tiranos sobre nosotros.
El secreto del porqué Estados Unidos no ha sucumbido totalmente ante el Humanismo, es porque en millones de hogares, hogares que el globalismo no ha podido destruir, se sigue estudiando la verdad contenida en las Escrituras; la verdad que, al contrario de lo que piensan muchos escépticos, es la única que nos hará libres.
Y no hablo de idioteces santurronas, sino de realidades.
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