LOS AGRICULTORES DE LAS FARC
El tema agrario preocupa al alto mando de las FARC, pero no por los campesinos, sino por las tierras que ocuparon violentamente, que en un genuino proceso de paz tendrían que devolver a sus legítimos dueños
Los agricultores de las FARC
El tema agrario preocupa al alto mando de las FARC, pero no por los campesinos, sino por las tierras que ocuparon violentamente, que en un genuino proceso de paz tendrían que devolver a sus legítimos dueños
Por Pedro Corzo
Noviembre 8 de 2014
Aproximaciones a la Agenda de La Habana es un profundo ensayo del analista antioqueño Horacio Puerta Calad, quien con sólidos argumentos rechaza que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se erijan en representantes de los campesinos de ese país y que el presidente Juan Manuel Santos los haya aceptado como tales.
Puerta Calad refuta con fundamentos que las FARC sean una organización pro campesina que busca resolver los problemas del agro nacional. Insiste que a los insurgentes solo les interesa controlar políticamente el país para imponer un modelo de gobierno fallido, cuyo único éxito estriba en su capacidad para conculcar los derechos fundamentales de los ciudadanos.
El ensayista expone que uno de los factores que determinó el fracaso de los gobiernos de corte soviético de Europa oriental, fue la imposición del colectivismo en la agricultura, por lo que no tiene sentido que si las FARC se auto reconocen marxistas, el presidente Santos haya aceptado como primer punto de la agenda el “problema agrario”, como si la organización fuera la representante del campesinado nacional.
El trabajo de Puerta motiva a la investigación. Averiguar quiénes son y han sido jefes de las FARC. Sí en realidad esta fuerza irregular vinculada al narcotráfico y con un prontuario de acciones terroristas, puede autoproclamarse representante de los campesinos, o si son enemigos de la democracia que han tomado como bandera las injusticias sociales para imponer un sistema que en vez de solucionarlas, las agudiza.
Pedro Antonio Marín, que procedía de las autodefensas campesinas liberales, fue, reseña Puerta Calad, a partir de la constitución de las FARC, el primero en demostrar que el objetivo del grupo insurgente no era una reforma agraria, sino “imponerle a Colombia un gobierno totalitario de extrema izquierda, tipo Cuba.”
Sobre la identidad campesina de las FARC es razonable tener grandes dudas. La mayoría de sus líderes son profesionales universitarios o citadinos. Guardan un gran parecido con los procesos insurreccionales que encarnaron las reivindicaciones de la clase trabajadora como bandera, cuando lo que hicieron al acceder al poder, fue imponer regímenes despóticos que junto a la miseria generada, degradó al individuo.
Por ejemplo, Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, jefe de las FARC tras la muerte de “Tirofijo”, provenía de una familia de la clase alta de Bogotá. Estudió antropología y fue dirigente del partido Comunista de Colombia.
Otra personalidad destacada de la guerrilla fue Luis Edgar Silva, alias Raúl Reyes. Concejal y miembros del Comité Central del Partido Comunista. Residió varios años en países del bloque soviético. Sus viajes a Europa durante las negociaciones de paz, que auspició el presidente Andrés Pastrana, le dieron mucha notoriedad, porque contrastaban con las acciones terroristas de quienes aseguraban defender a los campesino, mientras colocaba minas antipersonales donde los lugareños laboraban.
Pero veamos quienes dirigen en el presente las FARC y en consecuencia los diálogos en La Habana y siguen usando, como dice Puerta Calad, el tema agrario como bandera en su accionar violento.
Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenco”, máximo jefe de las FARC es médico cardiólogo que estudió en la Unión Soviética y se
especializó en cirugía en La Habana y recibió preparación militar en la Yugoslavia de Tito, sin dudas un coctel muy tóxico para cualquier proyecto democrático.
Otro constructor del futuro es Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez. Estudió derecho en la extinta Unión Soviética, mientras su colega Milton de Jesús Toncel Redondo, alias Joaquín Gómez, estudiaba ingeniera agrícola en el mismo país.
Un cuarto líder es el médico, Jaime Alberto Parra, alias Mauricio Jaramillo, quien atendía personalmente a Tirofijo. Este individuo inició sus estudios de medicina en Colombia, los terminó en Cuba y se especializó en la URSS.
Jorge Torres Victoria, alias Pablo Catatumbo, es otro dirigente de las FARC que viajó a Moscú para prepararse políticamente, está sindicado de ser el organizador de las rutas para distribuir la droga que maneja la guerrilla.
Otro miembro del secretariado de las FARC en sumarse a las conversaciones que se producen la capital cubana es Félix Antonio Muñoz Lazcano, alias Pastor Alape, el hombre que sustituyó en la dirigencia a Víctor Julio Suarez, alias el Mono Jojoy,posiblemente uno de los dirigentes de las FARC más preocupado por el desarrollo agrario de Colombia, ya que a su muerte, según la fiscalía de esa nación, había usurpado 17 predios rurales en el departamento de Caquetá evaluados en unos 10 millones de dólares, las propiedades eran administradas por testaferros que controlaba el latifundista Jojoy.
Evidentemente el tema agrario preocupa al alto mando de las FARC, pero no por los campesinos, sino por las tierras que ocuparon violentamente, que en un genuino proceso de paz tendrían que devolver a sus legítimos dueños.
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