COLOMBIA A LA DERIVA

El narcoterrorista Losada dijo que Santos les envió una carta en que los invitaba a iniciar conversaciones de paz sobre la base de que todo lo que leyó en la Plataforma Bolivariana de las Farc le parecía negociable y, por ese motivo, los capos que la dirigen aceptaron entrar en ese proceso

Santos oliendo marihuana

Colombia a la deriva

El narcoterrorista Losada dijo que Santos les envió una carta en que los invitaba a iniciar conversaciones de paz sobre la base de que todo lo que leyó en la Plataforma Bolivariana de las Farc le parecía negociable y,  por ese motivo, los capos que la dirigen aceptaron entrar en ese proceso

Jesús Vallejo Mejía
Jesús Vallejo Mejía

Por Jesús Vallejo Mejía

Junio 10 de 2015

Juan Manuel Santos suele jactarse de lo que aprendió en materia de navegación en la Escuela de Cadetes de la Marina en Cartagena. Pero como Presidente de Colombia ha hecho del nuestro, en estos últimos cinco años,   un país sin guía ni timón.

Lo recibió de manos de Álvaro Uribe Vélez con una subversión arrinconada, una economía boyante y una opinión pública congregada en torno de grandes propósitos nacionales, y lo tiene con una subversión en auge, una economía que amenaza ruina y una opinión tan dividida como desconcertada que está perdiendo aceleradamente la esperanza de una Colombia mejor.

A los gobernantes se los califica comparando lo recibido con lo entregado por ellos o, al  menos, apreciando la magnitud de los retos que les ha tocado afrontar y la manera como los respondieron.

Este último fue el caso de Enrique Olaya Herrera, que no pudo entregar en 1934 una Colombia mejor que la que que recibió en 1930, pues se le atravesó la tremenda crisis económica que puso en jaque por aquellas calendas a todo el mundo. Con todo, Alfonso López Michelsen dijo alguna vez que, para él, Olaya había sido el mejor gobernante colombiano del siglo XX, por el tino que demostró para manejar la crisis.

Las encuestas, no obstante la desinformación que suscita una Gran Prensa presionada o sobornada por la publicidad oficial que trata de magnificar los éxitos gubernamentales y de minimizar sus errores, son elocuentes sobre el rotundo fracaso de la gestión gubernamental de Santos.

Ya no es un chiste decir que Santos destortilló los famosos “tres huevitos” que su antecesor Uribe Vélez le encomendó que cuidara.

La inseguridad está hoy rampante, ha desaparecido la confianza inversionista y, sin la una ni la otra, resulta imposible profundizar en la cohesión social.

Un presupuesto ineludible de la viabilidad de esos tres propósitos es la austeridad fiscal, que permitiría la asignación eficiente de recursos para mantener el orden público, estimular el emprendimiento, mejorar la competitividad y, en últimas, atender las demandas de una población con altos índices de pobreza y necesidades insatisfechas en materia de inversión y gasto sociales.

Santos tiene a Colombia al garete
Santos tiene a Colombia al garete

Pues bien, el desgobierno “derrochón” de Santos ha desquiciado las finanzas públicas, poniéndonos al borde de una gravísima crisis fiscal de dimensiones solo comparables a las que padecimos hace medio siglo.

Leo hoy en la primera página de “El Colombiano” que la Andi, que ha sido hasta ahora tan complaciente con Santos, ya dice que el “Gobierno debe bajar sus gastos e impuestos”. (Vid. http://www.elcolombiano.com/negocios/economia/la-meta-del-gobierno-debe-ser-bajar-gastos-e-impuestos-andi-1-EA2103152).

No podría decir otra cosa, pues la semana pasada se dieron a conocer los amargos resultados del balance de las grandes empresas en el primer trimestre de este año, que exhiben bajas inusitadas que se imputan en buena medida a las cargas resultantes de la última reforma tributaria.

Registra también  también hoy “El Colombiano” la noticia de que “Mipymes arrastran cargas fijas del 75,4%” (Vid.http://www.elcolombiano.com/negocios/economia/grafico-1-IB2102028). O sea que el desmadre fiscal no solo hace que “lloren los ricos”, como lo advirtió con un chiste de mal gusto Santos hace algún tiempo, sino las clases medias, que son en últimas las que dinamizan la economía.

En síntesis, Colombia debe decirle adiós a la prosperidad que Santos le prometió. Si nos descuidamos, probablemente nuestro crecimiento en este año podría ser  de apenas el 2%, tal como lo advierte un informe de Merril Lynch que divulgó “La Hora de la Verdad” hace poco y es tema de un sesudo comentario de Hernán González Rodríguez que publicó “El Espectador” el 28 de mayo último.(Vid.http://www.elespectador.com/opinion/opiniones-de-merrill-lynch).

Dice González que “La primera causa para ML de esta dramática predicción proviene del déficit en cuenta corriente de Colombia en 2014, el 5,3% del PIB, uno de los mayores del mundo, el cual bien podría ascender al 6% en 2015”.

Hay que agregar que somos el país de América Latina cuyas exportaciones más han venido disminuyendo, después de Venezuela. Y es bien sabido que el nuestro es un mercado interno pobre que no garantiza el crecimiento de las empresas. Sin buenas perspectivas en el mercado externo, no podremos atraer inversión extranjera directa, que según González ha caído un 12%.

La garrulería de Santos lo lleva a hacerse lenguas sobre la obra social que adelanta su gobierno, pero es bien sabido que si en algo es ineficiente el gasto es esta área, pues en buena medida su destino no es mejorar la suerte de los desamparados, sino alimentar a través de la “mermelada” la corrupción política.

Ninguna tragedia parece importarle a Santos
Ninguna tragedia parece importarle a Santos

¿Cómo podría estimularse la confianza inversionista cuando Santos, en otro arranque de locuacidad, sale a  proclamar que “Gobierno y Farc buscamos lo mismo para el campo”? (Vid. http://www.elheraldo.co/politica/gobierno-y-farc-buscamos-lo-mismo-para-el-campo-santos-198362).

Con esta pasmosa declaración Santos destapa sus cartas.

Hace poco dijo el narcoterrorista Losada que Santos les envió una carta en que los invitaba a iniciar conversaciones de paz sobre la base de que todo lo que leyó en la Plataforma Bolivariana de las Farc le parecía negociable y,  por ese motivo, los capos que la dirigen aceptaron entrar en ese proceso.

Lo de Losada confirma la versión que recogí en un escrito que publiqué el 14 de febrero de 2014 con el título de “Se descorre el velo de la traición” (http://jesusvallejo.blogspot.com/2014/02/se-descorre-el-velo-de-la-traicion.html). Ahí cité el texto de una circular del Secretariado de las Farc para sus frentes, en cuyo numeral 1 se dejó constancia de lo siguiente:

“El 7 de septiembre de 2010 el presidente Santos mandó razón que quería conversar con nosotros porque pretendía hacer la paz. Plantea que las razones de las Farc son ciertas y valederas pero no comparte los métodos”.

Dadas las afirmaciones de Losada, la senadora Paola Holguín, en ejercicio del derecho de petición, le solicitó a la Presidencia copia de la carta de Santos a las Farc. La Presidencia no le respondió, sino que irregularmente dio traslado de la solicitud a la oficina del Alto Comisionado para la Paz, la cual manifestó que en su poder no reposaba ese documento, pero que, de existir el mismo, no se lo podría dar a conocer por su carácter secreto.

Con lo que afirmó en Cereté, Santos corroboró el dicho de Losada y le dio respuesta implícita a la senadora Holguín: él y las Farc están de acuerdo en el diagnóstico y las soluciones que estas últimas proponen para el manejo del campo.

Luis Antonio Losada y Santrich
Luis Antonio Losada y Santrich

Ello coincide, además, con lo que ya Santos les había dicho a unos empresarios hace algún tiempo en el sentido de que, como las Farc llevaban medio siglo luchando por el campo, era menester entregárselos en aras de la paz. A este pronunciamiento hice referencia en un artículo reciente que titulé “Entre copa y copa”(Vid.http://jesusvallejo.blogspot.com/2015/05/entre-copa-y-copa.html).

¿Qué significa que haya coincidencia de Santos con las Farc en lo que toca con el campo? ¿Qué podría seguirse de esa afirmación?

Lo que veo claro es que Santos parece no saber hacia dónde va. Y si lo sabe, es un endemoniado, como lo dijo hoy un oyente de  “La Hora de la Verdad”, pues lleva la nave de Colombia hacia algo similar al espantoso Triángulo de las Bermudas.Podríamos compararlo con el aviador alemán que hace poco estrelló a propósito su aeronave en los Alpes.

Coda:

Manifiesto mi solidaridad con Ricardo Puentes Melo, quien ha tomado el camino del exilio por obra de la persecución judicial.(Vid.https://www.periodismosinfronteras.org/un-periodista-forzado-al-exilio.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Periodismosinfronterascom+%28PeriodismosinFronteras.com%29).

Cada vez cobra mayor verosimilitud la premonición que ha hecho la senadora Thania Vega sobre el riesgo de desaparición de nuestras libertades.(Vid.http://www.thaniavega.co/blog/el-riesgo-que-tenemos-hoy-en-colombia-es-perder-nuestra-libertad-h-s-thania-vega-de-plazas-en-boyaca/).

¡COLOMBIA, DESPIERTA ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE!

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