CÓMO EL ESTADO SE BENEFICIA DE LA INDUSTRIA DEL CRIMEN

En primer lugar, el Estado es el jugador más fuerte, el más abarcador. A diferencia de las empresas o de las organizaciones privadas, el Estado tiene de su lado la totalidad de la autoridad. Todos sus decretos son absolutos

Mujeres afganas

Cómo el Estado se beneficia de la industria del crimen: sexo, drogas y esclavitud

En primer lugar, el Estado es el jugador más fuerte, el más abarcador. A diferencia de las empresas o de las organizaciones privadas, el Estado tiene de su lado la totalidad de la autoridad. Todos sus decretos son absolutos

Kitty Sanders
Kitty Sanders

Por Kitty Sanders

Noviembre 12 de 2015

Durante los últimos ocho años – de 2008 a 2015 – he investigado temas repulsivos tales como la trata de personas, la inmigración ilegal en países en desarrollo, la prostitución y mucho más. Esto fue posible a través de la recopilación de material para mi próximo libro “Carne” que será publicado el año próximo. El título del libro es una referencia a una película con el mismo nombre, protagonizada por Isabel Sarli y producida por ese prominente argentino Armando Bo. Al principio pensé en escribir una serie de artículos sobre estos temas, pero a medida que el material acumulado y mi entendimiento fueron profundizándose, me fui inclinando hacia la decisión de escribir este libro.

Lo que finalmente me llevó a escribir el libro y no los artículos fue lo siguiente: ningún país de los que he visitado o investigado ha sido capaz de resolver esos problemas. El mundo criminal de la trata de personas, el tráfico de drogas, la industria adulta y la inmigración ilegal sigue siendo un gran problema ahora como siempre lo ha sido. He aquí por qué.

Si la prostitución y la industria adulta están prohibidas, ya sea por la criminalización de las mujeres o de sus clientes (como en los países islámicos, e incluso en algunos europeos) un enorme mercado negro surge inevitablemente. Dicho mercado negro alimenta a los proxenetas, a los burócratas locales y a la policía; todas estas “buenas personas” crean una red de negocios criminal y corrupta a la sombra del estado, pero al mismo tiempo están vinculados a él. En los países islámicos hay problemas adicionales como la legalidad del comercio de esclavos (ejemplo en ISIS), o la “normalidad” en la violación de las mujeres inmigrantes ilegales en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Otro factor importante es la posición privilegiada que los hombres tienen con respecto a las mujeres: los primeros son considerados el doble de valiosos por la ley y los tribunales, aun cuando la mujer en cuestión es una ciudadana de la tierra.

Feministas ucranianas protestan contra la prostitución
Feministas ucranianas protestan contra la prostitución

Si, por el contrario, la prostitución es legal o descriminalizada, como en Ucrania, la situación, por desgracia, no es mucho mejor. Las chicas, en lugar de ser perseguidas por el estado, son acosadas por la policía; formalmente esto se hace en privado, pero en realidad el Estado siempre respalda a sus fuerzas de seguridad. En los países donde la industria relacionada con el sexo es aparentemente legal, el mercado negro sirve a las mujeres inmigrantes ilegales y a las que quieren ganar dinero de esa manera, pero sin que nadie sepa sobre su profesión. Peor aún, este sector de la economía sumergida rápidamente se enreda con los otros sectores, como el tráfico de drogas, la inmigración ilegal e incluso el contrabando de animales exóticos. (Me he encontrado con esto último varias veces y puedo dar fe de su importancia marginal). El resultado es una vasta y rápidamente creciente estructura en la sombra que es controlada por los mismos burócratas, pero por abajo de la mesa. Las mujeres que optan por trabajar en la industria adulta aparentemente legal, muy frecuentemente terminan dependiendo de los mismos proxenetas, excepto que éstos ahora se hacen llamar “sindicatos de trabajadores sexuales”. Estos sindicatos están constantemente en guerra entre ellos y también internamente; cualquiera que se oponga a ellos pone en peligro su vida, como por ejemplo, el asesinato de Sandra Cabrera en Rosario, Argentina. Sandra Cabrera trató de oponerse a ellos recurriendo a los medios de comunicación y al sistema legal, hasta que finalmente recibió un disparo en plena luz del día.

Consideremos ahora la afirmación de que la prostitución forma parte de una sociedad capitalista, y que sólo en dicha sociedad pueden crecer la industria adulta y los mercados criminales. Esto es lo que yo llamaría una “verdad ilusoria”, provocada por una comprensión superficial y muy poco profunda del papel del estado, del funcionamiento del mercado y de los procesos que tienen lugar durante el período de transición de una economía planificada (socialista) a una economía basada en el mercado (capitalista).

Analizando los motivos de quejas contra el proceso de privatización en los países post-comunistas, Simeon Djankov dice en su “Gran Renacimiento”: “…los líderes de las bandas que se habían enriquecido con la prostitución, el tráfico de drogas, el tráfico de armas, el robo de automóviles y la protección extorsiva se hicieron ricos y “legales” mediante el lavado de dinero a través de la privatización” *. De hecho, es la corrupción de los estados socialistas y el dominio de la policía secreta (cuyo negocio paralelo era organizar y tomar el control de la comunidad criminal, que incluye – pero no se limita – a las drogas y la trata de personas) lo que hizo que lo anterior sea posible. A un ciudadano normal, sin embargo, le sería difícil ver esto porque es más probable que use su corazón, no su cerebro, para anhelar con nostalgia los “buenos viejos tiempos”, y culpar a la economía libre que sustituyó su preciosa “estabilidad”.

En Moscú pululan los clubes nocturnos
En Moscú pululan los clubes nocturnos

En la prostitución, la situación es bastante similar. Con la caída de la Unión Soviética muchas mujeres rusas fueron arrastradas a esta profesión, lo cual creó una especie de asociación cognitiva errónea entre dos nociones: el crecimiento de la prostitución y la liberación de la economía. Sin embargo, décadas antes de que eso sucediera, Ludwig von Mises escribió lo siguiente: “La prostitución es, posiblemente, uno de los más antiguos artilugios humanos. Por lo tanto, no sería erróneo sugerir que es el legado de una era oscura y tribal, más que un producto de una era iluminada. (…) La economía de propiedad privada no tiene nada que ver con este fenómeno. (…) Los temas relacionados con el sexo están arraigados en la superstición. Por lo tanto, cuando estudiamos la relación, si la hay, entre la prostitución y la propiedad privada, debemos ser muy estrictos en nuestras definiciones y aclararlas al máximo. No se puede analizar algo tan complejo como la sociedad o la economía en términos de algún paraíso perdido, de fantasmas o de ilusiones” **. La puritana cultura totalitaria controlada por el estado empezó a desmoronarse incluso antes de la caída de la URSS. Los productores de cine, los periodistas y los escritores gradualmente dejaron de glorificar el sistema y de ensalzar sus éxitos; y algunas verdades crudas acerca de la prostitución, las organizaciones informales, los problemas de los jóvenes y de las drogas, comenzaron a filtrarse en la conciencia de las masas. El sistema, que escondió con éxito estas cuestiones detrás del seudo-paraíso del socialismo, ya no era lo suficientemente fuerte para mantener tal situación. En otras palabras, los problemas estaban allí, pero la dura censura soviética no permitía que salieran a la luz.

Siempre que se habla de forzar a las mujeres a ejercer la prostitución, si los medios utilizados son físicos (violencia) o indirectos (coerción económica o bloqueo de otras formas de ganarse la vida), el primer sospechoso debe ser siempre el estado.

En primer lugar, el Estado es el jugador más fuerte, el más abarcador. A diferencia de las empresas o de las organizaciones privadas, el estado tiene de su lado la totalidad de la autoridad. Todos sus decretos son absolutos, puede imponer su voluntad sobre cualquiera. Puede desmantelar organizaciones y mandar empresarios a la cárcel o fuera del país; mientras que ningún empresario privado u organización independiente puede disolver el gobierno o meterlo en la cárcel. En segundo lugar puede regular el mercado, creando torpemente desempleo o manipulando sigilosamente la economía de tal manera que no hay otra alternativa para un trabajador honesto que la de ser totalmente dependiente de las dádivas estatales. Por último, cualquier estado, por su propia naturaleza e inclinación, se esfuerza por lograr el monopolio en todas y cada una de las áreas en las que se le permite penetrar. Una de las formas más simples de hacer esto es mediante la nacionalización directa, o de la restricción de toda competencia para entrar en su campo de acción. Una vez que tiene el monopolio del área en cuestión, el estado puede darle forma a su inepto y torpe gusto.

Es preocupante la esclavitud sexual y la prostitución infantil en Afganistán
Es preocupante la esclavitud sexual y la prostitución infantil en Afganistán

Además de monopolizar el mercado el estado crea diversas estructuras criminales y, a través de ellas, logra mecanismos mucho más eficaces de control que resultan en mayores beneficios. He aquí algunos ejemplos. Comprar un arma de fuego para uso personal en el siglo XIX era un procedimiento simple y directo en todo el mundo civilizado. Hoy en día casi no hay países donde uno puede simplemente entrar en una tienda y comprar un arma. Por otro lado, hay un vasto mercado negro de armas de fuego. En el siglo XIX y principios del siglo XX uno podía entrar en una farmacia o una droguería y comprar cocaína u opio en el mostrador, también la marihuana estaba difundida y disponible. La histeria de la preocupación por las drogas de la segunda mitad del siglo XX dio lugar a la aparición de un enorme mercado negro del tráfico de drogas, de organizaciones terroristas que se benefician del mismo, de vastas y obviamente ineficientes organizaciones estatales (burócratas, servicios secretos, etc.) que se benefician con su existencia. ¿Cómo es que ocurrió esto? Para responder a esto hazte a ti mismo la siguiente adivinanza: ¿cómo es que un kilo de heroína cuesta US$ 1.000 en Afganistán, el doble de esa cantidad en la frontera entre Tayikistán y Afganistán, 70 veces esa cantidad en Rusia y US$ 100.000 en Europa occidental? La respuesta a ambas preguntas es simple: la criminalización de la heroína. La heroína no está disponible en el mercado legal, lo cual obliga a las personas que la quieren comprar a pagar cualquier cifra de dinero por una dosis.

Declarar ilegal algo es una gran manera de inflar su precio. Ningún estado u organización patrocinada por el estado dejaría de beneficiarse de ello. Y sólo el estado tiene la capacidad de aprobar leyes que declaran cosas legales o ilegales. La prostitución puede ser un negocio muy lucrativo y por lo tanto bastante atractivo para el Estado. Al principio, había sido nacionalizada y fusionada con la religión oficial.  Con el avance del cristianismo la religión se volvió cada vez más estricta y unificada; y la prostitución, vilipendiada por el cristianismo, fue prohibida. Esto, fíjense bien, no es en absoluto lo mismo que decir que desapareció. Los beneficios estatales en realidad aumentaron como resultado. Por un lado una vasta red de prostíbulos clandestinos se extendió por toda Europa. Por el otro, las mujeres presas paganas fueron forzadas a la esclavitud sexual. La burocracia estatal y la policía crecieron y se enriquecieron con los sobornos.

El tiempo pasó y en nuestra moderna y humanitaria era otros métodos menos conspicuos son requeridos. El estado cambió sus métodos y reemplazó su hostilidad manifiesta por un más sutil disgusto. Una prostituta ya no es considerada sub humana, eso no. Sin embargo ella es considerada incorrecta. La cuestión entera es discutida, pero muy raramente y de mala gana. Como resultado, nada realmente ha cambiado: la prostitución en su conjunto se mantiene bajo un control indirecto de las autoridades, y nadie quiere tocar el tema ni con un palo de 5 metros.

Cuando llegué a este punto en mi análisis, me di cuenta de otra cosa. La industria para adultos seguirá siendo un problema durante el tiempo en que el estado exista, e intente controlar la economía y, lo más importante, la mente humana. Puede cambiar sus tácticas, pero el objetivo sigue siendo el mismo: el estrangulamiento del mercado libre y la construcción de sus propios monopolios. Asimismo, seguirá marginando a distintas clases o estratos de la sociedad: ya sea que éstos se llamen “los enemigos de clase”, “la burguesía”, “judíos”, “infieles”, “las mujeres caídas” o lo que sea, la existencia misma del estado exige la existencia de guetos interiores contra los cuales la población como conjunto pueda movilizarse. Y va a utilizar este proceso una y otra vez para convencer a sus ciudadanos de la absoluta necesidad de un control total del estado sobre tantos aspectos de la vida como sea posible.

* “The Great Rebirth: Lessons from the Victory of Captialism over Communism”; Institute for International Economics,U.S. (October 29, 2014)
** “Individo, mercato e Stao di diritto”; Dario Antiseri, Massimo Baldini eds., Rubbettino. 1998

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