El “ÉXTASIS” DE LA MINISTRA
Señora ministra Correa: le aconsejo que se dirija a Montería para que mire cómo quedaron esas dos jóvenes por el libre consumo de éxtasis que usted quiere legalizar
El éxtasis de la ministra
Por Rafael Gómez Martínez
Marzo 01 de 2013
En Montería está de moda la siguiente actividad: Al mejor estilo de la película Rápido y furioso, las bellas y jóvenes mujeres monterianas toman en alquiler un rhino, un carrito automático similar a los carritos de golf. Hacia la medianoche en medio de la parranda vallenata y el “rapeo”, sube el ambiente donde se consume toda clase de sustancias: alcohol, drogas, éxtasis, pepas, marihuana y, obviamente, cocaína. ¿Quién las distribuye?
Todo iba bien, hasta cuando el 16 de febrero dos jóvenes y bellas monterianas sufrieron un accidente. Las jóvenes conducían en estado de embriaguez y demás. Como dicen en Montería: se “desmondingaron” no contra una, sino tres Toyotas que se encontraban en la competencia. Una de las jóvenes se encuentra en coma inducido, la otra quedó desconfigurada de por vida.
En un colegio de Bogotá, unas alumnas de octavo y de noveno grado consumieron unas pepas. Con tan mala fortuna que una de ellas sufre un desmayo y por poco se va para el otro lado. Con el agravante de que las pepas las compraron a una cuadra del Centro Andino en Bogotá.
En otro colegio de Bogotá de estrato 28, las autoridades académicas realizaron lo que en la Escuela Militar de Cadetes llaman una “raquetiada” a los estudiantes. Con perros policía y todo llegan de sorpresa a los salones y, ¡oh! sorpresa: lo que encontraron fue que sus alumnos estaban armados hasta los dientes y con todo el cargamento de éxtasis.
Mientras la opinión pública sigue debatiendo en torno de la dosis mínima, el microtráfico en las ciudades está disparado. El consumo de marihuana en los parques se desbordó. El consumo de pepas entre los jóvenes se encuentra en su punto más alto. Películas como Rápido y furioso no ayudan para nada.
El nuevo Estatuto Nacional de Drogas que propone el Gobierno socialista de Santos a través de la señora ministra de Justicia, Dra. Ruth Stella Correa, pretende endurecer y flexibilizar algunas normas del Código Penal.
De entrada, el estatuto no es coherente, ni consistente. Parece un chicle. Lo acortan o lo alargan dependiendo de la duración de su
sabor. Dentro de las perlas, encontré la siguiente: “El consumo de sustancias psicoactivas no será objeto de sanción penal”.
Señora ministra Correa: le aconsejo que se dirija a Montería para que mire cómo quedaron esas dos jóvenes por el libre consumo de éxtasis que usted quiere legalizar. El consumo de drogas solamente los llevará al hospital, a la cárcel o a la muerte.
Puntilla. Mano dura con los caficultores, corazón blando con los terroristas. ¡Qué! tristeza, señor Santos. El presidente de la FNC debería renunciar, por la misma razón que el Papa. Y el Dr. Restrepo, también. Al mejor estilo de Mamatoco: ¿Quién mató a AGH? La cornada mortal para Santos terminó siendo el paro cafetero. Vamos divinamente.
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