FRENTE A UNA GRAN DECEPCIÓN
Echandía, el ciudadano de a pie, decía que Colombia es un país “venticuatrero”. Algo similar a los senadores del Partido de la U, que se reúnen con Uribe y al día siguiente le dan la espalda
FRENTE A UNA GRAN DECEPCIÓN
Por Rafael Gómez Martínez
En los toros se utiliza la expresión: “corrida de gran expectación, corrida de gran decepción”. Pues bien. Con el gobierno Santos Chamberlain Fouché y su gran combo de amigos me sucede lo mismo. El toro, que se suponía era de casta y noble, se fue para las tablas. Se rajó. Pareciera, a su vez, que el torero fuera malqueriente con los colombianos que confiamos en él. Y con el ex presidente Uribe.
Un año después, la situación es crítica. La inseguridad; el combo de los mejores amigos; el deterioro en nivel económico y social por el invierno está causando una tragedia de incalculables proporciones.
En Bogotá, los “capuchos”, menores de edad, de las universidades públicas hacen lo que les da la gana. Y a nadie le importa. Ni siquiera a Angelino. ¡Qué tal esos centros de pensamiento! Se dice que Tarcisio Mora será el alcalde en transición. Que mi Dios nos perdone. Se lanzó William Vinasco Ché y Gina Parody. El gallo tapado para Bogotá era la hermosa Maria Fernanda Campo. Lástima. Mauricio Vargas le hace el cajón a Luna y a Galán.
La ley de víctimas y de tierras más el reconocimiento al conflicto armado tendrá sus efectos que ya se están viendo en el Urabá, en Sucre y en Córdoba. Nada de raro tiene que se impulse con toda agresividad un reconocimiento político a las Farc y un acuerdo humanitario impulsado por la dama de blanco desde Caracas.
Las FF.MM. al cadalso, con Rivera haciendo las de Kerensky. Ahora salió a la palestra el tema del DIH. ¿El entonces ministro Santos preguntó por el DIH y el conflicto armado cuando bombardeó el campamento de Raúl Reyes? Asesinan a quemarropa a un candidato del Partido Conservador en Santander pero a nadie le importa. Ni siquiera a Germán.
La canciller Madame Holguín Butterfly dice que por favor pasemos la página. Revel comentaría al respecto que: “lo peor de la política internacional es cuando cae en la amnesia tranquila contra las lecciones evidentes del pasado. Lo que conlleva a la repetición de los errores ya cometidos”.
La bella María Emma, quien al parecer ya se dejó encandilar por la bestia, no le ha preguntado sobre la plantica de energía nuclear en manos de los iraníes. Porque ese tema no nos une. Se le recomienda para uno de esos viajes: Cómo se terminan las democracias, de Jean François Revel.
Finalmente, Echandía, el ciudadano de a pie, decía que Colombia es un país “venticuatrero”. Algo similar a los senadores del Partido de la U, que se reúnen con Uribe y al día siguiente le dan la espalda.
Al torero y a su cuadrilla los van a coger por el pitón izquierdo. Y bien feo.
Pero, tranquilos, vamos muy bien.
Puntilla. Bienvenidos al socialismo illuminatti del siglo XXI. Baltasar de gira por Latinoamérica. Buscando a los republicanos del 36.
Mayo 20 de 2011
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