HACIA LA INSTAURACIÓN DEL TOTALITARISMO MARXISTA EN COLOMBIA
No nos dejemos engañar cuando los marxistas de cualquier secta hablan de democratización. Para ellos, la democracia es la dictadura totalitaria de su respectivo partido y la anulación total de cualquier oposición
Hacia la instauración del totalitarismo marxista en Colombia
Por Carlos Romero Sánchez
16 de septiembre 2013
En Colombia, desde hace años atrás -en especial en épocas de “acercamientos” con bandas terroristas marxistas y no con sus partidos- comenzó a tomar fuerza una curiosa leyenda urbana: las FARC están engañando a los colombianos. Sus más fervientes divulgadores pregonan que las FARC -lastimosamente dejan de lado al partido que las creo- no dicen al pueblo colombiano cuáles son sus verdaderos objetivos. Los altavoces de dicha leyenda pululan en las redes sociales y aparecen en los diversos programas de opinión hablando acerca de los “diálogos”, “conversaciones” o “negociaciones” de paz. Con la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente lanzada con fuerza en los últimos días desde la isla-laogai por la banda narcomarxista ha vuelto a surgir el tan mentado engaño de las FARC. ¿Es la Asamblea Nacional Constituyente una propuesta que los comunistas sacaron a última hora del cubilete y que hasta ahora había sido expuesta a los colombianos?
Desde el inició de la colaboración del gobierno Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Partido Comunista Colombiano, FARC-PCC –los llamo así no porque las FARC sean algo diferente del PCC, sino porque esa banda es parte constitutiva de ese partido marxista, su brazo armado, y no son dos grupos distintos como lo ha instaurado la izquierda y la misma cúpula del PCC- reiniciaron con la idea de imponer una Asamblea Nacional Constituyente.
Cuando fue pactado el “acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera” el 26 de agosto de 2012 -con las firmas de representantes del Gobierno de Colombia; de representantes de una de las filiales del Foro de Sao Paulo en Colombia, las FARC-PCC; del Gobierno de Noruega y de la dictadura comunista de los Castro- las partes acordaron los “mecanismos de refrendación de los acuerdos”. Aunque no quedaron explícitos, pronto los voceros comunistas lanzarían, de nuevo, cuales iban a ser los mecanismos –ojo, utilizan el plural- para refrendar los “acuerdos”. No olvidemos, la palabra refrendar es importante.
Con el comienzo de la colaboración del Gobierno Santos con el totalitarismo marxista, las FARC-PCC divulgaron en sus diversas páginas web unos pequeños escritos que titularon “Reflexiones sobre la agenda de La Habana”. Uno de ellos, el número ocho, publicado el 15 de enero de 2013, asevera que los aportes que llegan a la “mesa de Conversaciones” proceden de diversa vías “las cuales deberán ser ampliadas para garantizar la más activa participación y decisión de la población colombiana, pues insistimos en que es el soberano quien deberá darle dinámica, construcción y legitimidad al proceso de paz hasta llegar a un acuerdo sensato, de beneficio nacional, que deberá ser refrendado por una Asamblea Nacional Constituyente” (1). Al momento, el presidente Santos objetó que los acuerdos fueran refrendados en una Constituyente. Su ministro de Interior, Fernando Carrillo, avaló lo dicho por Santos y afirmó que un “referendo aprobatorio” o una “consulta popular” serían los mecanismos para refrendar los acuerdos.
Con la negativa presidencial las FARC-PCC replicaron en la siguiente “reflexión”, la número nueve. Publicada el 18 de enero de 2013 reiteraron
la necesidad de una Constituyente: “Dice Juan Manuel Santos que por nada del mundo habrá constituyente. Por fin se acordó del sexto punto de la Agenda, el que quieren desconocer junto con la introducción. Lo pactado es encontrar entre las partes mecanismos de refrendación, sin olvidar la soberanía popular. Una constituyente es perfecta para ello. ¿Por qué la niega el presidente Santos? Y coincidimos, hace parte de la discusión” (2). Y desde La Habana en una rueda de prensa celebrada a finales de enero de 2013 Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, insistió que el “único camino a la paz es una asamblea constituyente pese a lo que dice el Gobierno”.
En su momento esas menciones a una Asamblea Constituyente no generaron mucha controversia y pasaron desapercibidas. Pero ¿estos han sido los únicos llamados de las FARC-PCC acerca de una Asamblea Nacional Constituyente? En Junio de 1989 la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, CGSB, la cual era manejada por el PCC-FARC e incluía a diversas bandas terroristas marxistas, sacaron a la luz pública un comunicado acerca de las conclusiones que habían llegado en su cuarta “cumbre”. En dicho documento la CGSB emplazaba a la realización de una Asamblea Nacional Constituyente. El grupo criminal que ganaría con esa Asamblea sería el M-19.
Desde otras “formas de lucha” se ha venido gesticulando sobre la presunta necesidad de una nueva Asamblea Nacional Constituyente. En el año de 1999 Carlos Lozano Guillén, director del órgano de propaganda del PCC-FARC, Voz, y miembro del comité central de ese partido, publica el libro ¿Cómo hacer la paz?, reflexiones desde una posición de izquierda. Ese libro trae aspectos interesantes. Nos recuerda Carlos Lozano que en 1980 el XIII congreso del PCC concluyó que la solución al “conflicto interno” es la “salida política” o, lo que otros llaman, la “solución política al conflicto”. Esas mismas palabras las utilizan con frecuencia los cabecillas de las FARC. También nos dice Lozano que para los comunistas el diálogo es una forma lucha para alcanzar la paz o poner fin al “conflicto armado”.
Para ellos, terminar con el conflicto o alcanzar la paz es “acabar con las causas que lo generaron”, es “la solución de los problemas que han generado la confrontación”, y sólo así comenzará “la paz estable y duradera” (3). Eso es nada menos que la explicación marxista de que hay unas causas objetivas que generan la pobreza y que al no ser solucionadas la violencia pasa hacer el sucedáneo para reclamar esas soluciones. Dicha explicación ideológica es el sustento moral con que se han justificados los crímenes de las diversas bandas terroristas marxistas, para luego ser presentadas como acciones heroicas. De igual manera, ha sido el sustento con que nuestros partidos marxistas han disculpado los crímenes de los regímenes comunistas y de sus máximos dictadores como Stalin, Lenin, Castro, Mao y Pol Pot entre otros. No obstante, lo que nos dice Lozano Guillén desmonta la pretendida falta de ideología de las FARC-PCC pues es pertinente recordar, aunque les disguste a muchos izquierdistas, que ese grupo terrorista es marxista. No olvidemos: sin el terrorismo es imposible la praxis del marxismo.
Otro aspecto bastante relevante del libro de Lozano de 1999 es el pedido de una Asamblea Nacional Constituyente. En una de sus páginas escribe que la “agenda común” acordada en San Vicente del Caguán para ir hacia una “nueva Colombia” deja “abierta la posibilidad de encontrar el mejor procedimiento para elevar los acuerdos a normas institucionales mediante un mecanismo de consenso como la Asamblea Nacional Constituyente”.
Parecería que las FARC-PCC estarían fincadas solamente en la Asamblea Nacional Constituyente. Dejemos que sean los mismos comunistas-terroristas quienes nos resuelvan el enigma. En el 2001 y 2006 fueron publicados dos libros. El primero: FARC, el país que proponemos construir y el segundo: ¿Guerra o paz en Colombia? Cincuenta años de un conflicto sin soluciones, que es una ampliación del libro de 1999. Veamos el primero: enmarcado dentro del fallido proceso de colaboración del Gobierno Pastrana con las FARC-PCC en el Caguán, Carlos Lozano no se presenta como el autor del libro sino como un analista creyendo que con eso hace una separación entre el PCC y las FARC; no obstante, con el correr de las páginas, tanto Lozano como las FARC se van fundiendo en uno solo.
En el capítulo quinto intitulado “la solución política” –como concluyó el XIII congreso del PCC- dice lo siguiente: “La Asamblea Nacional Constituyente es el punto de llegada del proceso de paz. A ésta se someterán los acuerdos de paz logrados y derivados de la discusión de la ‘Agenda Común’”. Y prosigue: “Aunque es preferible la Constituyente y es la que se le hace más énfasis en el informe [de la comisión de Notables], se da la opción del referendo como una alternativa válida si así lo prefieren las partes”. Interesante, las FARC-PCC no descartan el referendo. Empero, insisten que “la paz”, como los comunistas la conciben, pasa “por una Constituyente ampliamente democrática y representativa de la nación, que refrende los acuerdos firmados en la Mesa de Diálogo y Negociación”. E invitan a “todos los sectores de la nación a jugársela toda por ella [la Constituyente]”. (Cursiva mía).
El libro también incluye la “recomendación de la comisión de notables a la mesa de diálogo y negociación”. Compuesta por Carlos Lozano Guillén, Vladimiro Naranjo y Alberto Pinzón Sánchez, en el punto cuatro “recomiendan” que el Gobierno Nacional se comprometa a impulsar una Asamblea Nacional Constituyente. En el punto cinco “recomiendan” que la “Mesa [de negociación] estudie la posibilidad de optar por la alternativa de convocar la Asamblea Constituyente o la de convocar, en su defecto, un referendo popular”. Y persisten en el punto nueve que “se entienda el acto de convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente o, si es el caso, el del referendo, como la culminación del actual proceso de diálogo y negociación”. El PCC-FARC no desecha el referendo. Tampoco JM Santos: lo prefiere.
Pero sigamos leyendo para que otros menesteres sirve la Constituyente y/o el referendo pro totalitario: “A la Constituyente se llegara con un acuerdo de paz, por eso se recomienda que en ese momento las FARC depongan las armas (no entregarlas no desmovilizarse, eso debe quedar claro), que es el compromiso de no usarlas”. Al respecto “los notables” en el punto doce “recomiendan” que “en el entendido de que la convocatoria a la Asamblea Constituyente, o al referendo si se opta por esta vía, significan –como se señala en el punto 9 de este documento- la culminación del proceso de diálogo y negociación, una vez acordada aquella e iniciado el proceso para su conformación, las FARC-EP depongan las armas”. Además de insistir en la Constituyente renuevan sus votos por el referendo. Por otra parte, por enésima vez, las FARC-PCC nos dicen que no se desmovilizarán, ni entregarán armas, sino que no van a “usarlas”. Eso es lo que ahora han llamado la “dejación de armas”. Ya volveremos sobre ese punto.
Un antiguo pistolero de las FARC-PCC también alza su voz a favor de una Constituyente o un referendo. En el libro Qué, cómo y cuándo negociar con las Farc del 2008, Alfredo Rangel, Yezid Arteta, Carlos Lozano y Medófilo Medina, cada uno con un escrito, disertan sobre las “negociaciones de paz”. Yezid Arteta Dávila, alias ‘Joaquín Posada’, ex cabecilla del frente 29 de las FARC, quien hoy está en España y es un incondicional del teórico marxista Antonio Gramsci, escribe: una “Asamblea Nacional Constituyente, como proponen las Farc y otros sectores políticos, no es una idea descabellada; por el contrario, es el camino para llegar a un pacto social que requeriría, para su legitimidad, la confirmación de la ciudadanía a través de una consulta o referéndum”.
El 2 de febrero de 2013 otro amigo de las FARC-PCC y en su momento del M-19, Álvaro Leyva Durán, escribió para el diario El Tiempo un especial acerca de las “conversaciones” de paz entre Santos y los comunistas. Publicado en la página 26, al poco tiempo que alias ‘Jesús Santrich’ propusiera la Constituyente y Santos se negara, Leyva Durán estima que una “Asamblea Constituyente es el único vehículo constitucional capaz de aprehender y conocer de la responsabilidad de Estado”. Esa Constituyente, prosigue Leyva, “deberá revisar la estructura del Estado (nadie va a tocar el Estado Social de Derecho) y el ordenamiento territorial”. Y servirá para tocar “los asuntos acordados en La Habana para que se estudien, se aprueben unos, se mejoren otros o se rechacen algunos”. Leyva se va por las ramas: al principio, para que no quede como un mandadero de las FARC-PCC, nos dice primero que la Constituyente sería pare revisar la estructura del Estado para luego meternos el embuchado de que una vez convocada la Constituyente se aproveche para para “estudiar” lo acordado en La Habana.
Lo citado hasta el momento muestra con claridad como las FARC-PCC proponen, sin ambages, una Asamblea Nacional Constituyente. Por otro lado, muestra que esa pretensión no es nueva. No hay tal engaño. Aunque ellos tienen preferencia por la Asamblea, el referendo lo ven con buenos ojos.
Lamentablemente, en octubre de 2006 el entonces presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, dio vía libre para una Asamblea Nacional Constituyente con las FARC-PCC con previa, hágame el favor, “dejación de armas” (4). Por fortuna, no hubo tal Asamblea.
No dejemos de lado otros aspectos que salieron a flote con las citas del libro FARC, el país que proponemos construir de 1999: la “dejación de armas” y la no desmovilización. Eso es totalmente coherente con las declaraciones que ofreció Jesús Emilio Carvajalino, alias ‘Andrés París’, al diario caleño El País en junio de 2013. El cabecilla dejó en claro al enviado especial del matutino vallecaucano en La Habana que las FARC no se desmovilizaran ni entregarán las armas, sino que las “armas se silencian” (5).
En absoluto contradice el Acuerdo General firmado por el Gobierno Santos con los terroristas marxistas. En el punto tres intitulado Fin del conflicto en el inciso dos dice claramente: “dejación de armas”. No dice entrega de armas. Y qué es la dejación de armas. Nos lo explica Rodrigo Londoño Echeverry, alias ‘Timoleón Jiménez’ o ‘Timochenko’, en una entrevista recogida en el recientemente lanzado libro La paz sí es posible de Carlos Lozano Guillén (6). Prologado por Piedad Córdoba, el cabecilla de las FARC es entrevistado en septiembre de 2012 por Carlos Lozano. Allí ‘Timochenko’ nos advierte que la dejación de armas “consiste en la abolición del empleo de la fuerza, de la apelación a cualquier tipo de violencias, para la consecución de fines económicos o políticos. Es un verdadero adiós a las armas”. Carlos Lozano le responde a María Jimena Duzán en una entrevista recogida en el mismo libro: “Yo creo que antes de la desmovilización tiene que haber un acuerdo producto de un diálogo. La dejación de armas debe ser consecuencia de ese diálogo. No al revés”. (Cursiva mía)
Sería ingenuo creer que Lozano Guillén plantea la desmovilización. En absoluto. Así lo deja saber en el mismo libro a Pedro Nolasco Présiga,
corresponsal de Voz en Bélgica: “creer que se puede llegar a la paz sobre la base de desmovilizaciones de la insurgencia, de una suerte de paz gratis, de la idea vana que se ha acariciado durante muchos años, de llevar doblegada y derrotada a la guerrilla a una mesa de diálogo, es sencillamente anticipar el fracaso, la frustración de un nuevo esfuerzo”. En otra entrevista publicada en el mismo libro Lozano afirma que si “el Gobierno cree que el diálogo es para negociar la rendición de la insurgencia, perderá el tiempo”. Y para que no quede duda, Carlos Lozano subraya que la “‘oferta generosa’ de desmovilización a cambio de beneficios jurídicos no es funcional para resolver un conflicto de génesis política, económica y social de más de medio siglo”.
Lo increíble de todo esto es que el presidente Santos también habla de “dejación de armas”. En su alocución del 4 de septiembre de 2012 acerca de lo firmado en el “acuerdo de La Habana”, el colaboracionista Santos nos dice: “El tercer punto es el fin mismo del conflicto armado. Esto incluye la dejación de armas y la reintegración de las FARC a la vida civil, junto con todas las medidas del Gobierno para dar garantías al proceso de terminación” (7). De igual manera lo dice Humberto de Calle en su alocución desde Hurdal, Noruega, el 18 de octubre de 2012, al afirmar: “Esa agenda [la de La Habana] es un buen instrumento para la terminación de la fase 2. Ese día habrá terminado el conflicto armado, habrá dejación de armas y comienza la fase de cumplimiento simultáneo de las obligaciones” (8) (Cursivas mías).
Desde los nefastos “diálogos” de paz –la colaboración- del Gobierno conservador de Belisario Betancur (1982-1986) con las bandas terroristas marxistas, las FARC-PCC han sido claras en que no se desmovilizarán pues su pretensión es imponer el socialismo. Así lo aclaró uno de los cabecillas históricos de las FARC-PCC Luis Alberto Morantes Jaimes, alias ‘Jacobo Arenas’, en su libro Cese al fuego de 1985, y lo han seguido reiterando, como hemos leído, hasta el día de hoy: entonces ¿Cuál es el engaño del PCC-FARC?
La concordancia entre PCC y FARC vuelve a manifestarse en el pronunciamiento que ha hecho el PCC frente a la Asamblea Nacional Constituyente. Del 17 al 19 de mayo de 2013 el comité central hizo una reunión. Uno de los temas que se abordaron fueron los “diálogos” de La Habana. En su órgano de propaganda del 22 de mayo de 2013 en la página 9 expresaron: “El Partido Comunista Colombiano se pronunció en favor de la Asamblea Nacional Constituyente”. Y acentuó que “la tarea fundamental [del PCC] es respaldar el proceso de La Habana, exigir la apertura de diálogos con el ELN y EPL y exigir la necesidad de una [Asamblea Nacional] Constituyente para refrendar los acuerdos”. (Cursiva mía). Y en esa misma edición de Voz los del PCC publicaron el folleto de su brazo armado intitulado 100 propuestas en La Habana. La última propuesta, la cien, lleva el título de Asamblea Nacional Constituyente y dice que “se hace imperiosa la realización de una Asamblea Nacional Constituyente, como mecanismo de refrendación y diseño definitivo de la nueva política de desarrollo rural y agrario integral para la democratización y la paz con justicia social”. (Cursiva mía).
No nos dejemos engañar cuando los marxistas de cualquier secta hablan de democratización. Para ellos, la democracia es la dictadura totalitaria de su respectivo partido y la anulación total de cualquier oposición. A la semana siguiente, el PCC divulga en su órgano de propaganda, en edición del 29 de mayo de 2013 en la página 11, la declaración oficial donde respalda los diálogos de la Habana y la refrendación de los acuerdos mediante una Asamblea Nacional Constituyente.
Para lograr que la Constituyente comience a calar en ciertos sectores de la sociedad colombiana las FARC-PCC han creado las “constituyentes regionales”. La declaración del pleno del comité central del PCC informa que las “constituyentes por la paz” o “regionales” son alentadas por Marcha Patriótica.
Voz del 18 de abril de 2012 publica las directrices políticas de ese movimiento de obediencia comunista. En la página dos de la separata dice que Marcha Patriótica defiende la “solución política del conflicto social armado” –tal como concluyó el XIII congreso del PCC en 1980- y manifiesta su “compromiso” de impulsar la “realización de constituyentes regionales y locales y de una Asamblea Nacional de constituyentes regionales y locales por la solución política y la paz”. Además de instigar la agitación, uno de los objetivos de esas “constituyentes regionales” es abogar por la construcción de la “asamblea nacional de constituyentes regionales por la paz con justicia social” y por la “solución política”.
Lanzadas el 20 de febrero de 2013, Voz entrevistó, para la edición de ese mismo día, a Andrés Gil, uno de los responsables de las “constituyentes regionales” y, a la vez, miembro de Marcha Patriótica. Reiteró Gil qué las “constituyentes regionales” propugnan la “solución política” y defienden los “diálogos” de La Habana. En el lanzamiento de las “constituyentes regionales” estuvieron como invitados de honor Iván Cepeda Castro, Ana Teresa Bernal, Ángela Robledo, Piedad Córdoba, Carlos Lozano y Lisandro Duque. En el acto de lanzamiento, el alcalde Bogotá, el ex terrorista marxista Gustavo Francisco Petro Orrego, alias ‘comandante Aureliano’, -quién no ha sometido a crítica su pasado- envió un mensaje por intermedio de Ana Teresa Bernal dando la bienvenida a las “constituyentes”. Publicado en Voz del 27 de febrero de 2013 en la página ocho, dijo: “Las constituyentes son el mejor escenario para construir un mejor país”. Y agregó que en medio de esta coyuntura, las “constituyentes se pueden convertir en el mejor escenario de construcción social del país”.
Volvamos a preguntar: las FARC-PCC nos están engañando. A mi juicio, no. Como hemos leído, los comunistas nos dicen abiertamente sus propósitos. Por otro lado, para tener una mejor comprensión del objetivo último del PCC-FARC debemos tomar en cuenta un dato importantísimo que desgraciadamente se ha dejado de lado: la ideología. Repitámoslo: las FARC-PCC son una organización marxista. Desechar este aspecto fundamental se puede prestar a equívocos y al surgimiento de leyendas urbanas como aquella del supuesto engaño de los comunistas. Tanto la teoría del “conflicto armado interno” como la de la “amenaza terrorista” desechan la ideología marxista. El objetivo de toda organización marxista es la construcción del comunismo, es decir, de una sociedad carcelaria donde la represión, el terror, el empobrecimiento económico y social son los retoños habituales de esa ideología. Llegar a ese objetivo es la meta de las FARC-PCC y del Foro de Sao Paulo sin importarles si lo hacen con métodos pacíficos o violentos. Desde luego, el terrorismo marxista es monstruoso pero lo más espeluznante no son los métodos sino el tipo de sociedad que nos quieren imponer las diversas sectas marxistas, en este caso, el PCC-FARC.
Esa misma ideología, el marxismo, hace que el cabecilla Jorge Torres Victoria, alias ‘Pablo Catatumbo’, se presente en la primera página de Voz del 12 de junio de 2013, en una entrevista que le hizo su camarada Carlos Lozano, como: “también soy víctima”. El marxismo culpabiliza de todos los males de la humanidad a una minoritaria “clase explotadora” que ha obstaculizado la sociedad sin clases y sin odios a una mayoritaria “clase explotada”. Esa visión esencialista de la historia hace que cualquier acción de la “clase explotada”, para derribar los obstáculos que impiden la felicidad absoluta, sean catalogados como acciones de unas víctimas expoliadas a lo largo de los siglos que están “luchando” por la emancipación de la humanidad. No hay ninguna culpa: siempre serán víctimas de la “clase explotadora”, es decir del 99% de los colombianos y de quienes no se ajustan a la visión marxista.
Ahora preguntémonos: por qué las FARC-PCC abogan por una Asamblea Nacional Constituyente. Sobre la preferencia de los comunistas latinoamericanos –sin importar sin son maoístas o de cualquiera de las vertientes de esa ideología criminal- por la Constituyente lo explica de manera acabada el venezolano Alejandro Peña Esclusa en su muy recomendable libro El foro de Sao Paulo, una amenaza continental. Según el escritor venezolano, tras el fracaso de la toma del poder por la lucha armada, los marxistas optaron por “condenar” la violencia y, al mismo tiempo, seguir demoliendo la democracia desde el interior de las instituciones democráticas valiéndose de las libertades que ofrece la sociedad abierta. Y uno de los mecanismos expeditos en el cual no hay violencia física –pero sí la estigmatización y el terrorismo intelectual- para hacer una nueva constitución al acomodo del Foro de Sao Paulo y así darle entrada triunfal al comunismo es la Asamblea Nacional Constituyente. De esa manera lo hizo Hugo Chávez al llegar al poder en Venezuela y lo han copiado con bastante éxito otros miembros del Foro de Sao Paulo como Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega y lo intentó Manuel Zelaya en Honduras. Peña Esclusa explica que países como la Argentina de los Kirchner, el Uruguay de Vásquez o el Brasil de Lula la Constituyente no se ha convocado porque las circunstancias no lo han permitido. No obstante, cuando ganaron las elecciones han hecho todo lo posible para que sus partidos mantengan el poder.
Y en Colombia estamos ad portas de la instauración del totalitarismo marxista gracias al colaboracionismo del presidente Juan Manuel Santos. Ya sea por medio de una Asamblea Nacional Constituyente o por un referendo, la vía blanda hacia la dictadura está haciendo camino en nuestro país. Esa dictadura tiene un nombre: comunismo. Dejemos de lado ciertos eufemismos que se escuchan por ahí: el castro-madurismo o el castro-chavismo pues ¿si en Cuba llega al poder alguien de apellido García que siga al pie de la letra al Foro, entonces estamos ante el garcía-madurismo? Sugiero claramente que llamemos a ese régimen por su nombre: comunismo.
Con toda seguridad las FARC-PCC se la van a jugar toda por la Constituyente, pero no caigamos en la trampa de que el referendo es mucho mejor. Con los totalitarios no hay que pactar, menos con los que aún beben de las aguas negras de la ideología asesina.
Para terminar, Voz informó en la página 16 de su edición del 23 de enero de 2013 la entrada de Marcha Patriótica como miembro del Foro de Sao Paulo. Además, Marcha Patriótica apoya irrestrictamente una Asamblea Nacional Constituyente (9).
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NOTAS
1. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=162319 Esa “reflexión” la pronuncia desde La Habana, Cuba, Seusis Pausivas Hernández Solarte, alias ‘Jesús Santrich’ http://www.youtube.com/watch?v=Qou848eQMbY Según la revista Kien y ke alias ‘Jesús Santrich’ ingresa a las FARC mediante la JUCO en los años ochenta http://www.kienyke.com/historias/el-negociador-ciego-de-las-farc/
2. Ver http://www.cedema.org/ver.php?id=5399
3. En “reflexiones sobre la agenda de La Habana III”: http://farccom.blogspot.com/2012/11/reflexiones-sobre-la-agenda-de-la.html
4. Aparece el comunicado de prensa de la presidencia de la República: https://www.fac.mil.co/?idcategoria=14710
5. Declaraciones de Jesús Emilio Carvajalino alias ‘Andrés París’ http://www.elpais.com.co/elpais/judicial/noticias/gobierno-nunca-tendra-foto-entrega-armas-vocero-farc
6. En el lanzamiento del libro estuvo Horacio Serpa Uribe, Jaime Caicedo Turriago, Piedad Córdoba y el ex presidente Ernesto Samper Pizano http://www.olapolitica.com/?q=content/%E2%80%9Chay-que-impedir-que-se-paren-de-la-mesa%E2%80%9D Recordemos que Ernesto Samper estuvo en el lanzamiento del libro Cese al fuego de alias ‘Jacobo Arenas’.
7. Intervención de Juan Manuel Santos http://www.youtube.com/watch?v=6GKFKen0mi8
8. Alocución de Humberto de la Calle Lombana desde Hordal, Noruega: http://wsp.presidencia.gov.co/Prensa/2012/Octubre/Paginas/20121018_07.aspx
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