“JE SUIS ANDINO”

“Je Suis Andino”

Ojalá la fiscalía se acelere en publicar el resultado de la necropsia de la ciudadana francesa fallecida en el atentado, como también los videos del ingreso a los baños ese día para descartar su participación en el atentado

Por Guillermo Rodríguez*
Julio 6 de 2017

El pasado sábado 17 de junio se manifestó de nuevo el terrorismo en Bogotá, la llamada “guerra urbana” de esa que nos alertaron a escasos días de celebrarse el plebiscito que improbó los acuerdos entre el gobierno nacional y las Farc, esa “guerra urbana” que era probable que llegara en caso de que ganara el no, el no ganó y los acuerdos se “maquillaron” para hacer parecer que se respetaría la voluntad popular de los colombianos, pese a ello el peligro y la amenaza seguía latente, las circunstancias del atentado al centro andino ese sábado en horas de la tarde, el cual dejó 3 mujeres fallecidos y casi una decena de heridos, son todo un misterio; sin embargo dejaremos para su reflexión lo siguiente.

El ELN desde que hizo pública la etapa de conversaciones con el gobierno nacional en territorio Ecuatoriano, ha arreciado de manera significativa su actuar violento y terrorista, hace apenas unos días secuestró a dos periodistas holandeses, pese a toda la escalada terrorista en contra de los oleoductos y múltiples hostigamientos y homicidios, el gobierno sigue con esa mesa de conversaciones mirando a otro lado como si nada pasara, organismos de seguridad tienen identificado que previo al desplazamiento de las filas guerrilleras a las zonas veredales de transición de las Farc, 187 cuadros de esa organización fueron a parar a las filas del ELN.

Los cuales estarían ubicados así: 1 comuneros del sur (Nariño), Camilo Torres Restrepo (sur del Cesar), Carlos Alirio Buitrago (San Luis Antioquia), y desde luego a dar el apoyo a milicianos en la ciudad de Bogotá, los cuales estarían únicamente orientados a la guerra urbana, y accionar violento en áreas de retaguardia urbana para actuar en manera de triadas, para así responderle al gobierno de negociar en medio de la confrontación; esa información contrastada con lo sucedido la semana pasada en el centro andino y el contexto actual del proceso de paz con las Farc, el cual se encuentra en su más alto nivel de tensión por las siguientes situaciones, que dejaran una gran reflexión en lo que está Colombia.

La embajada de los Estados Unidos había enviado justo en esa semana una dura y critica comunicación, al presidente de la república, al fiscal general de la nación, y a la corte suprema de justicia, en razón de la resolución de libertad de oficio de un cabecilla de las Farc, el cual era solicitado en extradición por el gobierno americano. La molestia e insatisfacción es monumental, al punto que en la misiva se cuestiona la legitimidad y objetividad de la justicia, tratándose de criminales de tan alta peligrosidad como ese cabecilla de las Farc, entre otros que tienen solicitud de extradición. El otro punto de tensión es la posibilidad que la “JEP” sea declarada inexequible por la corte constitucional, asunto que desde Noruega Timochenko dejo de presente su molestia, como también por el despliegue del fiscal quien anunció que perseguirá los bienes de las Farc.

Los hechos que rodean el atentado terrorista del centro andino, son confusos y sospechosos, primero porque a ningún terrorista se le ocurrirá dejar un artefacto explosivo en el baño, pues el objetivo sería causar el mayor daño posible a ciudadanos inermes tratándose de vísperas del día del padre. Las circunstancias son extrañas, pues no se logra entender cómo no se establece el número de personas que pudieron colaborar con el ataque terrorista y su morfología, teniendo en cuenta la cantidad de tecnología en seguridad que hay en el lugar, la hipótesis hasta ayer en la fiscalía 7 delegada antiterrorismo es que fue el ELN y las “disidencias” de las Farc.

Ojalá la fiscalía se acelere en publicar el resultado de la necropsia de la ciudadana francesa fallecida en el atentado, como también los videos del ingreso a los baños ese día para descartar su participación en el atentado, en el que probablemente estuvieron esas llamadas “triadas de guerra urbana”; recordemos qué pasó en el atentado al club el Nogal y quién acompañó al explosivista de las Farc hasta las puertas del Nogal.

*Guillermo Rodríguez es abogado y columnista de opinión.