LA TELARAÑA DE LA PAZ
Mientras tanto, uno de los negociadores de paz en La Habana se aloja con gusto en una de las residencias más aristocráticas que pueda existir en Bogotá como son las residencias Colón, la justicia sufre de parálisis general
La telaraña de la paz
Mientras tanto, uno de los negociadores de paz en La Habana se aloja con gusto en una de las residencias más aristocráticas que pueda existir en Bogotá como son las residencias Colón, la justicia sufre de parálisis general
Por Rafael Gómez Martínez
Octubre 16 de 2015
Atrapados en una telaraña, los colombianos estamos viendo, sin distingo de ninguna clase, cómo perdemos nuestra libertad día tras día bajo el régimen de JMS Kerenski quien nos entrega a los a los niños de Iván como borregos al matadero.
Ya, lo he comentado en varias ocasiones. El último envión de persecución infame estuvo a cargo del camarada Superintendente de Sociedades al imponer una multa a los ingenios del sector azucarero que supera las utilidades de todos los industriales del sector en dos años.
En @eljodario, se plantea que el malestar de JMS con el gremio azucarero viene de tiempo atrás cuando en la última asamblea realizada en Cali, al día siguiente llegó Álvaro Uribe a quien el auditorio, de pie, le rindió una sonora ovación cosa que no ocurrió con el lúgubre discurso de paz promovido por JMS. Ahí, comenzó todo.
Contra AUV es una muestra más de la persecución. Lo acaba de hacer el fiscal Montealegre, (quien se hizo el de la vista alegre con el caso de AGH) compulsando copias a la Corte Suprema por la matanza del Aro en Antioquia cuando AUV fue gobernador con base en un testimonio recogido en Miami de alias don Berna.
Pregunto: ¿por qué si se puede recoger un testimonio de don Berna en Miami para documentar el caso del Aro y por qué no se puede recoger el testimonio de Rasguño para documentar el caso de AGH? Pregunto: ¿por qué el testimonio de don Berna sí es válido y por qué el de Rasguño no?
Entonces, dentro de esta telaraña de la paz que nos ha montado JMS el colombiano del común, el ciudadano de a pie, ve con perplejidad la tenaza de la corrupción en el caso del exgobernador de Cundinamarca Álvaro Cruz ante el silencio de Germán Vargas, lo asfixia la impunidad judicial, 20 años de impunidad para el caso de AGH, lo estrangula la extorsión ahora de parte del mismo Estado al imponer semejante sanción al gremio azucarero mientras que JMS queda secuestrado por los niños de Iván y sus propias mentiras.
Mientras tanto, uno de los negociadores de paz en La Habana se aloja con gusto en una de las residencias más aristocráticas que pueda existir en Bogotá como son las residencias Colón, la justicia sufre de parálisis general, los gobernantes no gobiernan, los partidos políticos se olvidaron de ser partidos y se venden al mejor postor.
El proceso de paz se parece a esa telaraña, bien enredada, que se cuelga en la esquina de una pared de cualquier casa de Barichara. Belisario, debe saber a lo que me refiero.
Puntilla. Con la complicidad del régimen santista y de todos los que lo apoyan. AGH tenía razón. Lo que había que tumbar era al régimen.
@ragomezmar
*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI
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