LAS FARC Y SUS IMPLICACIONES PARA EL EQUILIBRIO DE UN ORDEN INTERNACIONAL MULTIPOLAR
La organización narco terrorista FARC ingresa al globalismo internacional como un actor y referente protagónico del narco terrorismo internacional y para esa misión crea dentro de sus estructuras a la Comisión Internacional de las FARC (Cominter) que a su vez es un apéndice de la Internacional Socialista y del Foro de Sao Paulo
Las FARC y sus implicaciones para el equilibrio de un orden internacional multipolar
La organización narco terrorista FARC ingresa al globalismo internacional como un actor y referente protagónico del narco terrorismo internacional y para esa misión crea dentro de sus estructuras a la Comisión Internacional de las FARC (Cominter) que a su vez es un apéndice de la Internacional Socialista y del Foro de Sao Paulo
Por Jaime Arturo Restrepo Restrepo
Abril 4 de 2017
@_El_Patriota
Con la finalización de la Primera Guerra Mundial en 1919 el Presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson pretendió definir el orden de las relaciones internacionales con un modelo de respeto al derecho internacional, de cooperación y de justicia con una visión ética, y es con estas premisas que se gestó la Liga de Naciones como un intento de diseñar un orden internacional equilibrado que feneció por la falta de control y de medidas coercitivas, lo que se convirtió en tierra fértil para propiciar las condiciones que detonaron en la Segunda Guerra Mundial.
Esta experiencia idealista generó un precedente no positivo, para el diseño de futuros modelos que propendieran por el orden y el equilibrio internacional y es así como, después de la II Guerra Mundial los Estados vencedores propugnan por dar estabilidad al orden internacional creando a la ONU con todo un entramado jurídico internacional, además de la OTAN como mecanismo de coerción internacional, situaciones fácticas y de derecho internacional que coadyuvan de bases para un nuevo orden internacional bipolar con la hegemonía de EEUU y URSS en lo que se llamó históricamente la guerra fría, regida por unas reglas de juego internacional bajo el paradigma del realismo (Real Politik) como ordenador.
Contraria a la visión ética y romántica del idealismo de Woodrow, el realismo como método nace en el siglo XX con las premisas de garantizar la supervivencia del Estado y la seguridad nacional en aras de lograr el orden internacional. La génesis de la Real Politik se sustenta en filósofos como Hobbes, quien verbo y gracia propugna por una “visión pesimista de la naturaleza humana”, de igual manera en pensadores como Hans Joachim Morgenthau, Robert Jackson, George Sorensen, Tin Dunne y Brian Schmidt.
La escuela de la Real Politik reconoce que el escenario internacional es anárquico y competitivo y que se rige por conceptos de interés, que requieren para su equilibrio y orden leyes moralmente universales aplicadas a los Estados y leyes objetivas, al tenor de la descripción enunciada por Morgenthau.
El equilibro del poder para el mantenimiento del orden internacional en la guerra fría propiciado por la escuela realista se mantiene hasta la caída de la URSS en 1989, fecha en la cual advertimos una estructura bipolar desmantelada (EEUU-URSS) y una incertidumbre frente a la reorganización del poder y las hegemonías imperantes.
Es entonces en el nuevo escenario internacional de la posguerra fría en donde emerge un poder internacional difuso y multipolar que atenta contra la existencia misma del Estado. En este escenario coyuntural es donde entra a jugar un papel protagónico las FARC como aparato organizado de poder criminal y mafioso, que atenta contra el “orden” internacional de la posguerra fría y contra la existencia del Estado mismo.
En 1964 nace oficialmente las FARC como una organización marxista leninista, expresión del expansionismo del polo URSS. Mientras las dos potencias hegemónicas (EEUU-URSS) se dedicaron a la competencia armamentista sin hacerse un solo tiro, en lo que se denominó la Guerra Fría, en otras latitudes como Colombia, llegó la confrontación ideológica en caliente acompañada de miles de AK 47 y las consecuenciales millones de víctimas conexas al conflicto armado que trasciende a la guerra fría, hasta la fecha.
Así las cosas las FARC es una hija de la Guerra Fría, es un resquicio anacrónico armado de la URSS en Latinoamérica y un brazo armado del marxismo leninismo en la posguerra fría con tentáculos internacionales, fortalecida con el poder económico del narcotráfico.
Con la caída del Muro de Berlín se abre la puerta al desequilibrio del orden internacional y al ingreso de las narco FARC como un actor más del orden multipolar, ilegal e ilícito de carácter no estatal.
La organización narco terrorista FARC ingresa al globalismo internacional como un actor y referente protagónico del narco terrorismo internacional y para esa misión crea dentro de sus estructuras a la Comisión Internacional de las FARC (Cominter) que a su vez es un apéndice de la Internacional Socialista y del Foro de Sao Paulo.
La Comisión Internacional de las FARC (Cominter) es una estructura diplomática de carácter clandestino direccionada por el Secretariado de las FARC. Sus principales cabecillas son LUCIANO MARÍN ARANGO alias “Iván Márquez” y RODRIGO GRANDA, quienes gestionan ante la comunidad internacional el reconocimiento de ‘Fuerza Beligerante’ para las FARC.
La COMINTER tiene también como objetivos la consolidación de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB), la creación de la plataforma para un Gobierno de reconstrucción y reconciliación nacional, crear los estatutos para el Partido Comunista Clandestino Colombiano de las FARC (PC3), ejercer labor de diplomacia paralela en el exterior a favor de las FARC, nexos estratégicos con otras organizaciones terroristas internacionales, consecución de recursos, redes de narcotráfico y tráfico de armas, campaña de desprestigio internacional contra el Estado colombiano y sus Fuerzas Militares, creación de redes de ONG y alianza con ONG internacionales.
La Comisión Internacional de las FARC (Cominter) nació en la VIII Conferencia de las FARC en el año 1983 y sus funciones quedaron descritas en el Pleno Ampliado de 1997
El Comando de Dirección de la Cominter está conformado por miembros del Secretariado de las FARC: Luciano A Marín alias “Iván Márquez”, Rodrigo Granda alias “Ricardo Gonzales”, Seuxis P Hernández alias “Jesús Santrich” y Luis Alberto Albán alias “Marcos Calarcá” y por miembros de Venezuela como Ovidio Salinas P alias “Juan Antonio Rojas” y Adriana Hernández R alias “Lucia Sáenz”
La Comisión Internacional de las FARC ha realizado un trabajo de filigrana como actor de relevancia y peso dentro del narco terrorismo internacional, con presencia en Norteamérica, Centro América, Islas del Caribe, Suramérica, Eurasia, África y Oceanía convirtiéndose en un peligro vigente e inminente para la seguridad Mundial:
La organización delictiva FARC (Catalogada como narco terrorista por la Unión Europea y desde 1997 por el Departamento de Estado de los EEUU en la presidencia de Bill Clinton), ha expandido sus tentáculos delictivos a otras latitudes acreciendo su área de jurisdicción geográfica nacional, en donde ha participado de crímenes execrables como el secuestro y posterior homicidio en Paraguay de Cecilia Cubas en el año 2004, hija del ex presidente Raúl Cubas Grau. El entrenamiento de las FARC por militantes de Al Qaeda y los nexos con esta organización del Islamismo fundamentalista para el tráfico de sustancias psicoactivas hacia Europa. Los entrenamientos a los Ponchos Rojos en Bolivia, a facciones de las Milicias Bolivarianas promovidas por el socialismo del Siglo XXI y los nexos con terroristas Iraníes, línea Argentina.
La Comisión Internacional de las FARC (Cominter) ostenta como representantes para Cuba: Lucinia Bonilla alias “Carolina”, Jaime Tarcicio Guaraca alias “Rafael Gonzales”, Liliana López Palacios alias “Olga Lucia Marín”, Orlay Jurado P alias “Hermes”; Por Republica Dominicana: Narciso Isa Conde; Por Nicaragua: Nubia Calderón alias “Esperanza”; Por México: Fernando Acosta y Pavel Blanco; Por Honduras: Dick Emanuelsson; Por Brasil: Francisco A Cadena alias “Cura Camilo”; Por Chile: Manuel O Céspedes alias “Roque” y Valeska Carolina López López; Por Bolivia: Felipe Quispe Huanca alias “Malkú” y Hugo Moldiz; Por Venezuela: Aldo Moscote Fragoso alias “Lucas Iguaran” y Demetrio Aldana; Por Ecuador: María Augusta Calle alias “Alicia Pelos”; Por Portugal: Miguel Urbano R alias “Miguel”; Por España: Remedios García alias “Irene”; Por Suecia: Hernando Vanegas alias “Salvador Paz”; Por Italia: alias “Ramón Montorani”; Por Suiza: Diana Granda alias “La Chata”, Omar A Zabala alias “Lucas Gualdrón”, Alfredo Camelo alias “Francisco Yañez”, Mónica Granda alias “Camila”, Yamile Restrepo alias “Amparo”, Johnson Bastidas alias “Chontaduro”, Jean Pierre Gontard alias “Gontard” y José Vicente Peña alias “Chente”; Por Australia: Rodrigo Vlaudín Vega alias “Vlaudin”.
Dicho sea de paso que esta estructura internacional del crimen organizado permanecerá incólume y no será desarticulada por los acuerdos FARC-SANTOS.
Verbo y gracia en la última quincena de marzo de este año (2017) entró a territorio colombiano un grupo de miembros del SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) seguido a los pocos días, por 60 militares de La Guardia Venezolana, quienes instalaron un campamento en la zona de frontera, en zona rural de Arauquita. Drones de la DIPOL (Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional de Colombia) con inteligencia técnica y humana pudieron detectar que estos miembros de La Guardia Venezolana y el SEBIN tuvieron como misión escoltar la salida y servir de retaguardia al paso de un comando de las FARC hacia territorio venezolano cargando un alijo de varias cajas, con oro o dinero. Tesoro trasportado presuntamente desde el Municipio Los Patios ubicado en el Departamento de Norte de Santander.
En agosto de 2012 iniciaron las conversaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC y en el año 2016 se firmó los acuerdos con el contubernio de la comunidad internacional, desconociendo la decisión del constituyente primario, manifiesto en el resultado del plebiscito del 2 de octubre del 2016, en donde se desaprobaron en su totalidad los acuerdos de la Habana.
Lo particular que tenemos que resaltar de estos acuerdos que propenden en teoría, por desmantelar la plurimencionada organización narco terrorista, es que la negociación se realizó rompiendo con la tradición de justicia, como condición sine cua non para la paz, que fue impuesta desde 1945 con los Juicios de Núremberg en donde se juzgó y condenó con la pena de muerte a los Nazis por sus graves crímenes cometidos contra la humanidad y consecuencialmente con la creación de la ONU y su Tribunal Penal de Justicia para la investigación y juzgamiento de crímenes de guerra y de lesa humanidad bajo la directriz de no impunidad para crímenes de sistema.
El globalismo Internacional en su pragmatismo llevó a Colombia a un escenario de rompimiento de la tradición del paradigma de la Raealpolitik que imperaba desde el siglo XX, como ordenador de las relaciones internacionales y nos presionó a una negociación idealista que se erige como su antítesis, en demerito de la seguridad nacional y de la supervivencia del Estado mismo.
En los acuerdos con FARC retornamos entonces a un esquema degradado del idealismo de Wilson Woodrow, en donde los EEUU y Europa vieron con buenos ojos la inversión de prioridades paz-justicia, con benevolente impunidad para estos narco criminales. Tratamiento diferencial enmarcado en protocolos judiciales de “justicia transaccional” que paradójicamente el comité de aplausos Norteamericano y Europeo no aplican para quienes ejercen el terrorismo dentro de sus Estados y contra sus connacionales (Estado Islámico, ETA…)
Conclusiones:
1. La hegemonía narcoterrorista de las FARC como actor multipolar dentro de las relaciones internacionales no desaparecerá considerando la falta de coerción, justicia y de garantías de no repetición incursas en la escuela idealista aplicada a los Acuerdos de la Habana.
2. El fracaso del espíritu de los Convenios de Ginebra visible en los Acuerdos del gobierno Santos con las FARC, desconoce la Realpolitik, poniendo en peligro la seguridad nacional y la supervivencia del Estado dentro del orden internacional.
3. El nuevo constitucionalismo idealista aplicado a los acuerdos FARC-SANTOS inviste a la criminalidad organizada de hegemonía de poder que pone en demerito el equilibrio democrático y el anhelo de lograr un equilibrio de poder internacional para el mantenimiento del orden internacional.
4. Otras organizaciones terroristas como la ETA en España han propuesto romper con el paradigma de los Convenios de Ginebra en materia de no impunidad para crímenes de guerra y de lesa humanidad, deprecando el ejemplo del proceso Colombiano con las FARC.
Comentarios