MARX NO HA MUERTO

Al padre De Roux se le conocían hace rato sus veleidades marxistas. A su llegada a la altísima dignidad que ostenta, nos temíamos que quisiera poner a su servicio el inmenso poder que tienen los jesuitas en la educación de la juventud

MARX NO HA MUERTO

 
 
 

Fernando Londoño Hoyos

Por Fernando Londoño Hoyos

 “La Javeriana está en el corazón de la clase dirigente de Colombia, y este mundo de la dirigencia de Colombia es desde hace décadas una reunión donde hay de todo, y donde hay muchos cínicos, y en la mayoría de los escenarios los cínicos controlan. Por eso hoy el 65 por ciento de los campesinos están en la pobreza, por eso hay en el país 14 millones de pobres y hay 7 millones de miserables con hambre. Por eso la comunidad internacional nos vive preguntando por qué los demás países solucionaron en 10 o 20 años la desigualdad social, la guerra de guerrillas, los secuestros, las grandes bandas criminales y la dominación de la droga… y en Colombia, dirigentes de los más brillantes del mundo, en cocteles y congresos prolongan el espectáculo inhumano de una crisis irresuelta, que hace pensar que beneficia a los cínicos que disfrutan la vida sobre ella. Este es el mundo en que vivimos los javerianos y donde tenemos que ser claros, veraces, profundos en el discernimiento.

 

Por supuesto que no es el estilo literario, ni la profundidad del discernimiento que recoge, ni la novedad del enfoque, lo que justifica nuestra larga cita. Es porque proviene del provincial de los jesuitas en Colombia, el padre Francisco de Roux, S. J., y porque está recogida de la Homilía que su Reverencia pronunció el día de San Ignacio, especialmente difundida entre decenas de miles de estudiantes de ese venerable claustro.

El lenguaje es el de un Marx trasnochado, y la idea central también. La desgracia de un proletariado irredento esculpida a mano por una burguesía, que se la llama ahora la reunión de los “cínicos”, no supone nada nuevo.

Si cambian algunas palabras, el fondo es perfectamente reconocible. Y el mensaje también. El mensaje de vindicta que justifica la guerra contra los cínicos, y por supuesto su eliminación. No merecen otra cosa los que se benefician de la desgracia de 21 millones y luego la celebran en congresos y cocteles.

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No fue muy distante el discurso que justificó las purgas estalinianas, los gulags y las masacres de Mao. Con uno muy semejante, el Che Guevara ordenó el fusilamiento de miles en La Cabaña, y Pol Pot arrojó al mar a tantos infelices. Perdón. A tantos cínicos.

Al padre De Roux se le conocían hace rato sus veleidades marxistas. A su llegada a la altísima dignidad que ostenta, nos temíamos que quisiera poner a su servicio el inmenso poder que tienen los jesuitas en la educación de la juventud, y muy principalmente en esa gloriosa Universidad, la Javeriana, fundada y hasta ayer gobernada por aquellos monumentos a la sabiduría, la virtud y el amor patrio que antecedieron al padre Francisco en estos honores.

El padre De Roux no es solo jefe máximo de la Javeriana. Lo es también del Cinep, la única institución jesuítica en la que sus directores no cambian periódicamente y que desde hace decenios combate a los cínicos en nombre de la revolución del proletariado.

En este momento, el Cinep está en la lista de las ONG que piden la descalificación internacional de Colombia por su sistemático irrespeto a los derechos humanos y que se dirigen a la Universidad de Georgetown, de los jesuitas, para que no permita el oprobio de contar entre sus profesores a Álvaro Uribe Vélez. Lo es también del padre Javier Giraldo, con el que es mejor no disgustar. Tres dirigentes negros del bajo Atrato, Moya, Blandón y Marmolejo, lo aprendieron muy bien.

El padre De Roux puede decir lo que le plazca. Así es este país, distinto de aquellos que solucionaron en 10 o 20 años los problemas que seguimos llevando a cuestas por cuenta de los cínicos. El padre se guarda sus nombres, como el de los beneficiarios jactanciosos de la miseria de tantos, y el de los escenarios que controlan. Lo que es una lástima. Un educador, así eduque para el odio, debe ser claro, como él mismo lo pregona.

Septiembre 09 de 2010.

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