PETICIÓN CIUDADANA A SUIZA RECIBE APOYO EN ESE PARLAMENTO
La petición al gobierno suizo, impulsada por columnistas de Periodismo Sin Fronteras y apoyada por ciudadanos, periodistas independientes, juristas colombianos, y grupos de víctimas, fue enviada a Suiza y radicada también en el consulado de ese país en Bogotá
Petición ciudadana a Suiza recibe apoyo en ese Parlamento
(Bogotá, Octubre 19 de 2016. Redacción Periodismo Sin Fronteras.) En mayo del año en curso, más de 10.000 firmantes presentaron una petición ante el gobierno suizo, solicitando a ese país no ratificar los acuerdos entre el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y el grupo narco-terrorista FARC. La petición, impulsada por columnistas de Periodismo Sin Fronteras y apoyada por ciudadanos, periodistas independientes, juristas colombianos, y grupos de víctimas, fue enviada a Suiza y radicada también en el consulado de ese país en Bogotá. Los resultados de ese acto de resistencia ciudadana cobraron este mes gran importancia. La discusión que la petición generó en el Parlamento ayudó a precisar la posición suiza ante el acuerdo – explicación que resultó particularmente relevante ante el rechazo de los colombianos al acuerdo de paz, expresado en el plebiscito del 2 de octubre y ante las declaraciones de las FARC al respecto.
En junio, Maximilian Reimann, parlamentario suizo de la Unión Democrática del Centro, cuestionó al Ministro de Relaciones Exteriores, Didier Burkhalter, sobre la petición. Específicamente, preguntó si los temores de los firmantes, quienes decían estar apoyados por un 80 por ciento de la población, eran fundados. El parlamentario también solicitó definir las posiciones oficiales y no oficiales de Suiza respecto de las FARC, y cuestionó si el presidente de la Confederación Johann Schneider-Ammann se reuniría con las FARC durante su viaje a Colombia en agosto. Sobre este último punto, Maximilian Reimann enfatizó que las FARC aun eran un grupo ilegal.
En su respuesta ante el consejo, Burkhalter explicó que Suiza no daba apoyo ni mantenía contactos con las FARC, más si a la mesa de negociación.
“En lo que respecta a los temas específicos, puedo decirles que el gobierno colombiano anunció que el pueblo sería llamado a pronunciarse en última instancia en una votación sobre el acuerdo de paz, lo que reforzará la legitimidad del proceso,” dijo. “No le corresponde a Suiza inmiscuirse en los asuntos políticos internos de otro país.”
Evidentemente, al hacer esta afirmación, Burkhalter – al igual que todos los actores de la mesa de negociación – confiaba en que el acuerdo sería aprobado por el pueblo. Pero los resultados del 2 de octubre dieron la razón a quienes firmaron la petición: de hecho solo un 17 por ciento de la población apoyó los acuerdos de La Habana, cifra consistente con las afirmaciones de los firmantes. Y ya tomada desde junio la posición de respetar la decisión del pueblo y no inmiscuirse en los asuntos políticos internos de Colombia, difícilmente el gobierno suizo podrá desviarse de ella.
Las declaraciones de alias Timochenko, jefe de las FARC, después de la derrota en las urnas, indican que nunca hubo intención por parte de los narco-terroristas de acatar la decisión del pueblo. En un comunicado grabado, Timochenko insistió que Suiza, al depositar el acuerdo en el Consejo Federal, lo había ratificado, y que a través de ese mecanismo – inventado – los acuerdos entraban al bloque de constitucionalidad de Colombia.
Fue precisamente ese argumento que los firmantes anticiparon al advertir que “el único elemento ‘internacional’ del acuerdo sería la recepción que el gobierno de Suiza [hiciera] de éste, sin tener competencia ni legitimidad para hacerlo, ni para inmiscuirse en los asuntos relacionados con la derogación o la reforma de la Constitución de Colombia.”
Ahora el gobierno de Suiza se ve en la difícil situación de haber avalado de antemano la decisión democrática del pueblo, habiendo también aceptado participar en una maniobra extraña y anti-democrática. El problema de qué hacer con los acuerdos lo resolverán los suizos.
Pero para los colombianos, que sin recursos, ni publicidad, ni influencia alguna se unieron para hacer valer su opinión, el resultado fue un gran logro. Y es un recordatorio a aquellos quienes, embriagados de poder, olvidan que son los políticos quienes están al servicio del pueblo, y no al revés.
A continuación, la traducción del intercambio en el Consejo Federal:
Colombia. ¿Buenos oficios de Suiza en favor de los guerrilleros marxistas de las FARC?
Propuesto por Reimann Maximilian
Grupo de la Unión Democrática del Centro
Unión Democrática del Centro
Propuesta el 30 de mayo de 2016
Al Consejo nacional
Texto
Una petición firmada por más de 10 000 colombianos fue entregada al gobierno suizo para invitarlo a no proponer sus buenos oficios en favor de las Farc durante las negociaciones en curso en La Habana con el gobierno colombiano.
1. ¿Los temores de los que hacen la petición, que dicen estar apoyados por 80% de la población, son fundados?
2. ¿Cuáles son las posiciones oficiales y no oficiales de Suiza respecto de las Farc?
3. ¿El presidente de la Confederación Johann Schneider-Ammann se reunirá también con las Farc durante su viaje a Colombia los días 3 y 4 de agosto próximo?
Pregunta de Maximilian Reimann
Colombia. ¿Buenos oficios de Suiza en favor de los guerrilleros de las Farc?
Respuesta de Burkhalter Didier
Consejero Federal
Burkhalter Didier, consejero federal: Suiza no ha propuesto sus buenos oficios a las Farc en el contexto de las negociaciones de paz en La Habana. En cambio, ella ha ofrecido sus buenos oficios a la mesa de negociaciones para hacer avanzar el proceso de paz entre el gobierno colombiano y las Farc. En ese marco, Suiza aporta un apoyo técnico a las negociaciones por pedido del gobierno colombiano. Esas negociaciones tienen que ver con un cese al fuego y todo el proceso de desmovilización, de desarme y de reintegración de las personas concernidas.
La política de paz de Suiza se basa en el mandato del artículo 54 de la Constitución federal. Ella se compromete en la prevención y en el arreglo de conflictos, en el desarrollo y en el mantenimiento de una paz durable. Por haber desarrollado una vasta experiencia y por haber estado en capacidad de jugar un papel particular, útil y buscado por la comunidad internacional, especialmente a través de sus programas de promoción de la paz, es evidente que Suiza responde a ese tipo de pedidos. En lo que respecta a los temas específicos, puedo decirles que el gobierno colombiano anuncio que el pueblo sería llamado a pronunciarse en última instancia en una votación sobre el acuerdo de paz, lo que reforzará la legitimidad del proceso. No le corresponde a Suiza inmiscuirse en los asuntos políticos internos de otro país.
Suiza no mantiene contactos con las Farc, salvo las interacciones que ella tiene con las dos partes en el marco del acompañamiento de las negociaciones de paz en la Habana. En ese contexto, no está previsto que el presidente de la Confederación suiza se reúna con las Farc durante su próximo viaje a Bogotá.
Maximilian Reimann: Le agradezco Senor consejero Federal por su respuesta. ¡Pero hasta ahora usted solo ha dicho que no se pretende que nuestro presidente federal, Señor Schneider-Ammann, desee tener un encuentro con representantes de FARC, que todavía son un grupo ilegal! Pero una reunión tampoco está descartada. Se desprende de sus palabras que él podría encontrarse con representantes de las FARC.
Burkhalter: No. Usted lo sabe. Esta es una señal de respeto frente a un Presidente Federal. En el programa no está definido y creo también que en esta ocasión no sería posible demostrarlo.
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