RODRIGO BARRERA, EL MACHO ALFA EN LA FISCALÍA DE IGUARÁN
Rodrigo Barrera sirvió como testigo en el proceso que se inventó la ex fiscal Ángela María Buitrago para meter a la cárcel a los militares que participaron en la recuperación del Palacio de Justicia, en noviembre de 1985
Rodrigo Barrera, el macho alfa en la Fiscalía de Iguarán
Por Ricardo Puentes Melo
Noviembre 02 de 2011
Nuestro equipo de investigación no termina de hallar fondo en el barril de las inmundicias en que Mario Iguarán convirtió la Fiscalía General de la Nación bajo su obscena y libertina batuta.
Mencionamos en el artículo anterior, que Rodrigo Barrera Barinas formó parte importante de esa gestión nefasta de la Fiscalía, como Jefe de Prensa de Iguarán durante cuatro largos años, y que tenía una muy bien ganada reputación de golpeador de mujeres (https://www.periodismosinfronteras.org/las-joyas-de-la-fiscalia-de-iguaran.html). Hoy queremos ampliar un poco más esta información.
Revisando su hoja de vida, nuestro equipo encontró cosas bien interesantes. Por ejemplo, Barrera sostiene que en 1997 fue editor de la sección judicial del diario El Tiempo, pero ese diario no tiene registro de Barrera en ese cargo. También dice Barrera que fue subdirector de noticias de Caracol Televisión, pero resulta que en ese canal no existe el cargo. Lo que se pudo establecer, es que efectivamente Barrera fue jefe de emisión en la época en que Yamid Amat, el turco boyacense, era director de Caracol Noticias. Barrera siempre ha dicho que Yamid es su “maestro y amigo”, y con esto, ya podemos entender varias cosas más.
Dice también Rodrigo Barrera Barinas, que estudió derecho y sociología en la Universidad Nacional, y periodismo en la Fundación Universitaria Inpahu. La verdad es que sí estudió eso, pero solamente uno o dos semestres de cada carrera, lo que le sirvió ampliamente para hacerse merecedor de un sueldo de fábula en la era Iguarán.
En el curriculum, que aparece en el portal primerapagina.com, se lee: “Durante 20 años, Rodrigo Barrera (…) ha cubierto diferentes y múltiples frentes de la información de Colombia y el mundo, para los principales medios nacionales de prensa, radio y televisión. Se destaca su conocimiento y habilidad para trabajar en equipo o en situaciones de riesgo o bajo presión”.
Y más adelante agrega: “Su compromiso con el cubrimiento informativo le significaron riesgos y detenciones en Rwanda y Haití y en Colombia fue tomado rehén por la guerrilla“. Es decir, estimados lectores, estaríamos ante un auténtico reportero de esos que ya no se ven, que arriesgan el pellejo para mantener informados a sus lectores.
En el perfil de Barrera, en la página oficial del ente investigador, se asegura que “por primera vez aceptó figurar en la nómina oficial para lograr que la Fiscalía tenga una imagen y un sistema informativo modernos que la conecten día a día con Colombia y el mundo“. Otra exageración enorme de Barrera, que quiere dar a entender que le suplicaron para que aceptara el cargo, cuando la verdad es que para mediados de 2005, cuando el narcoparamilitarismo compró para Iguarán la Fiscalía General, Barrera estaba sin empleo y vivía, en parte, de la solidaridad de otros periodistas que sentían lástima por él ya que vivía anunciándoles que tarde o temprano se suicidaría.
Quienes lo conocieron antes y después de convertirse en jefe de prensa de la Fiscalía, aseguran que Barrera se distinguió por su soberbia y desagradecimiento. Una mezcla común en cierta clase de personas, y que lo llevó a cerrarles las puertas a los periodistas que no hacía mucho le habían extendido sus manos caritativas. Estos se convirtieron rápidamente en sus enemigos y les fue vetado su ingreso a la oficina de prensa del búnker.
En cuestión de meses, Barrera se volvió indispensable para Iguarán, tanto que, regañaba y tuteaba en público al Fiscal General de la Nación. Igualmente, no había manera de bajarlo del avión de la Fiscalía; los viáticos para este personaje eran como plata de bolsillo.
Aseguran nuestras fuentes que Barrera trataba a sus subalternos peor que a esclavos, y que todo aquel que osaba llevarle
la contraria era inmediatamente despedido o degradado a dependencias inferiores. Llegó a tal punto su delirio de poder, que en las reuniones con los coordinadores de las unidades de la Fiscalía se despachaba en improperios sobre las decisiones de los fiscales.
Golpeador de mujeres. Según escribió recientemente Juan Paz en el periódico El Mundo de Medellín, hace un año, en la Fiscalía de la localidad bogotana de Engativá, se presentó a formular una denuncia penal la señorita Gina Angélica Cabrejo Pérez, quien aseguró que, en las primeras horas del 3 de septiembre de 2010, Barrera la golpeó y, según dijo, cuando intentó pedir auxilio “reaccionó tratando de asfixiarme con un cojín (…) Al tiempo que me daba patadas, me aprisionaba y trataba de golpearme con su correa, me lastimaba las piernas“. El celador del edificio de la denunciante tuvo que intervenir para evitar que este fiel exponente del abusador cobarde, la matara.
Acto seguido, Cabrejo le pidió a Barrera que se retirara de su casa, “situación a la que él reacciona quitándome las llaves de mi apartamento, celular y se lleva consigo mi cédula renovada, no sin antes salir a la fuerza“. O sea, además de golpeador de mujeres, Barrera nos resultaría ladrón.
Ese mismo día, la mujer violentada denunció a Barrera por lesiones personales. Según la mencionada víctima, Barrera la agredió en un ataque de celos. El caso sigue en la total impunidad, pese a que Cabrejo, en realidad, fue víctima de un intento de homicidio. Pero, claro, Barrera -según Juan Paz- se cree intocable y dice que nadie en la Fiscalía se va a meter con él.
Cuando se le preguntó con qué objetos fue agredida por Barrera, Cabrejo respondió: “Además de las manos y piernas, con su correa de vestir y un cojín de mi cama“. Fue un verdadero intento de homicidio, el de este hombre. No nos explicamos por qué razón sigue libre. Es una amenaza para la sociedad.
Sin embargo, aquella no fue la única vez que Gina Angélica Cabrejo fue víctima de las agresiones de este psicópata. El 22 de agosto de 2010, Barrera ingresó al edificio donde vive Cabrejo, en el barrio El Chicó del norte de Bogotá, “aún cuando no tenía autorización de ingreso y realiza un bochornoso escándalo, golpeando la puerta, gritando, y dejándome una nota por debajo de la puerta y algunos mensajes en el correo electrónico, entre los cuales amenaza con quemar mi auto. Deja una nota de puño y letra que aún conservo, y a lo cual reacciono llamando a la Policía, quienes diligentemente lo retiran del lugar“.
Una hora después de este bochornoso incidente del ex jefe de prensa de la Fiscalía, Cabrejo salió de su casa y Barrera “estaba esperándome en la esquina de mi casa y gracias a que yo iba en mi vehículo no logró alcanzarme“.
Esto no es, ni de cerca, un caso aislado. En la Procuraduría cursan dos investigaciones por acoso laboral contra Rodrigo Barrera. Son denuncias de dos mujeres que tuvieron que padecer los abusos de poder de Barrera.
Y además, mamerto. Como no existe delincuente a medias, Barrera también es conocido en el mundo del periodismo como un mamerto redomado y un público y declarado enemigo de los militares. De hecho, ha servido como testigo en el proceso que se inventó la ex fiscal Ángela María Buitrago para meter a la cárcel a los militares que participaron en la recuperación del Palacio de Justicia, en noviembre de 1985.
Para esa labor contra los heroicos uniformados se confabuló con la periodista Julia Navarrete, quien durante muchos fue la compañera sentimental de Barrera. “Desde un muro en la Casa del Florero, en el centro de Bogotá, vi junto al periodista Rodrigo Barrera el momento en que el magistrado Carlos Urán salía cojeando y lo llevaban dos militares. Fue en ese instante cuando mi colega (y amante) comenzó a gritar ese es el magistrado Carlos Horacio Urán”, dijo Navarrete. (El paréntesis es aporte nuestro)
Eso es completamente falso. Hay testigos presenciales de altísima calidad, magistrados, que dicen que Urán fue asesinado en el interior del Palacio de Justicia por los terroristas de la banda M-19. ¿Sería acaso esta declaración, una condición para posesionarse como Jefe de Prensa de Iguarán..? Nada de extraño tendría.
Porque además de mentiroso, calumniador y golpeador de mujeres, nuestro periodista de marras es alcohólico.. Tal vez allí puedan encontrarse las raíces de lo demás.
En marzo de 2006, el brujo Armando Marti se refirió así a Barrera: “Intervención al señor Rodrigo Barrera Barinas para control y mejoramiento de carácter impulsivo, estrés continuado, tendencia alcohólica y exceso de ansiedad (…) La respuesta de colaboración del nombrado señor no fue positiva“.
En la Fiscalía se hablaba de más de un escándalo protagonizado por este borrachín y su jefe Iguarán, más conocido entre sus rosqueros “amiguitos” como “Carlota”.
Es tal la cercanía y atracción de este par, que Barrera ya viajó a El Cairo, donde “Carlota” juega a ser embajador de Colombia en Egipto.
Y esas son nuestras glorias nacionales de la prensa. ¡Válgame Dios..!
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