SOBRE EL VOTO EN BLANCO

Sobre el voto en blanco

De prosperar el  voto en blanco, tanto para el Congreso, como para la Presidencia, no solamente sería un voto castigo para nuestro Judas Iscariote: jms Chamberlain Kerensky, sino para todo el sistema democrático colombiano

Por Rafael Gómez Martínez

Febrero 13 de 2014

El escritor portugués José Saramago escribió el Ensayo sobre la lucidez, después de pasar a la historia por el Ensayo sobre la ceguera, con el cual ganó el Premio Nobel de Literatura en 1998. Sus obras son extensas y tienen la particularidad de que no cuentan con casi puntuación; se rigen por la coma y el punto y coma. Todo el tiempo; Muy rara vez, utiliza la puntuación. Siempre se ha caracterizado por incluir el tinte político en sus obras.

En la lucidez, Saramago plantea la historia de un día de votación en el cual los ciudadanos de un pueblo, muy similar al de la ceguera, todos deciden votar en blanco como protesta contra sus gobernantes. Cuando aparece el resultado electoral, la clase dirigente del pueblo considera que es un complo, como dirían los cubanos del B2 (¿ya se encuentran en Bogotá?) de las fuerzas oscuras contra la democracia y que de prosperar esta tendencia en el país, la del voto en blanco, la democracia entera estaría amenazá. Al final de la historia, Saramago se pregunta: ¿Quién votó por mí?

En las últimas encuestas electorales, todas coinciden en que el voto en blanco  superará al voto de los candidatos presidenciales.

Según la Registraduría Nacional del Estado Civil, de acuerdo con la sentencia C-490 de 2011 de la Corte Constitucional, que declaró la exequibilidad de la Ley 1475 (Reforma Política), el voto en blanco es “una expresión política de disentimiento, abstención o inconformidad, con efectos políticos” y agrega que “el voto en blanco constituye una valiosa expresión del disenso a través del cual se promueve la protección de la libertad del elector”.

De prosperar el  voto en blanco, tanto para el Congreso, como para la Presidencia, no solamente sería un voto castigo para nuestro Judas Iscariote: jms Chamberlain Kerensky, sino para todo el sistema democrático colombiano.

Sería, además, una justificación para los niños de Iván, quienes junto con jms promueven una constituyente casi que desde los comienzos de los diálogos habaneros. ¿Por qué promueven una constituyente? Eso es harina de otro costal.

De ganar el voto en blanco, la elección debería repetirse lo que ocasionaría más gastos al Estado. Sin embargo, el voto en blanco, si bien se podría considerar una opción válida, en el fondo no cambiaría en nada el resultado final de la votación. La complicaría aún más, así como se complica la historia de Saramago.

Colombianos, reaccionemos a tiempo, Venezuela nos espera con ansias.

Puntilla 1. Grupo de militares cayó en campo minado en Mojarras, Cauca. Soldado profesional muerto: William Ortega. 2 soldados profesionales heridos. Más de 400 familias han sufrido la pérdida de un ser querido durante los diálogos habaneros, Puntilla 2. Un fiscal menos para el caso de AGH, al parecer el fiscal, con minúscula, Montealegre se hará el de la vista alegre…

*Miembro de la Corporación Siglo XXI