TRAGEDIA DE VENEZUELA ES ADVERTENCIA PARA COLOMBIA

Colombia, ¡cuidado! aunque muchos se rían, sí, mil veces sí, ya atravesamos el espejo, y no importa si califican a esta perspectiva como paranoica, nadie creyó en 1999 que Chávez sería el comienzo de la dictadura y la hecatombe

Venezuela pide un cambio

Tragedia de Venezuela es advertencia para Colombia

Colombia, ¡cuidado! aunque muchos se rían, sí, mil veces sí, ya atravesamos el espejo, y no importa si califican a esta perspectiva como paranoica, nadie creyó en 1999 que Chávez sería el comienzo de la dictadura y la hecatombe

Marco Fidel Ramírez

Por Marco Fidel Ramírez Antonio*
Mayo de 2017

Todo el que mira al espejo como Alicia, (la misma del país de las maravillas) finalmente podría ser tentado a atravesarlo, pero una vez lo cruce como lo hizo la hermana Venezuela, se encontrará con un mundo al revés. Ese espejo no es otra cosa que el denominado “Socialismo del Siglo XXI” que hoy le reporta al país vecino hambre, desabastecimiento, presos políticos, tortura a los opositores que se manifiesten pública y pacíficamente, medios de comunicación expulsados y vetados, expropiaciones a empresas y a ciudadanos, familias que pierden a sus recién nacidos, enfermos de cáncer que no cuentan con los tratamientos y medicinas porque escasean, y dolor, mucho dolor.

Colombia, por obra y gracia de los Acuerdos entre el prestidigitador Gobierno de Juan Manuel Santos con la narco guerrilla terrorista FARC, ya atravesó el espejo. Pero la historia se cocina a fuego lento, ningún cambio estructural presenta impactos inmediatos sino progresivos. Estamos caminando en nuestro mundo al revés sin prisa pero sin pausa: Se desconoció la voluntad popular del 02 de octubre de 2016, se modificó la Constitución Política sin la participación del Constituyente Primario, se le dieron poderes extraordinarios al Presidente de la República, se implementó la figura del (Fast Track) para que el Congreso “rapidito” haga los ajustes a las leyes para que los autores de lesa humanidad y crímenes atroces, sean actores políticos y lleguen a gobernarnos.

Juan Manuel Santos y Hugo Chávez

Por supuesto, en nuestra Versión “Colombia 1,0” del Socialismo Siglo XXI, a diferencia de Venezuela, la oposición la hicimos con anticipación, y en consecuencia, no les ha sido fácil conducirnos al holocausto político y cultural, sin embargo, nada garantiza que no lleguemos a circunstancias como las que agobian al bravo pueblo venezolano. Hoy, en la patria de Bolívar, marchas y pancartas piden que se caiga el socialismo y la dictadura de Nicolás Maduro en legítima resistencia civil, y es así como en las últimas semanas de protestas, ya se reporta al menos 30 muertos, 450 heridos y más de 1.300 presos.

Nos engañamos si creemos que Colombia en pocos lustros no terminará igual o peor, claro… hoy parece que todo está bien, pero lo mismo creyeron los nazis cuando iniciaron su proyecto, así como los soviéticos hicieron el suyo y como las decenas de dictaduras (de izquierda o de derecha) que la humanidad ha visto nacer y luego morir en su ley, después que los estómagos vacíos salieran a oponerse. Los colombianos ya tenemos indicios: Una Corte Constitucional cómplice, una Justicia Especial que sustituye la ordinaria, y un mensaje del Gobierno que establece que “ser pillo paga” y que alzarse en armas es la vía para negociar curules, emisoras, territorios y más, mucho más.

Los socialistas del Siglo XXI, siguen las sugerencias del Dictador Raúl Castro, esto es aislarse del concierto internacional renunciado a organizaciones supranacionales, victimizarse para que ojalá exista un bloqueo económico y comercial y simultáneamente “sacar pecho” de que son los únicos libres. Echarle la culpa a todo: al imperialismo Yanqui, a los conquistadores españoles, a los oligarcas, a los ricos, es decir “estamos mal porque ellos están bien”, un discurso de resentimiento y odio, cuya soporte para ganar adeptos, es el subsidio económico con el cual sostener milicias y el apoyo popular.

Los Santos y Fidel Castro

La fracasada intentona de 7 magistrados del corrupto Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela para usurpar el poder parlamentario de la Asamblea Nacional elegida en las urnas, pero con minoría oficialista, es la evidencia de que Maduro es un déspota y un tirano, quien al no lograr su cometido, ha convocado a una Constituyente para cambiar la Carta Magna de 1999 a su imagen y semejanza. Esto le daría una supuesta apariencia de “democracia”, pero lo que hace en realidad es evadir las elecciones presidenciales donde sabe que perdería y donde al ganar la oposición, tendría que compadecer a los nuevos tribunales.

Así mismo, el mundo al revés del “Socialismo del Siglo XXI”, ya compró varias conciencias en Colombia, quienes bajo la palabra “paz”, entregaron las altas cortes y al Congreso, con maniobras diferentes a las que vemos en Venezuela pero con propósitos exactamente iguales. Menos mal, la patria de Santander es un “hueso duro de roer”. Para Maduro y para las FARC, Colombia es un Estado Fallido, cuya única solución está en el “hombre común” de Marx, concepto que nosotros rechazamos juntamente con la oposición venezolana, pidiendo libertad, justicia y verdadera participación social y política.

Colombia, ¡cuidado! aunque muchos se rían, sí, mil veces sí, ya atravesamos el espejo, y no importa si califican a esta perspectiva como paranoica, nadie creyó en 1999 que Chávez sería el comienzo de la dictadura y la hecatombe. Aquí estamos colombianos, 20 años o quizá menos, antes de sucumbir a la ideología que antecede a la pobreza, salvo que sigamos en desobediencia sin violencia pero con firmeza. América Latina ¡Cuidado! no atravieses el espejo, rómpelo ahora.

 

*Marco Fidel Ramírez Antonio es Concejal de Bogotá

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