¿TROMPETAS DEL APOCALIPSIS O SKYQUAKES?

La NASA no se ha pronunciado formalmente sobre el asunto, y muchos científicos dicen, precisamente, que no hay explicación científicamente aceptada del todo. No tienen muy claro el origen ni lo que son.

Por Ricardo Puentes Melo
Abril 9 de 2020
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com

Desde hace un par de años se han presentado unos extraños fenómenos que provienen del espacio exterior. Un estruendoso zumbido, similar al sonido de una inmensa trompeta, o al de uno de esos cuernos bíblicos que retumbaban al estilo Hollywood, han alarmado a las personas alrededor del mundo.

El sonido es ensordecedor, no se puede detectar un punto en el firmamento para esclarecer el origen, cubre todo, llena todo. Y en varios casos son acompañados por movimientos telúricos.

En plena pandemia del chinavirus se presentó el fenómeno en Wuhan, en Uruguay, Reino Unido, Estados Unidos, y algunos científicos se han apresurado a decir que debido a la cuarentena es que se pueden escuchar mejor porque, al disminuirse el ruido ambiental, se percibe mejor el sonido. Esa explicación no es satisfactoria. El sonido es descomunal, como podrán apreciarlo en este video, y así hubiese ruido en plena hora pico del día, se escucharía perfectamente.

Todos los medios de comunicación que consultamos citan a la NASA asegurando que allá ya explicaron satisfactoria y científicamente lo que han llamado “cielomotos” o “skyquakes”, diciendo que son fenómenos muy normales y comunes, una especie de terremotos en la atmósfera terrestre formado por mezcla de gases que se calientan y partículas que se dilatan y explotan.

Eso no es cierto. La NASA no se ha pronunciado formalmente sobre el asunto, y muchos científicos dicen, precisamente, que no hay explicación científicamente aceptada del todo. No tienen muy claro el origen ni lo que son.

Otros no han dudado en comparar estos prodigios con las trompetas bíblicas del Apocalipsis anunciando el fin de mundo.

Como cristiano, no puedo dejar de pensar con el deseo legítimo de que tal vez, solo tal vez, sean eso: una última oportunidad a que la humanidad busque a Dios.

De cualquier forma, sean “cielomotos” tan normales como una lluvia, o sean portentos supranaturales, en estos tiempos de pandemia las personas deberían buscar a Dios mientras pueda ser hallado.

Esa es la única solución para todos nuestros problemas.